Encallados en el museo
El Gobierno fracasa en su intento de conseguir destituir a Juan Ignacio Vidarte al frente del Guggenheim
El debate en el Parlamento del informe jur¨ªdico encargado por el Gobierno vasco sobre las responsabilidades legales de las decisiones que llevaron a las p¨¦rdidas millonarias en el Guggenheim pill¨® el pasado martes a Juan Ignacio Vidarte en Nueva York, atendiendo a sus responsabilidades como director general de Estrategia Global de la Solomon R. Guggenheim Foundation, el cargo que compatibiliza desde octubre de 2008 con la gesti¨®n del museo de Bilbao. Vidarte ha optado por el silencio. No hay respuesta, ni se espera, a la posibilidad de que su labor al frente del Guggenheim acabe en los tribunales. El Departamento de Cultura pretende emprender acciones legales para que Vidarte responda de las consecuencias de contratar operaciones de cambio de divisas y de transferirlas desde la fundaci¨®n que gestiona el museo a la Sociedad Tenedora, la encargada de comprar la colecci¨®n de obras de arte. El argumento central es que carec¨ªa de poderes para hacerlo
El PNV defiende que la permanencia del director general es innegociable
Los populares creen que "es un problema del Gobierno"
El Patronato apoy¨® en 2008 la gesti¨®n de Vidarte
En l¨ªnea con las conclusiones de la comisi¨®n parlamentaria que investig¨® en la pasada legislatura las irregularidades en el Guggenheim, el Gobierno considera que el director general del Guggenheim ha actuado con falta de capacidad profesional y es responsable de las p¨¦rdidas. La consejera Blanca Urgell dijo de forma expl¨ªcita en el Parlamento lo que ya se intu¨ªa desde que tomo posesi¨®n del cargo el a?o pasado: Vidarte no cuenta con su confianza. Pero dej¨® igual de claro que no puede hacer nada por solucionarlo.
El reparto de fuerzas al 50% entre la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Gobierno impide a la consejera abrir la discusi¨®n sobre el inicio de acciones contra Vidarte en el seno de la Sociedad Tenedora. Los representantes de la Diputaci¨®n en el Consejo de Administraci¨®n -el diputado general, Jos¨¦ Luis Bilbao, y la consejera de Cultura, Josune Ariztondo- se negaron incluso a refrendar la petici¨®n de un informe legal externo. Cuando recibieron el del Gobierno respondieron encargando otro que analizara el primero. En total, 52.800 euros de gasto en asesores jur¨ªdicos externos.
Despu¨¦s del debate de esta semana en la comisi¨®n parlamentaria, en el que se escucharon duros reproches a su actuaci¨®n respecto al Guggenheim desde el grupo peneuvista, Cultura ha optado por dejar que las aguas se calmen. Urgell dijo en el Parlamento que con los informes jur¨ªdicos externos que, en su opini¨®n, abren la posibilidad de reclamar parte del dinero perdido e intervenir contra Vidarte hab¨ªa llegado "hasta donde ten¨ªa que llegar".
Espacio de maniobra
?Y ahora qu¨¦? Realmente, el escenario no deja mucha capacidad de maniobra para buscar una salida. Desde el Partido Popular y UPyD animan al Gobierno y seguir adelante en su pretensi¨®n de pedir responsabilidades a Vidarte. Pero el Gobierno est¨¢ solo en el intento. Fuentes populares se?alan a pesar del apoyo que la situaci¨®n creada en el Guggenheim "es un problema del Gobierno que debe solucionar el Gobierno", sin recurrir a la participaci¨®n de otras fuerzas. No dejan de recordar, adem¨¢s, que los representantes del Ejecutivo aprobaron las cuentas del museo de 2009, en la primera ocasi¨®n de hacerlo tras la llegada de los socialistas a Ajuria Enea.
El PP no cree que el bloqueo de la Diputaci¨®n agota la capacidad de actuaci¨®n del Gobierno. Como ha explicado esta semana el presidente del partido en Vizcaya, Ant¨®n Damborenea, defienden que como accionista el Ejecutivo puede pedir responsabilidades al apoderado y a los miembros del consejo de Administraci¨®n si considera que sus intereses han resultado lesionados. El perjuicio, en este caso, fue de ocho millones de euros.
En el Patronato del museo -integrado por las instituciones vascas, la Solomon R. Guggenheim Foundation, y una treintena de empresas y entidades- tampoco encuentra el Gobierno un clima favorable a sus pretensiones. Los patronos privados buscan prestigio y relevancia social en el Guggenheim, no conflictos con los partidos pol¨ªticos que gobiernan las instituciones y reh¨²san intervenir en el debate.
La gesti¨®n realizada por Vidarte no ha generado cr¨ªticas entre los patronos sino que salieron en su defensa en los momentos m¨¢s cr¨ªticos. Tras la aprobaci¨®n del demoledor dictamen de la comisi¨®n parlamentaria, el Patronato public¨® un documento que mostraba su apoyo "a la gesti¨®n y a la persona" de Vidarte, y destacaba su entusiasmo y profesionalidad. Era diciembre de 2008 cuando el Patronato atribu¨ªa al director general el ¨¦xito alcanzado por el museo y su relevancia internacional. Varios patronos consultados coinciden en se?alar que las diferencias entre socialistas y peneuvistas deben abordarse en el ¨¢mito pol¨ªtico y llegar resueltas a los ¨®rganos del museo. Y lo antes posible para evitar que la instituci¨®n salga perjudicada.
Las posiciones siguen inamovibles, soportando adem¨¢s la carga de las diferencias en la ampliaci¨®n del Guggenheim en Urdaibai. El PNV entiende que la permanencia de Vidarte al frente del museo es innegociable. El PSE no conf¨ªa en ¨¦l. Dif¨ªcil que salgan del atasco: los socialistas quieren el relevo de Vidarte; los peneuvistas creen que merece homenajes.
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