Absentismo escolar, tolerancia cero

Carmen (nombre ficticio) tiene 14 a?os y los dos ¨²ltimos cursos ha vagado por calles y recreativos de Valencia en horario lectivo. Nadie del Ayuntamiento ni de la Polic¨ªa Local denunci¨® que esta alumna estaba "desescolarizada". Al mudarse su familia a Quart de Poblet en febrero, su caso fue "detectado de inmediato" por los servicios sociales municipales, explica Andr¨¦s Castillo, director del instituto p¨²blico IES La Senda. "Aqu¨ª esto no hubiera podido pasar, porque el registro municipal de familias con hijos en edad escolar y el protocolo contra el absentismo escolar act¨²an de inmediato para detectar estos casos", asegura.

Este municipio de L'Horta Sud de 25.000 habitantes, gobernado por el PSOE, fue pionero en el curso 2000-2001 en implantar un protocolo de actuaci¨®n y un programa municipal de absentismo, "basado en el pre¨¢mbulo de una ley integral auton¨®mica [redactado durante la etapa del consejero de Educaci¨®n ya fallecido, Manuel Taranc¨®n] que nunca lleg¨® a desarrollarse", recuerda diez a?os despu¨¦s Carmen Huerta, coordinadora de la Comisi¨®n contra el Absentismo Escolar de Quart de Poblet.

Garc¨ªa: "Detr¨¢s de un absentista hay un indicador de carrera delincuencial"

"El perfil no es el f¨¢cil, de baja extracci¨®n, sino de familias normales"

Ante la ausencia de una ley integral valenciana, el programa lo han "consensuado" entre s¨ª Quart y otras 20 localidades de esta comarca -la mitad gobernadas por el PP y la mitad por los socialistas-, en las que vive la quinta parte de la poblaci¨®n censada de la Comunidad Valenciana. El ejemplo m¨¢s reciente de la aplicaci¨®n de estos protocolos municipales es Alaqu¨¤s, que este curso ha abierto 17 expedientes a alumnos de Primaria y tres han sido derivados a la Fiscal¨ªa de Menores. En Secundaria, donde se produce la "hecatombe", seg¨²n coincide Xelo Tom¨¢s, responsable local del ¨¢rea Sociocultural, hay 40 expedientes abierto por absentismo y nueve casos trasladados a la Fiscal¨ªa.

La raz¨®n es muy simple para la Fiscal¨ªa de Menores. "En el 90% o 95% de los menores que van juicio por delincuencia juvenil hay un denominador com¨²n: el absentismo escolar. Este factor es m¨¢s importante a¨²n que el fracaso escolar, porque son ni?os que no tienen adquiridas las pautas de comportamiento y socializaci¨®n que s¨ª proporciona el sistema educativo, independientemente del resultado acad¨¦mico", sostiene Gema Garc¨ªa, la coordinadora de la Fiscal¨ªa de Menores de Valencia. En s¨®lo dos a?os, Garc¨ªa ha batido el r¨¦cord de denuncias "contra los padres que incumplen su deber de garantizar la escolarizaci¨®n obligatoria desde los seis a los 16 a?os".

"En 2009, hubo 120 denuncias contra padres por hijos absentistas o no matriculados", advierte la fiscal, que insiste en que "detr¨¢s de un ni?o absentista hay un indicador de que los menores est¨¢n en situaci¨®n de riesgo para entrar en la carrera delincuencial". En 2007, uno de cada tres menores infractores ten¨ªa menos de 14 a?os. Es decir, en el 18% de los 13.179 expedientes abiertos por infracci¨®n.

Pese a la dimensi¨®n del problema, el absentismo escolar no distingue entre razas, religiones, sexos o nacionalidades, apunta Carmen Huerta, aunque reconoce que "en determinados grupos culturales o ¨¦tnicos, como la etnia gitana o rumana, m¨¢s itinerantes que no suelen estar censados, se dan m¨¢s intervenciones".

Este tema en particular lo conocen bien Vicent Ripoll y Ximo Alpuente, director y jefes de estudios, respectivamente, del colegio p¨²blico Ballester Fandos de la Malva-rosa en Valencia, que tiene 15 ni?os en el programa municipal de absentismo. "Todos de etnia gitana, que es el grupo de riesgo en el distrito Mar¨ªtimo", seg¨²n explican desde el seminario de directores de ese distrito, integrado por todos los colegios e institutos de esta depauperada zona.

"El responsable de la escolarizaci¨®n es el Ayuntamiento", recuerdan los directores de Valencia. "Pero la intervenci¨®n puntual y r¨¢pida se hace desde el centro, hablando con las familias y el menor y estudiando el caso incluso antes de que intervengan los Servicios Psicopedag¨®gicos, porque hay determinados factores culturales en los que la familia se puede bloquear si ve un psic¨®logo", a?aden. Si esta f¨®rmula falla -aunque Alpuente advierte que "modifica muchas conductas"- se pasa a la siguiente fase y as¨ª hasta llegar a la Fiscal¨ªa.

Los directores han tratado sin ¨¦xito de que el Ayuntamiento les proporcione asesor¨ªa legal cuando son citados por la Fiscal¨ªa. Tampoco han conseguido una reuni¨®n con la responsable de absentismo municipal, Alicia Pay¨¤, para que el servicio de "monitores-despertador" se anticipe antes de abrir las puertas del centro. Este peri¨®dico ha solicitado por escrito los datos del personal e intervenciones que se realizan desde el Ayuntamiento de Valencia. No ha recibido respuesta. El caso de Carmen es uno m¨¢s entre los cientos de alumnos que vagan por la ciudad, afirman los directores.

"En general, el perfil del absentista no es el f¨¢cil, el de baja extracci¨®n social; se trabaja sobre todo con ni?os de familias normalizadas, donde los dos padres trabajan", apunta el director de instituto Andr¨¦s Castillo. "Evidentemente, hay un porcentaje alto de ni?os que en Primaria no va bien en los estudios y al llegar a la ESO tropieza, y de ah¨ª al absentismo no hay m¨¢s que un paso. Por eso el instrumento clave es flexibilizar los itinerarios y el curr¨ªculo", sostiene Castillo, cuyo instituto fue de los primeros en implantar un plan integra experimental de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n que este curso se ha ampliado a 58 centros.

Pese a todas estas acciones, todos los entrevistados coinciden en que si no hay una ley que obligue a todos los municipios y centros a establecer un protocolo ¨¢gil de actuaci¨®n, no se podr¨¢ combatir con eficacia la inasistencia a clase. Voluntarismo y absentismo no van de la mano.