Un aspirante de campeonato
En una de sus versiones m¨¢s convincentes de la temporada, con mucho f¨²tbol y gran energ¨ªa, el Madrid supera con creces a un Valencia con poca fe
El Madrid fue la marabunta. El cl¨¢sico no le ha deprimido y se sostiene como aspirante real. Vista su actuaci¨®n ante el Valencia, no s¨®lo tiene fe. Menos contundente de lo que acostumbra, anoche tuvo f¨²tbol del bueno y del muy bueno. Por esa v¨ªa encontr¨® una victoria que mereci¨® con creces ante un enemigo sin confianza. Jug¨® con un vigor extraordinario, sin conceder un respiro a su adversario, que se desliza por la Liga como en un paisaje lunar, con baches demasiado frecuentes, una defensa remendada, un ataque elitista y un t¨¦cnico con aire desquiciado. Ya sin horizontes y tras una temporada sin rumbo fijo, el Valencia pas¨® un calvario ante un Madrid empujado desde Cornell¨¤-El Prat. El primer tiempo fue de sus mejores episodios del curso: la defensa, muy lejos de Casillas, nunca se agriet¨®; los centrocampistas ocuparon como nunca los espacios y los dos atacantes jugaron con fuego en las pupilas. El Madrid fue una manada capaz de engullir por igual a Silva que a Villa, dos figurantes, sobre todo el primero, desnortado por Chamart¨ªn.
REAL MADRID 2 - VALENCIA 0
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Albiol, Ramos, Marcelo; Gago (Lass, m. 69), Xabi Alonso, Guti, Van der Vaart (Granero, m. 79); Higua¨ªn (Benzema, m. 82) y Cristiano Ronaldo. No utilizados: Dudek; Garay, Diarra y Juanfran.
Valencia: C¨¦sar; Bruno, Maduro, Alexis, Alba; Albelda (Baraja, m. 70), Banega; Pablo Hern¨¢ndez (Joaqu¨ªn, m. 46), Silva, Mata (Vicente, m. 60); y Villa. No utilizados: Moy¨¤; Marchena, Dom¨ªnguez y Zigic.
Goles: 1-0. M. 24. Higua¨ªn. 2-0. M. 78. Cristiano Ronaldo.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Alexis, Maduro, Bruno, Cristiano Ronaldo y Albiol.
Unos 75.000 espectadores en el estadio Santiago Bernab¨¦u.
Al frente se situ¨® Guti. Le falta dep¨®sito, pero tiene el angular que le distingue
Al frente del Madrid se situ¨® Guti, al que le falta dep¨®sito para toda una jornada, pero tiene el angular que le distingue. A su alrededor gravit¨® el grupo de Pellegrini, con Gago de tap¨®n, Alonso con el comp¨¢s y Van der Vaart como amenaza al borde del ¨¢rea, donde explota su poderoso remate. Cuando no remaban los laterales -en muchos momentos obligaron a Pablo y Mata a ser m¨¢s defensas que extremos-, Cristiano e Higua¨ªn se dejaban caer a los costados. Guti y Alonso ten¨ªan suministro para todos. El partido resultaba una encerrona para el Valencia, enclaustrado en el balc¨®n de C¨¦sar. El Madrid, pese al riesgo que supone desnudarse ante futbolistas como Mata, Pablo, Villa y Silva, jugaba en el campo rival. Ah¨ª se perdi¨® Silva, superado de principio a fin durante el envite. Una r¨¦mora para un Valencia que no va sobrado, y mucho menos lejos de Mestalla. Con el canario en el cuarto oscuro, el equipo de Emery s¨®lo aceleraba: mucha prisa y poca precisi¨®n.
Al Madrid s¨®lo se le resisti¨® el gol. As¨ª es el f¨²tbol. Muchas veces le ha sobrado pegada y faltado f¨²tbol; en su mejor versi¨®n, en lo que al juego se refiere, esta vez le cost¨® ser productivo. Su repertorio de ocasiones, llegadas claras y remates fue extens¨ªsimo. En su contra, factores como C¨¦sar, el infortunio y la falta de punter¨ªa. Y algo quijotesco. Hay ocasiones, caso de anoche, en las que Cristiano se siente invulnerable, como el Capit¨¢n Ara?a, pero a pedales. Son demasiadas las veces que los ataques madridistas empiezan y acaban en Cristiano. Los jugadores como ¨¦l son m¨¢s que capaces de resolver mil partidos por su cuenta, pero resuelven muchos m¨¢s cuando son la guinda colectiva, el toque de distinci¨®n. Son tantas sus guerrillas que no es extra?o que se destemple con hinchadas, contrarios y compa?eros. Su efecto resulta devastador.
En una noche de contrastes, en plena carga local, Guti reba?¨® la pelota a Bruno y, lo que es m¨¢s habitual, al instante trenz¨® una asistencia exquisita, con el exterior de la zurda, para Higua¨ªn, que evit¨® con gran facilidad la emboscada de Albelda y super¨® a C¨¦sar con un remate ajustado. Guti era el due?o del partido y Xabi Alonso su socio perfecto. Pocos minutos despu¨¦s del tanto, el Madrid dej¨® constancia de su excelencia, que ayer s¨ª la tuvo en varios momentos. Desde el eje, Gago, Guti e Higua¨ªn se asociaron entre paredes y varios toques sutiles hasta que Alexis barri¨® el segundo gol bajo el larguero. Al Madrid s¨®lo le faltaba mayor distancia en el marcador, sin correspondencia con el juego. Y ante equipos como el Valencia, que, por mal que se pinten, no alinean precisamente a unos piernas, siempre resulta un riesgo.
Con el Madrid sin dar la puntada definitiva, el Valencia mejor¨® su versi¨®n en el segundo tramo. Entonces tuvo mayor decisi¨®n, aliviado quiz¨¢ por mantenerse en el encuentro m¨¢s de lo esperado. Hasta que, a¨²n con 1-0, Silva dej¨® su ¨²nica huella en el partido. Otro contraste: no fue un pase de chistera, sino un zurriagazo a la escuadra derecha de Casillas desde fuera del ¨¢rea, que no es su especialidad. Un aviso inquietante para el Madrid, contrariado por estar ante el precipicio sin haberlo merecido. Cuando llegan los apuros, para eso est¨¢n las verdaderas estrellas. La de Cristiano es aut¨¦ntica. Lejos de iniciar su en¨¦sima carrera de obst¨¢culos, esper¨® puntual el desborde de Marcelo a Bruno, mal int¨¦rprete en los dos tantos madridistas. Marcelo hizo descarrilar a su oponente y su servicio al punto de penalti fue embocado por Cristiano. Fin de fiesta. Anoche, bien merecida para el Madrid, quiz¨¢ para el Madrid m¨¢s convincente de la temporada, el que no s¨®lo gana, sino juega, y muy bien. A¨²n est¨¢ a tiempo. Con goles y f¨²tbol se puede so?ar. Este Madrid es un aspirante de campeonato.
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