Sin casa por ser homosexuales

Eran 430 euros al mes, estaba situado junto al puerto de Tarragona y el garaje estaba incluido en el precio. Robert Bonet y su pareja, ambos de 25 a?os y vecinos de Reus y Tarragona, respectivamente, no dudaron: fue leer la descripci¨®n del piso y levantar el tel¨¦fono para concertar cita con el propietario ese mismo d¨ªa, el lunes de la semana pasada. Antes de colgar de tel¨¦fono, Robert le advirti¨® al alquilador: "Vendr¨¦ con mi pareja; tambi¨¦n es hombre. Respondi¨® que le daba igual, pero ya empec¨¦ a olerme algo", relata el joven d¨ªas despu¨¦s del fiasco.

Acert¨®. El propietario se plant¨® en el mismo quicio del edificio cuando les vio llegar. "Lo he pensado y a una pareja gay... no", reproduce sus palabras Bonet. "Cre¨ªa que iba a venir una pareja de hombre y mujer", explica en conversaci¨®n telef¨®nica R., propietario del piso que pide no revelar su nombre. "Cuando los vi, me dije: una pareja de dos chicos, no. Una vez alquil¨¦ un piso a otra pareja as¨ª y tuve una mala experiencia. Adem¨¢s, ya lo ten¨ªa comprometido. Quiz¨¢ me expres¨¦ mal y les he pedido disculpas", se excusa subrayando que su intenci¨®n no era ofender la condici¨®n homosexual de la pareja rechazada. "Soy progresista: hasta he alquilado a negros y a rumanos", se justifica.

Bonet y su novio siguen buscando piso. Los argumentos de R. no han aliviado a los afectados. "Excusas. Si ya lo ten¨ªa alquilado, ?por qu¨¦ insisti¨® en que lo visit¨¢ramos?", se molesta Bonet. "Nos rechaz¨® por ser homosexuales. Es indignante", a?ade.La pareja no llevar¨¢ el caso ante el juez porque carece de testigos, aunque lo ha denunciado una asociaci¨®n local para alertar sobre estas actitudes. 'Estos casos ocurren, no son masivos, pero se suceden como un goteo. El a?o pasado registramos 10 denuncias por lo mismo', se?ala Jordi Munn¨¦, del Colectivo de Gays y Lesbianas de Tarragona H20. 'No sabemos si por cuestiones ideol¨®gicas, morales o de qu¨¦ tipo, pero son situaciones que casi nunca se denuncian por falta de pruebas o por verg¨¹enza de los afectados', explica Ra¨²l Garc¨ªa, del Colectivo de Gays de Madrid. En 2009 esta asociaci¨®n recibi¨® siete protestas de parejas que no pudieron alquilar pisos por su condici¨®n de homosexuales. R., el propietario que se neg¨® a ense?ar el piso de Tarragona, descarta que su actitud suponga un rechazo al colectivo homosexual. 'Pero si puedo escoger, prefiero alquilar a una pareja normal', detalla. Los afectados lamentan la estigmatizaci¨®n de los homosexuales que aspiran a ser arrendatarios. El aviso de Bonet al due?o del piso, anticip¨¢ndole de que su pareja era un hombre, delata ese temor al rechazo. 'Le advert¨ª porque los due?os siempre se extra?an cuando nos ven llegar como pareja', admite Bonet. 'Viene de lejos. Cuando busc¨¢bamos a trav¨¦s de una agencia nos avisaron de que ten¨ªan que preparar el terreno con los propietarios porque ¨¦ramos homosexuales'. 'Son actitudes m¨¢s corrientes de lo que se cree', dice Carmen Zurita, del Colectivo de Gays y Lesbianas. La entidad registr¨® el a?o pasado 102 situaciones de discriminaci¨®n a homosexuales que rebasaban la legalidad. 'Hay desde acosos laborales, hasta obreros que rechazaron reparar el piso de un gay por su condici¨®n', explica.