Bruselas admite que la decisi¨®n se tom¨® sin datos precisos

Antes de que los ministros de Transportes de la UE tomaran ayer su decisi¨®n de introducir racionalidad en el r¨¦gimen de restricciones a¨¦reas, el director general de Movilidad, Matthias Ruete, revel¨® el gran secreto: la decisi¨®n de cerrar el espacio a¨¦reo europeo se bas¨® en la aplicaci¨®n de un modelo matem¨¢tico te¨®rico sin contraste emp¨ªrico. "Faltan datos para ser precisos", confes¨®. Una ciencia a medio cocinar ha tra¨ªdo de cabeza durante cinco d¨ªas a Europa entera. S¨®lo en Alemania, principal exportador continental, cada jornada de clausura del espacio a¨¦reo ha supuesto p¨¦rdidas estimadas en mil millones de euros.

La palabra "ciencia" no se ha ca¨ªdo de la boca de los responsables pol¨ªticos durante los pasados d¨ªas en referencia a la aplicaci¨®n del modelo sobre la evoluci¨®n de las nubes volc¨¢nicas administrado por el Centro Asesor sobre Cenizas Volc¨¢nicas (VAAC) de Londres, que a partir de ¨¦l establece las probabilidades de que algo pueda ocurrir. El VAAC eleva su dictamen a Eurocontrol, la agencia que desde Bruselas gestiona el tr¨¢fico a¨¦reo, y de all¨ª es remitido a las correspondientes autoridades nacionales de navegaci¨®n a¨¦rea. A partir de esos datos, son ellas la que deciden cerrar o no su espacio a¨¦reo.

"El modelo trabaja con proyecciones matem¨¢ticas a partir de algunas presunciones, pero nos faltan datos", se?ala Ruete. "Estamos probando por primera vez el modelo. Hace falta experimentaci¨®n emp¨ªrica para hacerlo evolucionar".

Los datos proporcionados por las compa?¨ªas a¨¦reas que durante el fin de semana hicieron decenas de pruebas para recabar informaci¨®n real sobre los efectos de la nube volc¨¢nica fueron celebrados por Ruete porque aportar¨¢n los necesarios elementos que dar¨¢n credibilidad a un modelo te¨®rico que no ha resistido el choque con la realidad.