Plan B tiene un plan B

Cuatro a?os atr¨¢s, Ben Drew se presentaba bajo el nombre de Plan B con un largo en el que este joven nacido y criado en el Este de Londres rapeaba sobre amigos heroin¨®manos, peleas en pubs y chicas que abortan por octava vez antes de tener edad para votar. Su sonido, entonces, surg¨ªa de una interesante mezcla de hip- hop brit¨¢nico y callejero y el disco ac¨²stico que Nirvana grab¨® para la MTV. Pero la cadena musical jam¨¢s le hizo demasiado caso. Bueno, casi nadie le hizo caso. Cuatro a?os despu¨¦s, Drew tiene 26 a?os y ya no viste ch¨¢ndal, sino trajes entallados. The defamation of Strickland Banks es un ¨¢lbum conceptual sobre el encarcelamiento de un cantante brit¨¢nico inocente. El disco debuta esta semana en el primer puesto de la lista brit¨¢nica.

Plan B se ha reinventado como vocalista de soul, ha mimetizado todos los tics de la Motown y se ha subido al carro del revival, ese mismo que arranc¨® Amy Winehouse pero que ya hace tiempo que no le dejan conducir por beoda. "Le ense?¨¦ las nuevas canciones a un colega y se qued¨® un buen rato en silencio. Luego me dijo que le encantaban, pero que mis fans, probablemente, las iban a odiar. Le respond¨ª que si no iban a entender que yo era una persona creativa, es que no eran mis fans".

As¨ª explica Drew c¨®mo empez¨® a dise?ar su discurso para tal d¨ªa como hoy, cuando las ventas entran en tropel por la puerta, pero la reputaci¨®n podr¨ªa suicidarse saltando por la ventana. "La gente puede dudar todo lo que quiera, pero yo escrib¨ªa canciones como ¨¦sta antes que lo hicieran Duffy o Daniel Merriweather. Siempre he sido fan del soul y del r'n'b. Tengo montones de canciones que parecen dif¨ªciles de encajar en lo que se supone que es mi estilo, pero, por alguna raz¨®n, pens¨¦ que pod¨ªa lograr que ¨¦stas funcionaran".

Drew se siente c¨®modo en su nuevo papel, s¨®lo confiesa tener algunos problemas con los pantalones del traje, que parecen apretarle las nalgas. Pero como es un actor de m¨¦todo, viste sus nuevas galas incluso en los ensayos. "Cantar estas canciones con unos jeans o un ch¨¢ndal es imposible".

En principio, Plan B ide¨® este disco como un ¨¢lbum doble que ejercer¨ªa de banda sonora previa a un filme que ¨¦l mismo a¨²n piensa dirigir. El segundo disco, en donde Drew recuperaba su faceta rapera, ha quedado de momento aparcado, pues su sello le explic¨® que resultar¨ªa algo complicado promocionar un monstruo con dos cabezas tan dispares. "Ante todo soy un narrador. Hay partes de la historia de Strickland que no se cuentan en el disco. Podr¨ªa rodar un buen filme con las escenas omitidas en el ¨¢lbum".

Tambi¨¦n cine

Drew, quien dice haber deseado siempre escribir pel¨ªculas para ciegos, ha participado como actor en algunos filmes, el ¨²ltimo, Harry Brown, junto a Michael Caine. En 2008 present¨® su primer corto como director, Michelle. "Es complicado saber qui¨¦n eres en esta industria. Me pas¨¦ un a?o promocionando mi anterior disco rodeado de tipos que se cre¨ªan especiales pero que estaba claro que no iban a durar. Es dif¨ªcil no estar resentido con todo este circo". Sonar como Smokey Robinson se antoja el mejor atajo para alcanzar la fama y la fortuna que una vez se le negaron a este joven que fue expulsado de su escuela por tirarle una silla a su profesora.

Tras la frustraci¨®n que le produjo la m¨ªnima repercusi¨®n de su primer disco, Drew tuvo que hacer terapia para controlar su temperamento. Harto de romper cosas en pos de un objetivo y consciente de que esto de recordar a Otis Redding te lleve al n¨²mero uno y te haga sonar en los supermercados es algo que no durar¨¢ para siempre, el londinense se prepara para un futuro plagado de planes b que salen bien. "Cuando tenga 40 a?os no podr¨¦ ser un rapero blanco y calvo. Entonces, har¨¦ folk y me llamar¨¦ de nuevo Ben Drew", declaraba a la revista Clash unos d¨ªas antes de ser n¨²mero uno.