100 a?os del serio alegre
Que viene el Centenario, y ahora va a resultar que el despreciable resucita!", ha escrito con sorna F¨¦lix Grande sobre su amigo el poeta granadino Luis Rosales (1910-1992) que en mayo hubiese cumplido cien a?os. Revive el "maldito, el apestado, el ¨ªncubo, el reptil del Barroco y gusano de la Poes¨ªa", en palabras de Grande y a los ojos de los que le calumniaron. Rosales ten¨ªa un carn¨¦ falangista del 6 de agosto de 1936. Este dato y que la detenci¨®n de Federico Garc¨ªa Lorca tuviera lugar en la casa granadina de su familia -refugio de ambos bandos- fueron determinantes para se?alar a Rosales como c¨®mplice del arresto y asesinato del poeta, aunque lleg¨® a ser condenado a muerte por la defensa de su amigo. Por eso su hijo Luis Rosales Fouz ha querido que no se politizasen los actos: "Era un liberal y no ten¨ªa un concepto estupendo de la pol¨ªtica tras la muerte de Federico y de Joaqu¨ªn Amigo. Aprendi¨® a no creer en las cosas, sino en los amigos".
El hijo, embarcado en esta empresa desde hace casi tres a?os, pens¨® que la sede de las celebraciones no pod¨ªa ser otra que La Casa Encendida que comparte nombre con el libro de poemas de su progenitor. La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) se sum¨® y comenz¨® a bucear en los 100.000 documentos, legado del Archivo Hist¨®rico Nacional. Luis Rosales. El contenido del coraz¨®n, que se inaugura el jueves, acoge cerca de 220 piezas entre arte, manuscritos y fotos. "He encontrado unas postales que me mandaba cuando yo ten¨ªa cuatro a?os. En ellas me hablaba de un elefante que ten¨ªa en casa y me preguntaba qu¨¦ hac¨ªa con ¨¦l...".
En la exposici¨®n podr¨¢ contemplarse obra pl¨¢stica y cer¨¢mica de Picasso, Mir¨®, Dal¨ª, Garc¨ªa Lorca, Rafael Alberti, Rafael Zabaleta, Benjam¨ªn Palencia, Gustavo Torner, C¨¦sar Manrique y Eusebio Sempere. "Es una visi¨®n del panorama art¨ªstico del que particip¨®", explica la comisaria art¨ªstica Paloma Esteban. "Se acerc¨® a la pintura a trav¨¦s de su madre. Antes de la Guerra Civil conoce a Lorca y a Pepe Caballero y quiz¨¢ ya a Dal¨ª. Luego, a trav¨¦s de las bienales hispanoamericanas y por la direcci¨®n de revistas, llega a los que trabajaron en la recuperaci¨®n del paisaje y la figura despu¨¦s de la guerra", prosigue Esteban.
Mucho del legado manuscrito exhibido proviene de la Biblioteca Nacional. "Se pas¨® diez a?os de su vida yendo. La digitalizaci¨®n consist¨ªa en apuntar todo. Y as¨ª estudi¨® a los cl¨¢sicos del Siglo de Oro. Su libro Cervantes y la libertad, con pr¨®logo de Men¨¦ndez Pidal, le dio un gran conocimiento para su poes¨ªa", sostiene Rosales Fouz. Y le sirvi¨®, cuenta Grande en el cat¨¢logo de esta exposici¨®n, para organizar tertulias sobre "temas cervantinos, como la justicia, la paciencia, el coraje, la libertad, la piedad, la iron¨ªa... sin desairar otras cuestiones subalternas: la envidia, las calumnias, las ovejas, los molinos de viento".
Grande, editor de la antolog¨ªa de Rosales Porque la muerte no interrumpe nada y coordinador de un ciclo de conferencias en el Archivo Hist¨®rico Nacional, firma la introducci¨®n con otros amigos y escritores. "Rosales era ingenioso y seriamente alegre. Matizaba sus ocurrencias con un cierto balbuceo final, invitando a la risa con un principio de la risa", describe, por ejemplo, Antonio Gala al granadino. En ¨¦l encontr¨® al padre que hab¨ªa perdido y que nunca le comprendi¨®. Le public¨® sus primeros relatos en Cuadernos Hispanoamericanos y le anim¨® a centrarse en la narrativa. Tambi¨¦n el poeta y novelista Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald se muestra agradecido. Considera La Casa Encendida (1947) junto con Espacio, de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, el mejor poema narrativo publicado en "nuestro medio en cualquier ¨¦poca" por su "innovaci¨®n expresiva y su capacidad indagatoria en el territorio de la experiencia". "Siempre he pensado que sin su ayuda mi primer libro no habr¨ªa sido exactamente como fue", confiesa. "Su ¨®rbita innovadora", piensa Caballero Bonald, "continu¨® con Rimas (1951), en ¨¦poca de sumisiones a la tradici¨®n y de imposiciones ideol¨®gicas".
Desde entonces el premio Cervantes de 1982 dirigi¨® la mirada hacia una poes¨ªa total en la que "los g¨¦neros literarios borran sus fronteras, en la que lo ¨¦pico y lo narrativo no se diferencian de lo estrictamente l¨ªrico y en la que el ensayo y hasta la meditaci¨®n filos¨®fica ten¨ªan cabida junto al di¨¢logo dram¨¢tico de ra¨ªz existencialista", explica Xelo Candel Vila, comisaria literaria de Luis Rosales. El contenido del coraz¨®n.
Las celebraciones no terminan aqu¨ª. "El Centro Andaluz de las Letras inaugur¨® ayer en Granada una exposici¨®n, Luis Rosales. Disc¨ªpulo del aire, que rotar¨¢ por localidades andaluzas. Es did¨¢ctica, complementaria a la de La Casa Encendida", cuenta Rosales Fouz. Su primo Jos¨¦ Carlos Rosales y el pintor Juan Vidal est¨¢n detr¨¢s de esta muestra que cuenta con un cat¨¢logo escrito por Luis Garc¨ªa Montero, Andr¨¦s Soria Olmedo o Pere Gimferrer y que se completa con la antolog¨ªa Ayer vendr¨¢. Poemas escogidos (1935-1984). Visor cuenta con ocho poemas anteriores a su ¨®pera prima Abril que no sabe cu¨¢ndo editar¨¢, y saca a la venta los disco-libros La Casa Encendida y Antolog¨ªa personal, y una nueva edici¨®n de Diario de una resurrecci¨®n. En noviembre, Pre-Textos publicar¨¢ La carta entera, con una parte in¨¦dita, y Esa angustia llamada Andaluc¨ªa, un ensayo sobre flamenco con fotos de Pedro Serna.
Un derrame cerebral le afect¨® al habla, pero Rosales sigui¨® recitando poes¨ªas como las que se oir¨¢n grabadas por ¨¦l en La Noche Rosales, que La Casa Encendida celebrar¨¢ el 31 de mayo. Recuerda su tes¨®n Francisco Brines: "Advert¨ª que se esforzaba por llegar a una normalidad en la que su vida fluyera con la m¨¢xima naturalidad. Me pareci¨® hermosa la lecci¨®n de vida".
Porque la muerte no interrumpe nada. Sibilina. Sevilla, 2009. 256 p¨¢ginas. 11,50 euros. La Casa Encendida y Antolog¨ªa personal. Disco-libros. Visor. Madrid, 2010. 112 y 72 p¨¢ginas. 14 euros. Diario de una resurrecci¨®n. Visor. 112 p¨¢ginas. 12 euros. Luis Rosales. El contenido del coraz¨®n. Del 29 de abril al 6 de junio. La Casa Encendida. Madrid. www.lacasaencendida.es. Hospital Real. Granada. Desde el 13 de octubre.Luis Rosales. Disc¨ªpulo del aire.Biblioteca de Andaluc¨ªade Granada.
Nocturno de la cal y la hiedra y el muro mar sin escalas
esquina de anocheceres
que ancla en sexos de mujeres
jarcias ansiosas de talas
cal de tu grito sin alas.
?cuando los perfiles puros!
turbios faroles maduros
y esferas de sangre densas
que arrojan islas inmensas
sobre el Atlas de los muros.
Ayer, las casas tranquilas.
triunfaron tus desniveles
plenos sus h¨²medos rieles
de pestilentes pupilas
Limpia angustia que desfilas
por mis arterias - reflejo
de su angustia y espejo
de inmovilidad azogado,
aurora de sol mojado,
y holanda de puente viejo.
Por ti misma enajenada -
ser¨¢s de mimbre y de piedra.
- gritos de cal - en la hiedra
presente y martirizada.
?c¨®mo te quemas - Granada -
sobre s¨¢banas sencillas!
?y no habr¨¢ luz de semillas
que empolve mis convulsiones
en la casa con balcones
y ventanas amarillas!
Poema de Luis Rosales de principios de los a?os treinta que se podr¨¢ ver en la exposici¨®n de La Casa Encendida, en Madrid.
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