Transici¨®n y memoria hist¨®rica

He firmado el manifiesto de apoyo a Garz¨®n, que es objeto de una actuaci¨®n judicial intolerable. Soy de los creen inaplazable la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo. Y estoy convencido de que Falange Espa?ola, autor junto a Manos Limpias de la querella contra Garz¨®n, deber¨ªa ser ilegal. Soy tan firme defensor de estas consideraciones como del proceso de transici¨®n democr¨¢tica que conoci¨® Espa?a.

Ahora que irrumpen contra la Transici¨®n tertulianos, columnistas y revolucionarios tard¨ªos, bien har¨ªamos en contextualizar los cambios y advertir que lo hecho entonces respondi¨®, sustancialmente, a las demandas de la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos y ciudadanas.

S¨®lo unos cuantos nost¨¢lgicos del franquismo y sectores del radicalismo posfranquista abanderaron el rechazo. Las cosas se hacen cuando hay que hacerlas. Hace 33 a?os se construy¨® un pacto para acabar con 40 a?os de dictadura y echar a andar la democracia. No me suena que se propusiera algo mejor. Pasadas tres d¨¦cadas procede normalizar aquella cultura de cambio democr¨¢tico (a la que parecen resistirse grupos importantes de la justicia y de la derecha espa?ola), e investigar cr¨ªmenes que ninguna ley puede impedir por ser cr¨ªmenes de lesa humanidad.