Londres para tarzanes sin liana
La esbelta pasarela de los Kew Gardens funde arquitectura y naturaleza
Hay arquitecturas que acaparan todas las portadas y otras que, siendo igual de atractivas, resultan menos medi¨¢ticas. La nueva pasarela de los Kew Gardens de Londres pertenece a esta ¨²ltima categor¨ªa. Aunque no le falta impacto visual. Parece que la tierra se hubiera partido en dos para dejar hueco a sus enormes pilares. Quien la vea por primera vez puede pensar que ha brotado de repente, sin avisar, pero la delicadeza con la que se cuela entre las ramas sugiere un trabajo de dise?o concienzudo.
El respeto por el entorno centenario marca este paseo entre las copas. El director del jard¨ªn y los autores de la pasarela, el estudio Marks Barfield Architects, quer¨ªan una presencia discreta acorde con los Kew Gardens, fundados en 1759 y que reciben m¨¢s de un mill¨®n de visitantes al a?o. Al final, la manera aparentemente fortuita con la que todo se desarrolla en la naturaleza condujo a los arquitectos hasta la secuencia num¨¦rica de Fibonacci, en la que muchas especies naturales parecen basar su crecimiento. M¨¢s all¨¢ de las matem¨¢ticas, el visitante de las m¨¢s de 120 hect¨¢reas de jardines contempla a vista de p¨¢jaro las copas de casta?os, robles, tilos y pinos -adem¨¢s de 14 nuevos ¨¢rboles plantados para enriquecer el paseo.
Un puente de Pawson
Bautizada como Rhizotron and Xstrata Treetop Walkway, la pasarela se inaugur¨® hace a?o y medio y es el ¨²ltimo edificio de los Kew. Aqu¨ª se mima la arquitectura -recuerda a la sede de Vitra en Weil am Rhein, esa suerte de parque de atracciones de la arquitectura-. En el jard¨ªn hay joyas como la Palm House (el invernadero de Burton y Turner inaugurado en 1848); el David Alpine House, otro invernadero de cristal dise?ado en 2006 por el estudio Wilkinson Eyre, y el Sackler Crossing, un puente sobre el agua del brit¨¢nico John Pawson.
La nueva pasarela, a la que se accede por una torre de escaleras, tiene capacidad para 3.000 visitantes diarios. A lo largo de sus 200 metros de longitud, que se elevan a 18 metros de altura, hay 10 plataformas circulares sostenidas por los pilares de acero cort¨¦n que conectan todo el trayecto. El suelo de la pasarela permite ver a trav¨¦s de ¨¦l. El contraste lo pone el pasamanos de madera de casta?o, que aporta al conjunto una apariencia natural.
Cada plataforma, un peque?o espacio de descanso y centro de interpretaci¨®n al mismo tiempo, permite contemplar y entender el parque. Justo en el centro, la mayor de ellas da cabida a 35 personas y cuenta con un banco para descansar un rato desde donde se domina la victoriana Temperate House: el gran invernadero de cristal y hierro dise?ado por Decimus Burton en 1898.
A ras de suelo se encuentra una exposici¨®n que aborda temas como el cambio clim¨¢tico o la relaci¨®n entre las ra¨ªces de los ¨¢rboles y los microorganismos.
Pero ?c¨®mo se levanta un volumen de estas caracter¨ªsticas en un entorno tan delicado? Uno de los mayores retos de la construcci¨®n fue conseguir que los enormes pilares no causaran ning¨²n da?o a los ¨¢rboles y que a la vez permitieran a los visitantes acercarse a ellos todo lo posible. Mediante un radar se localizaron las ra¨ªces de los ¨¢rboles y, en consecuencia, las zonas m¨¢s apropiadas para colocar los pilares. Con esta informaci¨®n, los pilares se colocaron entre las ra¨ªces. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de la pasarela se mont¨® fuera del parque para ganar tiempo y, sobre todo, para reducir el impacto sobre este espacio tan sensible. Cada uno de los m¨®dulos de la plataforma, de 12 metros de largo y 9 toneladas de peso, se coloc¨® cuidadosamente. Adem¨¢s, los bot¨¢nicos manipularon las ramas para que estas no sufrieran da?os irreversibles. El resultado: una oportunidad para ver los ¨¢rboles, y la arquitectura, de una forma distinta.
Kew, Richmond, est¨¢ a 16 kil¨®metros del centro de Londres. 14,50 euros.
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