De pol¨ªtica econ¨®mica

Para la mayor¨ªa de los economistas, encontrar un precedente en tiempos de paz de la actual crisis econ¨®mica requiere remontarse hasta los primeros a?os treinta del pasado siglo. Entonces, John Maynard Keynes public¨®, en marzo de 1933, una serie de cuatro art¨ªculos en The Times editados posteriormente en su conocido panfleto El camino hacia la prosperidad. En ¨¦l se pueden leer unas reflexiones que la inmensa mayor¨ªa de los economistas contempor¨¢neos suscribir¨ªan hoy en relaci¨®n con nuestras circunstancias: "Si nuestra pobreza fuera debida al hambre, o a cataclismos geol¨®gicos, o a guerras; si nos faltaran bienes materiales y recursos para producirlos, no podr¨ªamos encontrar el camino hacia la prosperidad (...) Nuestro problema es enteramente distinto, es un problema econ¨®mico, en sentido estricto, o para expresarlo mejor, es problema que implica una combinaci¨®n de teor¨ªa econ¨®mica con el arte de gobernar, un problema de pol¨ªtica econ¨®mica".

En el comportamiento de los dos gobiernos ante el d¨¦ficit, las simetr¨ªas saltan por los aires

Espa?a, y por tanto Galicia, viven hoy un problema econ¨®mico en su sentido m¨¢s estricto, es decir, un problema cuya resoluci¨®n implica una h¨¢bil combinaci¨®n de teor¨ªa econ¨®mica y arte de gobierno. Entendido este ¨²ltimo, l¨®gicamente, en su sentido m¨¢s keynesiano, es decir, y recurriendo de nuevo al panfleto citado, como la capacidad de realizar los "actos volitivos necesarios para aprovecharnos racionalmente de los recursos y t¨¦cnicas que poseemos".

Si hacemos caso al discurso que sobre la teor¨ªa econ¨®mica hacen las autoridades al frente del Gobierno central y del auton¨®mico, los paralelismos son evidentes en relaci¨®n con la necesidad de reducir el d¨¦ficit y ser austeros; llegando incluso a la plena coincidencia: cuando la Conselleira de Facenda present¨® hace unos meses los Presupuestos para 2010 al Parlamento defendi¨® que hab¨ªa que "hacer m¨¢s con menos"; expresi¨®n literalmente empleada hace unos d¨ªas por el ministro de Fomento del Gobierno de Espa?a en una rueda de prensa. Si nos fijamos, en cambio, en el comportamiento de los responsables de cada nivel de gobierno, las simetr¨ªas saltan por los aires. Y nada mejor que observar el comportamiento que cada una de las administraciones realiza para afrontar el que todos coinciden en se?alar como nuestro principal problema en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica econ¨®mica: la reducci¨®n del d¨¦ficit. Espa?a, seg¨²n los datos recientemente dados a conocer por Eurostat, cerr¨® 2009 con un d¨¦ficit p¨²blico equivalente al 11,2% de su Producto Interior Bruto (PIB), del que el 9,5% es responsabilidad de la Administraci¨®n central. Es decir, el Gobierno socialista gast¨® por encima de lo que ingres¨® nada menos que el equivalente al 9,5% del total de la riqueza producida en Espa?a en 2009. Galicia, por su parte, cerr¨® el a?o con un d¨¦ficit equivalente al 1% de su PIB, es decir, dentro de las normas que el propio Gobierno de Espa?a hab¨ªa establecido, y que el mismo Gobierno de Espa?a ignor¨®. Pese a los n¨²meros, el citado ministro de Fomento se apresur¨® a responsabilizar del d¨¦ficit a comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos.

La magnitud de la cifra de Espa?a puede medirse compar¨¢ndola con la del d¨¦ficit griego (13,6%); pero tambi¨¦n, de forma m¨¢s indirecta, a trav¨¦s de las declaraciones con las que el presidente Zapatero trataba de tranquilizar hace un par de semanas a las autoridades financieras internacionales en el Financial Times: "El d¨¦ficit ha llegado a un punto que es insostenible", por lo que se propone rebajarlo "al precio que sea"; para evitar que Espa?a caiga "a la segunda divisi¨®n de la econom¨ªa", cuando hace nada que, seg¨²n el mismo Zapatero, nos sal¨ªamos por la parte alta de la Champions europea.

Poco a poco vamos viendo, conforme cada una de las administraciones tiene que hacer sus ajustes, c¨®mo estos se concretan. El plan de austeridad del Gobierno central, por ejemplo, traslada la cobertura del agujero a los ciudadanos (11.000 millones de euros en nuevos impuestos) y a las comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos (16.000 millones menos de transferencias). La Comunidad Aut¨®noma de Galicia, en cambio, mantiene las transferencias a los ayuntamientos, el n¨²cleo central del gasto social y congela o baja los impuestos, mientras ve c¨®mo se reducen sus ingresos por transferencias, como consecuencia del plan de austeridad del gobierno central, en 116 millones de euros.

Ciertamente, como dec¨ªa Keynes, no s¨®lo es necesario tener una buena teor¨ªa econ¨®mica. Hay que combinarla con cierto arte en la acci¨®n de gobierno. Si coincidimos en el marco te¨®rico, la diferencia reside, b¨¢sicamente, en el artista. O lo que es lo mismo: estamos ante un problema de pol¨ªtica (no s¨®lo) econ¨®mica.