La crisis une las sociedades estatales

Ya era un viejo proyecto en la era Solbes. Es decir, cuando el dinero no era problema. Pero la necesidad se convierte a veces en virtud y ahora la crisis tremebunda ha hecho acelerar el paso. Fundir en una las tres sociedades estatales que afectan a la cultura resulta, as¨ª, prioritario. Dentro del plan de austeridad en que trabaja el Gobierno, se estudia la forma en que quedar¨¢ la fusi¨®n para llevarla, en principio, al Consejo de Ministros del pr¨®ximo viernes. Todo indica que las sociedades estatales de Conmemoraciones Culturales (SECC), de la Acci¨®n en el Exterior (Seacex) y de Exposiciones Internacionales (SEEI) quedar¨¢n en una. El prop¨®sito: una disminuci¨®n de presupuestos y personal -la gran mayor¨ªa de sus integrantes son contratados, no funcionarios- y concentrar una gesti¨®n de vocaci¨®n muy similar que ahora resulta un tanto dispersa en algo m¨¢s eficaz.

Se trata de adelgazar presupuestos y concentrar una gesti¨®n hoy dispersa

Los nervios y el silencio obedecen a la lucha por el poder que est¨¢ en juego

Hay nervios e incertidumbre. Nadie quiere dar explicaciones. Las actuales responsables de la SECC y Seacex, Soledad L¨®pez y Charo Otegui, no hablan, no est¨¢n, no se ponen al tel¨¦fono. Tampoco saben mucho de su futuro. Cumplen con el programa, pero no ponen proyectos en marcha. El nuevo esquema entrar¨¢ en funcionamiento bien en julio, al t¨¦rmino de la presidencia espa?ola de la UE, o en enero pr¨®ximo, con cargo al presupuesto de 2011. Todo se est¨¢ cocinando en el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda. Tampoco desde all¨ª pueden ser muy concretos. "Est¨¢n trabajando en ello", dicen sus portavoces oficiales. La clave anda por el despacho de Juana Salazar, directora general de Patrimonio del Estado. Es la persona encargada por la vicepresidenta Elena Salgado de ejecutarlo.

El l¨ªo es considerable y eso hace pensar en el entorno de La Moncloa que las opciones se abren. Tambi¨¦n que la fusi¨®n pudiera afectar s¨®lo a dos de las sociedades se?aladas y dejar fuera la SECC, por ejemplo. Todo da lugar a muchos interrogantes. El primero: ?de qui¨¦n depender¨¢ lo que surja de ah¨ª? No es f¨¢cil y, por otra parte, resulta muy atractivo.

Actualmente, aunque las tres sociedades trabajan por y para la cultura, dependen de tres ministerios diferentes. La SECC entra en el ¨¢mbito del ministerio de ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, la Seacex es de Exteriores y la SEEI, de Hacienda. Los nervios y el silencio tambi¨¦n responden a la lucha de poder que se juega en todo el asunto. Nadie quiere dar un paso en falso o decir algo inconveniente para no ser descartado en un futuro. Dirigir la nueva sociedad es un caramelo. Pero el responsable tendr¨¢ un perfil pol¨ªtico alto y tanto en Cultura como en Exteriores nadie apuesta por quienes actualmente se encuentran al frente. Probablemente el cargo quede en manos de alguno de los secretarios de Estado que cesen tras el plan de austeridad en el que se contempla eliminar ocho o 10 ¨¢reas dirigidas con ese rango.

La nueva empresa del Estado se ocupar¨¢ de lo que ahora hacen las existentes y estar¨¢ muy volcada en la acci¨®n cultural exterior. Actualmente, la SECC se ocupa de conmemorar centenarios, aniversarios y dem¨¢s. Su ¨¢mbito es m¨¢s nacional. La Seacex se ha convertido en un instrumento potente dentro del mundo del arte. Desde que la impulsara Miguel ?ngel Cort¨¦s, secretario de Estado de Cultura con el PP, ha sido objeto de deseo de galeristas, artistas, marchantes. Su cometido es organizar muestras, congresos y acontecimientos en todo el mundo para promocionar la cultura espa?ola. La SEEI, que ahora dirige Jos¨¦ Eugenio Salarich, viene de principios del siglo XX y su funci¨®n es dejar alto el prestigio de Espa?a en las exposiciones universales. Como este a?o en la de Shanghai, para la que cuenta con un presupuesto de 25 millones de euros con que sufragar lo que se produzca en el pabell¨®n.

Las dem¨¢s han sufrido un recorte importante en 2009. El presupuesto de la SECC pas¨® de 14 millones a 10 y el de Seacex, de 17,4 a 13,5. La nueva sociedad surgir¨¢ para optimizar gastos. Tendr¨¢ menos presupuesto, pero m¨¢s poder. Es decir, habr¨¢ que sumar lo que gastan las tres al tiempo y de ah¨ª recortar algo. Tambi¨¦n personal reducido, en torno a un 20% o 30% menos de los contratados, comentan en Exteriores.

La nueva sociedad ser¨¢ fundamental en la acci¨®n cultural exterior, junto al Instituto Cervantes y la Agencia Estatal para la Cooperaci¨®n Internacional -que desarrolla un papel cada vez m¨¢s intenso de promoci¨®n de la cultura hisp¨¢nica en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo-, ambos bajo la ¨®rbita de Moratinos.

Eso contribuir¨¢ a acabar con las fricciones que han existido siempre entre Cultura y Exteriores por esa ¨®rbita de influencia real. En la etapa de Gonz¨¢lez-Sinde reina la paz en ese sentido. La batalla que plante¨® abiertamente el anterior ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, la ha ganado claramente Moratinos. La actual ministra ha renunciado a luchar por esa parcela, lo que tambi¨¦n anima a los responsables de Exteriores a pensar que la nueva sociedad caer¨¢ en su ¨¢mbito.