Miedo a la competencia
D¨ªas pasados, en el transcurso de una mesa redonda en la que se hablaba sobre el futuro de la econom¨ªa alicantina, Luis Berenguer se manifest¨® a favor de la instalaci¨®n de Ikea en Alicante. Las palabras del presidente de la Comisi¨®n Nacional de la Competencia han disgustado profundamente a los comerciantes de la ciudad, opuestos a los planes de la multinacional del mueble. En su reacci¨®n, los comerciantes alicantinos se han apresurado a pedir explicaciones a los socialistas sobre la conducta de Berenguer. ?Qu¨¦ deber¨ªa de haber hecho el presidente de la Competencia, a juicio de estos se?ores? Berenguer se ha limitado a ser consecuente con su cargo; no ha dicho ninguna extravagancia; sus palabras son de un absoluto sentido com¨²n y las firmar¨ªa cualquier economista. La competencia est¨¢ en la base de nuestro sistema, es la savia del capitalismo, aunque a las empresas -lo vemos a menudo- no les guste nada.
Desde hace un tiempo, los comerciantes alicantinos no dejan de ver enemigos por todas partes. Ahora, se?alan a Ikea, pero semanas atr¨¢s protestaban por el cierre al tr¨¢fico de la plaza del Ayuntamiento. Cualquier cambio que se produce en la ciudad -y en Alicante, por desgracia, se producen muy pocos- lo interpretan estas personas como una amenaza para su negocio. Si por ellos fuera, habr¨ªa que detener el tiempo para que las cosas permanecer¨ªan eternamente inm¨®viles. Pero el mundo se mueve y lo hace con rapidez. ?Qu¨¦ se le va a hacer! Ya advirti¨® el poeta que las ciudades cambian m¨¢s deprisa que el coraz¨®n de sus habitantes. Si la formidable energ¨ªa que estos hombres gastan en oponerse a los cambios la emplearan en modernizar sus comercios es probable que las cosas fueran de otra manera. Todos saldr¨ªamos ganando con ello.
Ante la presencia de Ikea, el comerciante tiene dos caminos: tratar de impedirlo, como hace ahora, o buscar alternativas para atraer al cliente y ser competitivo. La primera nos devuelve al pasado, a la ¨¦poca de los aranceles; la segunda nos lleva directamente hacia el futuro. Las palabras de Berenguer pueden haber disgustado a los comerciantes, pero son de una ortodoxia econ¨®mica absoluta. Al comerciante -como ha dicho el presidente de la Competencia- no se le defiende con barreras artificiales; lo que necesita un comercio es innovaci¨®n, reducir costes y resultar atractivo para los clientes. Oponernos a la llegada de la competencia "lo ¨²nico que consigue es poner muletas a la ineficiencia. Y as¨ª, no vamos a ning¨²n sitio".
La crisis que vive el comercio alicantino -o una buena parte de ¨¦l- no es m¨¢s que el reflejo de otra crisis m¨¢s profunda: la de la propia ciudad. Bajo el gobierno de D¨ªaz Alperi, Alicante alcanz¨® un estado de lasitud permanente que se mantuvo inalterable durante varios a?os y del que todav¨ªa no alcanzamos a salir. Mientras otras poblaciones aprovechaban la bonanza econ¨®mica para desperezarse y ponerse al d¨ªa, Alicante entr¨® en un abandono y un conformismo cada vez m¨¢s acusado. Durante ese tiempo, no se hizo otra cosa que construir viviendas y aprobar el Plan Rabassa. Eso fue todo. Esa pol¨ªtica (?) que, vista en perspectiva, la juzgamos hoy como suicida, goz¨® en su momento del apoyo mayoritario del alicantino. Todo el mundo -o casi todo el mundo- estuvo de acuerdo con ella. El problema es que, tras el cambio en la alcald¨ªa, a¨²n no hemos visto un proyecto serio de trabajo para sacar adelante la ciudad. Por eso, seguimos reclamando muletas para nuestra ineficiencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.