El Gobierno plantea extender a todos los parados el contrato de 33 d¨ªas

La reforma laboral comienza a salir de la ambig¨¹edad que la ha caracterizado desde que empez¨® a negociarse. El Gobierno pretende extender pr¨¢cticamente a todos los parados el contrato indefinido con despido m¨¢s barato que ahora se aplica a colectivos de dif¨ªcil inserci¨®n laboral. Con la idea de incentivar al empresario a que realice contratos estables, el Ejecutivo propondr¨¢ a los agentes sociales eliminar las trabas que ahora existen a esa modalidad, con la idea de que para cualquier desempleado (puede establecerse el requisito de que lleve uno o dos meses registrado) acceda a ¨¦l.

Seg¨²n fuentes cercanas a la negociaci¨®n, los 33 d¨ªas se aplicar¨ªan tambi¨¦n a las conversiones de contratos temporales en fijos, el 40% de los indefinidos firmados cada mes. Eso implica generalizar el llamado contrato de fomento del empleo.

La principal promesa del Ejecutivo a los trabajadores desde que estall¨® la crisis ha sido no abaratar el despido. Formalmente este marco permite mantenerla, pues el contrato ordinario, con indemnizaci¨®n de 45 d¨ªas por a?o trabajado, no desaparece. El contrato de 33 d¨ªas se puede aplicar ahora a j¨®venes hasta 30 a?os, mujeres en sectores con menor representaci¨®n femenina, parados que lleven m¨¢s de seis meses inscritos, mayores de 45 a?os, discapacitados y trabajadores con cargas familiares. Aunque el espectro es ampl¨ªsimo, al final s¨®lo un 15% de los indefinidos son de este tipo.

Para implantar esa novedad se barajan dos f¨®rmulas: volver a fijar un periodo de tiempo en el que se pueda transformar autom¨¢ticamente un contrato temporal en uno indefinido barato o convertir en perpetua esa posibilidad. La primera opci¨®n es m¨¢s probable, pues anima las conversiones durante un tiempo, como se espera ocurra con la adquisici¨®n de vivienda ante la desaparici¨®n de la deducci¨®n para nuevas compras. El riesgo es que este se?uelo multiplique la contrataci¨®n temporal inicial para puestos estables, pues cualquier conversi¨®n puede acogerse a las condiciones ventajosas.

Los negociadores del Ministerio de Trabajo pretenden lanzar esa idea en la reuni¨®n que hoy celebran con sindicatos y patronal. El orden del d¨ªa es la dualidad entre fijos y temporales que caracteriza al mercado laboral, aunque la falta de concreci¨®n que ha reinado en encuentros anteriores siembra dudas sobre si finalmente lo plantear¨¢n con ese nivel de detalle.

El modelo no gustar¨¢ a los sindicatos, que desde el primer momento insisten en que las disfunciones del mercado no obedecen a los costes, ni de contrataci¨®n ni de despido. El propio l¨ªder de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, ha abogado recientemente por la desaparici¨®n del contrato de 33 d¨ªas.

Con la propuesta de extensi¨®n, el Gobierno asume que los costes de despido retraen al empresario a la hora de contratar y que, por tanto, rebajarlos animar¨¢ el mercado. Para acabar con la excesiva temporalidad (afecta a un 25% de los asalariados, aunque antes de la crisis llegaba a uno de cada tres) UGT y CC OO proponen penalizarla de alg¨²n modo, reducir el encadenamiento m¨¢ximo de contratos (ahora 24 meses) y vigilar m¨¢s estrictamente el cumplimiento de la ley.

La patronal estar¨¢ previsiblemente a favor, aunque juzgar¨¢ insuficiente la medida, pues apuesta por un contrato ¨²nico indefinido, con despido inferior a 33 d¨ªas, en la l¨ªnea que proponen los economistas del Grupo de los 100 o el Banco de Espa?a.