'La vida de los otros', en versi¨®n real
El Encuentro de Centros de Memoria Hist¨®rica evoca con testimonios y cifras la represi¨®n en la ex Europa comunista - Las atrocidades de la Stasi, al descubierto
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Ulrich M¨¹he muri¨® en 2007, tras haber rozado una sarc¨¢stica gloria. Un a?o antes hab¨ªa sido encumbrado por su interpretaci¨®n de un eficaz capit¨¢n de la Stasi, la ubicua polic¨ªa secreta de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que deb¨ªa espiar a una pareja de artistas. En el filme, La vida de los otros, el capit¨¢n lograba convertir a la espiada en esp¨ªa del r¨¦gimen. Una m¨¢s. La pel¨ªcula logr¨® el Oscar y miles de aplausos. M¨¹he estaba impresionante. Hasta aqu¨ª la gloria. ?Cu¨¢l era el sarcasmo? Que la primera esposa del actor hab¨ªa colaborado con la Stasi en el pasado.
Lo ¨²nico bueno de los archivos de la Stasi es que existen. Cualquier alem¨¢n tiene derecho a consultar si hay informaci¨®n sobre ¨¦l y qui¨¦n la proporcion¨®. Y vaya si quieren. M¨¢s de 2,6 millones de personas han escrutado los fondos para averiguar si fueron espiados y por qui¨¦nes desde que se abrieron los archivos del r¨¦gimen comunista, en 1992. Contra algunos temores apocal¨ªpticos, el ansia de saber no iba de la mano del af¨¢n de venganza. "No conocemos ni un solo acto violento de una v¨ªctima contra su acusador", dijo ayer Helge Heidemeyer, representante del Comisionado Federal de Documentos de la Stasi, en el II Encuentro Internacional de Centros de Memoria Hist¨®rica, que se celebra en Salamanca.
M¨¢s de 2,6 millones de alemanes han consultado ya los archivos de la Stasi
En 1989, 174.000 personas trabajaron para la polic¨ªa secreta de la RDA
Polonia no empez¨® a ajustar cuentas con su memoria hasta el a?o 2000
El r¨¦gimen rumano daba permisos de viaje por colaborar con la Securitate
La Stasi fue puntillosa, obsesiva. Puestos en fila, sus archivos ocupar¨ªan 51 kil¨®metros. En aquel universo cerrado que todo lo o¨ªa, la desconfianza se convirti¨® en un arma de supervivencia. "Enfrentarse al pasado a veces es doloroso y emotivo, pero pone su vida en sus manos. Ahora ya saben qui¨¦n espiaba y qui¨¦n no, pueden probar si han sido v¨ªctimas de la Stasi y rehabilitar su nombre si no colaboraron", cont¨® Heidemeyer.
Porque Alemania oriental pareci¨® durante unos a?os un pa¨ªs de esp¨ªas. Hasta 174.000 personas colaboraron con la polic¨ªa comunista en 1989, justo antes de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Ese mismo a?o, en Polonia, los "soplones" no llegaban a los 100.000, seg¨²n datos aportados ayer por Krzysztof Persak, del Instituto Nacional de la Memoria de Polonia.
El encuentro, que organiza por segunda ocasi¨®n el Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica, pone en su sitio a los archivos, un arma incontestable contra la reescritura hist¨®rica o la tentaci¨®n del silencio. Ya lo avis¨® el poeta Juan Gelman: "Desaparecen los dictadores de la escena y aparecen inmediatamente los organizadores del olvido". En las oficinas de la Stasi lo hicieron a la carrera destruyendo documentos y grabaciones con cualquier m¨¦todo. "Los quemaron, le echaron agua y tambi¨¦n los hicieron trizas con las manos, pero no fueron destruidos por completo", cont¨® Heidemeyer. Son el grupo de los "predestruidos". Ocupan unas 15.500 cajas. Ya han logrado rehacerse 40.000 p¨¢ginas. Gracias a lo recuperado se ha desenmascarado alg¨²n cargo parlamentario que negaba haber colaborado con la polic¨ªa secreta.
La transparencia del Comisionado Federal de Documentos de la Stasi sirvi¨® de gu¨ªa para otros pa¨ªses de pasado comunista como Polonia, que comenz¨® a ajustar cuentas con su historia reciente en 2000, con la creaci¨®n del Instituto Nacional de la Memoria. "Durante la transici¨®n se consider¨® agitadores a quienes ped¨ªan abrir los archivos y se destruyeron muchos documentos", cont¨® Krzysztof Persak, investigador e integrante de la Comisi¨®n para la Persecuci¨®n de Cr¨ªmenes contra la Naci¨®n Polaca.
El Instituto Nacional de la Memoria, adem¨¢s de custodiar 89 kil¨®metros de archivos de servicios represivos de la era comunista, promueve investigaciones penales y ha acusado a 400 personas por cr¨ªmenes, torturas o detenciones. "El problema es llevar ante la justicia a los jueces militares que firmaron condenas de muerte, porque se tapan entre ellos", lament¨® Persak.
Las deportaciones masivas a la URSS o las limpiezas ¨¦tnicas contra polacos cometidas por nacionalistas ucranios son algunos de los asuntos que investiga el instituto, cuyo director falleci¨® en el accidente a¨¦reo en el que perecieron numerosas autoridades de Polonia, incluido su presidente Lech Kaczynski, justo cuando viajaban hacia Rusia para participar en un acto de desagravio por la matanza de Katyn. La URSS, responsable de aquella matanza de 22.000 polacos, neg¨® su participaci¨®n e incluso permiti¨® que el tribunal de N¨²remberg juzgase por ello a varios oficiales nazis, finalmente, absueltos.
La farsa se destap¨® en 1990 gracias al presidente Mija¨ªl Gorbachov, que entreg¨® a su colega polaco Jaruzelski la lista de los fusilados y otros documentos. Las investigaciones iniciadas entonces se cortaron en seco en 2004, bajo el mandato de Putin, cuando se orden¨® declarar secreto de Estado 116 de los 183 tomos de la investigaci¨®n. De nuevo, los organizadores de olvido.
A veces reaparecen sobre terreno ganado. El Tribunal Constitucional de Rumania declar¨® inconstitucional la ley que desnudaba la represi¨®n del r¨¦gimen de Nicolae Ceausescu. "Conten¨ªa veneno", opin¨® el tribunal. Dragos Petrescu, del Consejo Nacional para el Estudio de los Archivos de la Securitate, desvel¨® la clave: "Los jueces del Constitucional necesitan tener m¨¢s de 15 a?os de experiencia. ?Hab¨ªan accedido durante el antiguo r¨¦gimen!". En Rumania, la colaboraci¨®n con la Securitate no era obligatoria, pero se incentivaba gracias al chantaje y a las prebendas como la autorizaci¨®n para viajar a Occidente. Lo vital y complejo que resultaba salir del pa¨ªs se aprecia con nitidez en la pel¨ªcula C¨®mo celebr¨¦ el fin del mundo (2006), en la que un ni?o de siete a?os, Lalalilu, planea asesinar al dictador para impedir que su hermana huya de Bucarest en 1989.
![Soldados de la RDA cargan con el cuerpo de Peter Fechter, a quien mataron ante el muro de Berl¨ªn.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G2AR2MI5LQDZTJFK6KJSAIRZGU.jpg?auth=ec154d4adb42b0b9d239bfbc83e66973315575a02af701d4bf6a2c008273711a&width=414)
Represi¨®n con nombres y apellidos
- Un encuentro internacional analiza en Salamanca el papel de los archivos para resarcir a las v¨ªctimas de las dictaduras comunistas
- Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. El Comisionado Federal de Documentos de la Stasi, que tiene 90 millones de euros y una plantilla de 1.700 trabajadores, guarda 31.000 grabaciones y 1,4 millones de documentos gr¨¢ficos captados por la Stasi.
- Polonia. El Instituto Nacional de la Memoria dispuso de 53 millones de euros en 2009. Emplea a 2.170 personas. Unas 200.000 personas han consultado los archivos de la represi¨®n.
- Rumania. El Consejo Nacional para el Estudio de los Archivos de la Securitate custodia 1,8 millones de vol¨²menes de los servicios secretos de entre 1945 y 1989.
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