Repetir y seleccionar o avanzar apoyando
Espa?a est¨¢, en algunos resultados educativos (por ejemplo, en la tasa de Abandono Educativo Temprano o AET), bastante alejada de los objetivos que marca la UE para sus Estados miembros, mientras que en otros (niveles de escolarizaci¨®n a los cuatro a?os o tasa de titulados superiores) no s¨®lo alcanza los objetivos actuales de la UE sino incluso los que marca para 2020. Presentan AET los j¨®venes de 18 a 24 a?os que no tienen un t¨ªtulo de secundaria postobligatoria y no est¨¢n estudiando. La importancia de este indicador radica en que quienes lo integran llegan al mundo laboral sin una m¨ªnima cualificaci¨®n, con escasas expectativas profesionales a nivel personal y, adem¨¢s, socialmente son un freno en la evoluci¨®n hacia la sociedad del conocimiento.
En Espa?a, durante el decenio 2000-2009, la tasa de AET se ha incrementado en 1,6 puntos porcentuales en lugar de reducirse, llegando a alcanzar el 31,2% en 2009, un valor muy alejado del 15% objetivo de la UE; aunque este dato hay que matizarlo: la tasa de AET se redujo durante el decenio tanto para la poblaci¨®n espa?ola como para la poblaci¨®n extranjera aunque, debido a la mayor tasa de este ¨²ltimo colectivo, as¨ª como a su creciente peso sobre la poblaci¨®n total en Espa?a, el efecto para el conjunto haya sido de subida.
Los j¨®venes de 18 a 24 a?os que abandonan se pueden clasificar en dos grupos:
a) Los que no tienen ni siquiera el t¨ªtulo de Graduado en Secundaria (ESO) que, seg¨²n datos de la EPA, se pueden cifrar en el 12% (aunque los que no titulan cada a?o son un porcentaje superior; de estos, los que no abandonan repiten y una parte obtienen el t¨ªtulo en una segunda oportunidad); y b) Los que teniendo el t¨ªtulo de ESO han optado por no continuar estudiando o han abandonado antes de obtener un t¨ªtulo de postobligatoria, que representan el restante 19,2%; a ¨¦stos habr¨ªa que facilitarles que siguieran estudiando (mediante becas, plazas de FP, etc¨¦tera).
La repetici¨®n es la medida educativa m¨¢s destacada en nuestro sistema educativo. Un 16% de quienes se incorporan a la ESO ya han repetido en Primaria; a lo largo de la ESO repiten un promedio del 19% en cualquiera de los cursos (con un tope de dos veces en la etapa). Pero la repetici¨®n:
-Es una medida cara; su coste, s¨®lo para la ESO, alcanza los 2.100 millones de euros anuales (comp¨¢rese con los 590 millones que ofrece el MEC para el Pacto Educativo); es, cada curso, el trabajo de 35.000 profesores en 14.500 grupos de alumnos,
-Es una medida que impide que accedan a otras medidas educativas (programas de diversificaci¨®n curricular, de alto ¨¦xito) los alumnos que ya acaban 2? con 16 a?os y se van del sistema: hay un 12% de alumnos de 16 a?os desescolarizado,
-Es una medida que carga en exceso la responsabilidad del fracaso en el alumno (y su familia) y reduce el papel del profesorado a un mero notario del nivel alcanzado por el alumno: si no llega, pues repite;
-La poblaci¨®n que presenta AET est¨¢ conformada, fundamentalmente, por personas que han sido repetidores alguna vez; y todos aquellos que lo han sido dos veces se encuentran en este grupo;
-Es una medida ineficiente: se usa cuando los problemas son dif¨ªcilmente resolubles, sin estar al final de una escala graduada de medidas, m¨¢s baratas y menos traum¨¢ticas; no asegura un porcentaje de promoci¨®n por encima del de los no repetidores; est¨¢ a la base de nuestro estancamiento y fracaso en el AET.
-Madrid (con muchos repetidores) es la comunidad en la que m¨¢s ha crecido, en este decenio, la tasa de abandono educativo temprano (tambi¨¦n para el colectivo de los alumnos espa?oles).
?Hay alternativas a esta medida de la repetici¨®n? El uso de la repetici¨®n, que es minoritaria en la UE e inexistente en alguno de los pa¨ªses que presentan mejores resultados educativos, est¨¢ muy asentado entre el profesorado espa?ol. El necesario cambio debe venir de la formaci¨®n del profesorado en la aplicaci¨®n de otras muchas medidas a la escala de los problemas detectados y desde su primera constataci¨®n: desde la educaci¨®n primaria o, incluso, desde la infantil y no al final del curso; de una mayor autonom¨ªa -y control social- de la aplicaci¨®n de estas medidas; de un mayor compromiso de toda la comunidad educativa -tambi¨¦n los padres, los alumnos y de la Administraci¨®n- con estas nuevas medidas. Dinero en la repetici¨®n hay mucho, demasiado. Se trata de usarlo en medidas m¨¢s eficaces. Empezando por medidas de apoyo y refuerzo en Primaria que eviten que ning¨²n alumno se quede rezagado ni tenga secuelas en 1? y 2? de la ESO; los programas de diversificaci¨®n en la ESO, PROA, refuerzos, apoyos, etc¨¦tera, tambi¨¦n van en esa direcci¨®n. En la Memoria para el Pacto, para estas medidas alternativas (en Primaria y ESO) se proponen 188 millones: la mitad del coste de la actual repetici¨®n en Primaria. Hay que avanzar.
Manuel de la Cruz es director del Observatorio Social de la Educaci¨®n de Espa?a, de la Fundaci¨®n 1? Mayo de CC OO. Miguel Recio dirige el Observatorio Madrile?o de la Calidad de la Educaci¨®n.
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