De profesi¨®n, 'dj' de bodas

Ser dj de bodas es una profesi¨®n de riesgo. Existe una teor¨ªa infalible para comprobar el nivel de riesgo: si la barra libre se extiende m¨¢s all¨¢ de las cinco horas, peligro. No falla. Lo afirman todos los dj consultados. Y para constatarlo, ofrecen ejemplos.

David Morales, pinchadiscos de 29 a?os, es el responsable de la empresa Animusic, que se dedica a amenizar enlaces matrimoniales: "Era una ceremonia tranquila hasta que a uno de los invitados se le ocurri¨® jugar al lanzamiento de benjamines [botellas peque?as de cava]. Los tiraba al aire abiertos y en direcci¨®n al dj. Aparte de que pod¨ªa abrirme la cabeza, derramaba todo el l¨ªquido y ca¨ªa en el equipo de m¨²sica, que est¨¢ valorado en 300.000 euros. Tuve que ir a hablar con los novios para que aquello parara".

Hay que encontrar melod¨ªas adecuadas incluso para la hora del postre

El c¨®ctel se nutre de m¨²sica relajante, canciones 'chill out' y bandas sonoras

Dato que conviene recordar: el dj suele ser el ¨²nico elemento sobrio en una fiesta que normalmente supera los dos centenares de personas. Psicolog¨ªa, mucha psicolog¨ªa. ?Tambi¨¦n para seleccionar la m¨²sica?

Hay un concepto en auge que se llama "personalizar la m¨²sica de la boda". Consiste en que los novios seleccionen las canciones que quieren que suenen en "su d¨ªa" para que las pinche un profesional. "Normalmente, esto pasa en la entrada y la salida de los contrayentes, ya sea en la iglesia o en el juzgado. La chica es la que pone m¨¢s empe?o en esta fase. Un cl¨¢sico a la entrada es Amor eterno, de Il Divo. Para la salida los novios prefieren piezas m¨¢s desenfadadas, la t¨ªpica canci¨®n de la pareja. ?Un ejemplo? Puede ser, de El Canto del Loco y Amaia Montero, o (Everything I do) I do it for you, de Bryan Adams", informa Jorge Casado, de 23 a?os, cinco de ellos dedicados a poner m¨²sica en bodas.

Cada fase del enlace tiene su ambiente. El c¨®ctel, por ejemplo, se nutre de melod¨ªas relajantes, canciones chill out como los discos del Caf¨¦ del Mar (el popular local ibicenco). O bandas sonoras, como Gladiator, El diario de Bridget Jones o Love actually. "Tanto en el c¨®ctel como en el banquete no conviene que la m¨²sica sea la protagonista. La gente est¨¢ hablando y esa conversaci¨®n no debe tener distorsiones. Y si alguna vez se hace un silencio ah¨ª est¨¢ la m¨²sica para que esos segundos sean agradables", comenta el pinchadiscos Iv¨¢n Bezo, de 30 a?os.

Hay algunos que afinan mucho, hasta encontrar unas melod¨ªas adecuadas incluso para la hora del postre. Morales: "El banquete ha terminado. Est¨¢ bien poner un disco de transici¨®n, que anuncie que lo siguiente es m¨¢s animado. Para este momento funciona bien Sagi Rei, un cantante que hace versiones de temas disco de los setenta en lectura ac¨²stica".

Finalizadas las viandas, llega la juerga. Javier Gasc¨® es un madrile?o de 34 a?os que pincha habitualmente en bodas de la regi¨®n: "?ltimamente se da la circunstancia de que los novios quieren controlar toda la m¨²sica. Como son treinta?eros eligen canciones de su ¨¦poca, como H¨¦roes del Silencio y Mago de Oz. Pero luego no resulta, porque el resto de los invitados no bailan esas canciones. La gente quiere pachanga, temas muy conocidos". Para esta primera parte de la discoteca hay que prestar especial atenci¨®n a la gente mayor. "Es la primera que se va, as¨ª que hay que dedicarles la primera hora con, sobre todo, pasodobles. Pero, cuidado, porque se puede echar a los m¨¢s j¨®venes, as¨ª que hay que intercalarlos con cosas de los sesenta, como Los Brincos y Los Bravos, o salsa", asegura el dj Jorge Casado.

?Tres canciones infalibles? DJ Javi (Javier Gasc¨®) lo tiene claro: "No rompas m¨¢s mi pobre coraz¨®n, de Coyote Dax; Fiesta, de Raffaella Carr¨¢, y la inefable Paquito el chocolatero". Una vez se han retirado los mayores reina el pop espa?ol, sobre todo en las ceremonias que se celebran en Madrid. "Canciones como D¨¦jame, de Los Secretos; Chiquilla, de Seguridad Social, o Sufre mam¨®n, de Hombres G, son muy del gusto de los madrile?os", comenta el pincha Iv¨¢n Bezo.

No hay dudas sobre la canci¨®n actual que no falta en la fase m¨¢s jaranera de la boda: I gotta feeling, de Black Eyed Peas. Roberto Fornigo, 38 a?os, que se presenta como DJ Rob, es especialista en m¨²sica negra: "Pero un pinchadiscos de bodas debe ser flexible y atender a las peticiones de los invitados. Es imposible no acertar con Billy Jean, de Michael Jackson, o con I will survive, de Gloria Gaynor, y eso tambi¨¦n es m¨²sica negra de calidad".

Cobran unos 700 euros por cinco horas, se llevan alrededor de 5.000 canciones (para poner cerca de 100) y siempre se presentan con traje. Ah, y son muy agradecidos: si les ofrecen un refresco, lo aceptan.