Los agentes sociales temen un alud de casos de enfermedad profesional
Gobierno, patronal y centrales inician los estudios para aumentar la prevenci¨®n
La verdadera dimensi¨®n de las enfermedades profesionales supone todav¨ªa un misterio en Euskadi. Esta situaci¨®n se produce en toda Espa?a, pero se acent¨²a en el Pa¨ªs Vasco al ser una de las comunidades m¨¢s industriales. Las cifras oficiales de la Administraci¨®n dibujan un mapa de riesgos virtual que, como en el caso de la siniestralidad oficial -cerca de la mitad de la real-, guarda un parentesco lejano con la realidad. Aunque su cuantificaci¨®n resulta m¨¢s complicada que la siniestralidad porque muchas dolencias que figuran en el listado de las enfermedades profesionales pueden tener un origen o un desarrollo desvinculado del lugar de trabajo, la estad¨ªstica oficial no resulta cre¨ªble. Los datos de Empleo s¨®lo registran un caso de muerte por enfermedad profesional y 24 heridos graves entre 2001 y el pasado mes de febrero.
Osalan recalca que la prevenci¨®n "va a mejorar la salud y ahorrar dinero"
Empleo s¨®lo registra una muerte por enfermedad laboral desde el a?o 2001
Todos los agentes sociales reconocen que la realidad es muy otra. "Son decenas las personas que han muerto y que ya han sido reconocidas por la Seguridad Social, cientos los que pelean en los juzgados para que se reconozcan sus casos y miles los que est¨¢n por venir", coinciden fuentes sindicales y del Departamento de Empleo, que dirige Gemma Zabaleta.
La patronal Confebask tambi¨¦n es consciente de que est¨¢n por aflorar muchos casos de enfermedades derivadas de productos como el amianto o el polvo de s¨ªlice. Por esa raz¨®n, las mesas de di¨¢logo social, en las que se sientan Gobierno, patronal y sindicatos, van a comenzar a trabajar en breve para buscar acuerdos espec¨ªficos en esta materia que supongan un avance en la prevenci¨®n de las enfermedades profesionales. Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, se encuentra adem¨¢s elaborando un mapa sobre este tipo de dolencias, vincul¨¢ndolas a las empresas y las zonas en que se producen, para dar pistas a los servicios sanitarios. Adem¨¢s, est¨¢ investigando el coste que tiene para Osakidetza el tratamiento de las enfermedades profesionales, pero que son consideradas como comunes, coste que deber¨ªa de ser imputado a las mutuas.
"La prevenci¨®n va a evitar muchas muertes y va a mejorar la salud en general de los trabajadores, pero adem¨¢s va a ahorrar mucho dinero a la sanidad p¨²blica", declara a EL PA?S la directora de Osalan, Pilar Collantes. "Trabajar en la prevenci¨®n no es hacer an¨¢lisis de colesterol; es que cada empresa sepa exactamente cu¨¢les son los riesgos asociados a cada actividad y trabaje en la prevenci¨®n de esos riesgos", a?ade.
El caso m¨¢s ilustrativo de las consecuencias de ese desconocimiento es el de una marmoler¨ªa de Vizcaya en que han enfermado de silicosis seis de sus once trabajadores por manipular y cortar encimeras de cocinas con un alto contenido en silicatos de silicio, como desvel¨® este peri¨®dico a comienzos de abril. La empresa ten¨ªa contratado un servicio externo de prevenci¨®n, pero no hab¨ªa evaluado ese riesgo, en parte porque el fabricante de las marcas Silestone y Caesarstone, con las que trabajaba desde 1991, no inform¨® de la composici¨®n del producto hasta 2005 y de su peligrosidad no habl¨® hasta el a?o pasado.
Este caso no ha hecho m¨¢s que despertar otra vez la conciencia de que algo se est¨¢ haciendo mal en la detecci¨®n de las enfermedades asociadas a la actividad laboral y de que las cifras oficiales apenas si representan la punta del iceberg de un problema que en los pr¨®ximos a?os se va a disparar.
En Finlandia, por ejemplo, el 24,5% de los asalariados sufren patolog¨ªas asociadas al trabajo y en B¨¦lgica, el 11,7%. En Espa?a se queda en el 5,8% seg¨²n el ¨²ltimo informe de Eurostat, de 2007.
"El problema es que aqu¨ª no se diagnostican, y que se tratan como comunes muchas que son profesionales", critica el secretariode Salud Laboral de CC OO de Euskadi, Jes¨²s Uzkudun.
El que una enfermedad sea diagnosticada como com¨²n en lugar de como profesional tiene consecuencias para el afectado. El trabajador recibe un subsidio menor si la dolencia que padece se reconoce como com¨²n (en torno al 60% de su base salarial) que si es profesional (casi el 75%).
En las deficiencias de diagnostico tambi¨¦n influyen las normativas. La patronal Confebask cree que "ser¨ªa necesario atemperar los requisitos legales para vigilar la salud de los trabajadores. No se trata de ser menos exigente con el tratamiento de la salud, sino con los requisitos para los m¨¦dicos".
La normativa que emana de la Ley de Prevenci¨®n fue completada en Euskadi con un decreto de 1999 que endureci¨® el r¨¦gimen de incompatibilidad de los m¨¦dicos de trabajo. "Esto entorpece, complica y encarece la contrataci¨®n de ese tipo de servicios", explica el director de Relaciones Laborales de Confebask, Jon Bilbao.
La ley atribuye a las empresas la responsabilidad de la salud de sus empleados, pero han de ser servicios externos los que, en funci¨®n de los riesgos de cada factor¨ªa, hagan el seguimiento y eval¨²en el estado de los trabajadores. "No hay ninguna discrepancia con los sindicatos en que hay que dar con los mecanismos necesarios para que ese trabajo m¨¦dico sea lo m¨¢s efectivo", agrega Bilbao.
Confebask propondr¨¢ en la mesa de di¨¢logo centrarse en las patolog¨ªas m¨¢s peligrosas y comunes y desarrollar programas como el de prevenci¨®n de ca¨ªdas en altura para el amianto o la silicosis. Adem¨¢s, intentar¨¢ avanzar hacia un escenario en el que un m¨¦dico de empresa pueda supervisar varios equipos.
"Es cierto que faltan m¨¦dicos de empresa" reconoce UGT. Sin embargo, para CC OO ello s¨®lo es parte del problema. "Lo que hay que lograr es que las firmas de prevenci¨®n se pongan las pilas y cuenten lo que ven, que no pase como con la marmoler¨ªa de Vizcaya", explica Uzkudun.
CC OO va a pedir en la mesa de di¨¢logo, a la que no se sientan ni ELA ni LAB, una regulaci¨®n espec¨ªfica para las empresas de prevenci¨®n. "Si no comunican lo que ven a la autoridad de salud laboral habr¨ªa que atribuirles el pago del recargo de las prestaciones. Creo que hay que empezar a pedir responsabilidades no al gerente de la empresa de prevenci¨®n, sino al m¨¦dico que firma las revisiones. Alguno va a ir a la c¨¢rcel", apunta Uzkudun.
Osalan ha comenzado a reactivar los protocolos de actuaci¨®n con los servicios m¨¦dicos de atenci¨®n primaria, para que estos se pongan serio a dar alertas cuando sospechen de que un paciente padece alguna patolog¨ªa relacionada con su puesto de trabajo.
"El amianto es un asesino en serie"
Eusebio Pagola tiene 67 a?os, un c¨¢ncer de pulm¨®n y una silla de ruedas el¨¦ctrica. Nacido en Puente la Reina (Navarra), desarroll¨® casi toda su vida profesional en Vizcaya, trabajando en la empresa Montero Kaefer entre barcos y tuber¨ªas envueltas en un magn¨ªfico aislante, pero muy peligroso: el amianto. "Es un asesino en serie. De mis compa?eros, que yo sepa, han muerto 42 seguramente por el povo de amianto, y van a venir muchos m¨¢s", dice pausadamente Pagola, con dificultades para respirar.
El amianto lleg¨® a Euskadi por toneladas y no empez¨® a desaparecer de la escena industrial hasta finales de la d¨¦cada de los ochenta, aunque todav¨ªa sigue presente en muchas instalaciones industriales.
Sin embargo, de donde no se puede eliminar es de los pulmones de los miles de trabajadores que lo aspiraron sin saber que el amianto puede producir mesoteliomas de pulm¨®n, un tipo de c¨¢ncer que tarde o temprano resulta mortal. "No se cuanto tiempo voy a vivir. Gracias a Dios, mi c¨¢ncer va despacio. A otros compa?eros les ahoga muy r¨¢pido. Vivir con esta incertidumbre es terrible", describe Pagola.
Recuerda cuando en 1971 llegaban camiones con sacos de amianto. "Tras bajarlos est¨¢bamos blancos como panaderos y com¨ªamos con el mismo buzo, muchas veces sobre los sacos".
Este afectado por el asbesto aplaca el dolor que le producen las numerosas lesiones internas derivadas de su c¨¢ncer con una bomba de morfina cnectada a su costado. Jubilado forzosamente, dedica la poca salud que le queda a reclamar mejoras para los enfermos a trav¨¦s de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Amianto en Euskadi, que ya cuenta con unos 300 afiliados.
Su jubilaci¨®n se registr¨® como debida a una enfermedad com¨²n, no como profesional. "Empec¨¦ mi lucha con 55 a?os, pero me dijeron los abogados que era muy dificil lo del amianto. En el a?o 1998, ya me dieron la invalidez por enfermedad com¨²n, pero la profesional no me la reconocieron hasta 2006 gracias a la doctora Maite L¨®pez, del Hospital de Basurto".
La Seguridad Social reconoci¨® el origen profesional de su enfermedad gracias al informe m¨¦dico. Pagola emplez¨® a pleitear despu¨¦s contra Montero Kaefer, demandando a la empresa un recargo de prestaciones, es decir, que la compa?¨ªa asuma parte de su pensi¨®n por la responsabilidad en su enfermedad. Sin embargo, es posible que no llegue a ver el final de la historia. Si el juez de lo Social falla a su favor, la empresa previsiblemente recurrir¨¢ y volver¨¢ a reclamar ante el Tribunal Supremo si el Superior no le da la raz¨®n. "No es justo. Es un proceso tremendo. Mucha gente se deprime ante esta perspectiva. La reclamaci¨®n de las enfermedades profesionales es lamentable", critica el jubilado. Su asociaci¨®n de afectados reclama un fondo de compensaci¨®n para acelerar todos esos tr¨¢mites.
El sistema de Osakidetza
Osakidetza dispondr¨¢ este a?o de un sistema inform¨¢tico plenamente operativo que proporcionar¨¢ indicaciones a cada m¨¦dico de cabecera sobre la posibilidad de que se encuentre ante un caso de enfermedad profesional.
El nuevo sistema, que se est¨¢ puliendo y probando para comprobar sus posibles fallos, incorporar¨¢ una serie de preguntas espec¨ªficas para los pacientes cuando sus s¨ªntomas coincidan con los de alguna de las enfermedades profesionales incluidas en el listado oficial.
Si el paciente responde afirmativamente a las preguntas, el propio sistema inform¨¢tico remitir¨¢ una serie de alertas, primero a Osalan y, en ocasiones, tambi¨¦n a la Inspecci¨®n de Trabajo, para que eval¨²en la situaci¨®n, en el caso de las dolencias m¨¢s graves.
Dada la falta de una cultura en los servicios sanitarios de base de investigaci¨®n de los posibles casos de dolencias asociadas al puesto de trabajo, Osalan quiere aprovechar la implantaci¨®n del sistema inform¨¢tico para formar a los profesionales y que empiecen a pensar en t¨¦rminos de prevenci¨®n. La implantaci¨®n de ese sistema, junto al historial m¨¦dico laboral que quiere poner en marcha el departamento, "van a ayudar a la prevenci¨®n", sostiene Osalan.
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