Dos buenas noticias
El a?o pr¨®ximo se van a celebrar elecciones locales. Son elecciones que se celebran simult¨¢neamente en todo el territorio del Estado y desde este punto de vista, pero ¨²nicamente desde este punto de vista, son tambi¨¦n elecciones generales. En las elecciones locales no se puede perder nunca de vista que no hay un cuerpo electoral ¨²nico, como en las elecciones generales, sino que hay tantos cuerpos electorales como municipios. En las elecciones generales se produce una s¨ªntesis del conjunto de la sociedad, a trav¨¦s de la cual ¨¦sta se autodirige pol¨ªticamente. En las elecciones municipales se producen millares de s¨ªntesis pol¨ªticas, aut¨®noma cada una de ellas respecto de las dem¨¢s.
Esta es la raz¨®n por la que los problemas que se plantean en las elecciones generales y en las locales son distintos. El voto de los emigrantes no plantea problemas graves desde el punto de vista de las elecciones generales y s¨ª los ha planteado en las locales. Es l¨®gico que quien tiene la condici¨®n de ciudadano espa?ol participe en las elecciones generales, aunque no resida en Espa?a. No lo es que quien no tiene relaci¨®n de vecindad participe en las elecciones municipales. Dado que, adem¨¢s, con un muy peque?o n¨²mero de sufragios se puede decidir la mayor¨ªa en un buen n¨²mero de municipios de manera directa y de manera indirecta en las Diputaciones provinciales, hay una base objetiva de incitaci¨®n al fraude en el voto de los emigrantes en este tipo de consulta. Tenemos experiencia de ello. De ah¨ª que sea m¨¢s que razonable que el Congreso haya dado el paso de excluir a los emigrantes de las elecciones municipales. No est¨¢ de m¨¢s recordar que Jaume Matas estuvo acusado de fraude electoral en las elecciones municipales de 1999 en las Islas Baleares y que ¨²nicamente la intervenci¨®n del entonces fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, impidi¨® que fuera procesado por ello. Garantizar la limpieza del proceso electoral en todo tipo de consultas es lo primero que debe exigirse y esta reforma contribuye a ello. Se trata, pues, de una buena noticia.
Buena noticia, que no viene sola, sino acompa?ada por otra, que tambi¨¦n trata de dar respuesta a un problema que viene lastrando desde hace mucho tiempo al sistema electoral local: el problema del transfuguismo.
El transfuguismo ha sido un problema poco relevante en el nivel estatal o auton¨®mico de nuestra f¨®rmula de gobierno, pero s¨ª lo ha sido en el nivel municipal. Aunque se le ha intentado hacer frente con pactos entre los partidos, es obvio que no se ha conseguido a trav¨¦s de ellos lo que se persegu¨ªa. Por unos motivos u otros, las excepciones siempre se han impuesto a la norma. De ah¨ª que la intervenci¨®n del legislador para encontrar una respuesta al problema sea m¨¢s que razonable.
Como es sabido, el transfuguismo opera a trav¨¦s de la moci¨®n de censura mediante la cual se destituye al alcalde y se le sustituye por otro concejal con el apoyo de los concejales tr¨¢nsfugas, a trav¨¦s de los cuales se obtiene la mayor¨ªa absoluta necesaria para que la moci¨®n de censura prospere. La f¨®rmula ideada es la de exigir un voto adicional por cada tr¨¢nsfuga que respalde una moci¨®n de censura. Es una f¨®rmula ingeniosa. Puesto que la ley no puede privar al tr¨¢nsfuga de la condici¨®n de concejal, ya que el Tribunal Constitucional declar¨® que tal privaci¨®n es anticonstitucional, lo que se intenta es neutralizarlo para alterar la mayor¨ªa de gobierno que sali¨® de las elecciones. S¨®lo cabe esperar que la f¨®rmula sea efectiva en la pr¨¢ctica y que no tengamos que volver a avergonzarnos con los casos de transfuguismo que hemos conocido en el pasado. Otra buena noticia.
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