"Gracias por dejarme agarrar a la vida"
Jos¨¦ Tom¨¢s sale del hospital para recuperarse en su casa de Aguascalientes - Los m¨¦dicos mexicanos pronostican que estar¨¢ "tres o cuatro meses" sin torear
Flaco pero con buen semblante, en silla de ruedas pero sin gestos de postraci¨®n, Jos¨¦ Tom¨¢s dej¨® ayer atr¨¢s a Navegante, el toro que le parti¨® la femoral el s¨¢bado 24 de abril. Y, al salir del hospital Miguel Hidalgo, en donde permaneci¨® ingresado una semana, agradeci¨® a todos los que participaron en su recuperaci¨®n y en particular a quienes desde el ruedo mismo de la Monumental de esta ciudad le auxiliaron tras el percance. "Soy consciente de que hoy estoy aqu¨ª gracias a esas manos tan oportunas que en el ruedo taponaron mi herida, al equipo m¨¦dico que me atendi¨® con decisi¨®n y profesionalidad desde el primer momento, a los doctores Alfredo Ruiz (cirujano) y Juan Carlos Ram¨ªrez (cardi¨®logo), sin ellos no me hubiera podido agarrar a la vida con la fuerza que me agarr¨¦, y por supuesto a la Virgen de Guadalupe", dijo ayer el diestro a las puertas del hospital con unos folios en la mano.
"Esa cornada era mortal", dice el cirujano que atendi¨® al diestro
La silla de ruedas del matador era empujada por su m¨¦dico, el doctor Rogelio P¨¦rez Cano, "mi ¨¢ngel de la guarda", seg¨²n lo describi¨® ayer Jos¨¦ Tom¨¢s. El torero esper¨® unos segundos a que el enjambre de fot¨®grafos y c¨¢maras se acomodaran antes de declararse mexicano. "Hace unos d¨ªas dec¨ªa, aqu¨ª mismo en Aguascalientes, que en esta tierra me hice torero, aqu¨ª recib¨ª mi primera cornada grave, desde entonces llevo sangre mexicana en mis venas, me siento mexicano de adopci¨®n, este discurso ha sido superado por los ¨²ltimos acontecimientos. Ayer, M¨¦xico, mezcl¨¦ mi sangre, toda mi sangre con tu tierra, ayer recib¨ª la sangre de tu pueblo, no se puede uno sentir m¨¢s agradecido y m¨¢s mexicano".
La propinada por Navegante es la cuarta cornada de Jos¨¦ Tom¨¢s que le toca curar al doctor Enrique Gonz¨¢lez Careaga, parte del cuerpo m¨¦dico taurino de esta ciudad. Estuvo la tarde del 22 mayo de 1994, su bautizo de sangre, tambi¨¦n en la pierna izquierda. Lo recibi¨® luego de que lo empitonaran en una pierna, en la Nuevo Progreso de Guadalajara, hace un par de a?os. Y lo curaba a domicilio cuando regres¨® con el escroto rasgado, luego de una tienta en Quer¨¦taro. "Esa vez, ante la inflamaci¨®n, quise bromear. 'Pues qu¨¦ presumido, Jos¨¦', ¨¦l como siempre, serio, tranquilo. Sabe usted, nunca le he escuchado una queja, un lamento. Nunca. Aunque en esta ocasi¨®n s¨ª me preocup¨¦".
Gonz¨¢lez Careaga camina por las calles de Triana, oficialmente llamado Barrio del Encino, el caser¨ªo taurino de Aguascalientes. "Cuando por fin lo vi consciente tras la operaci¨®n, todav¨ªa ten¨ªa ¨¦l los tubos para respirar, le dije: 'Ora s¨ª me asustaste, Jos¨¦'. 'S¨ª, verdad', me contest¨®. Pero de ah¨ª en m¨¢s, sereno como siempre".
Ayer, al abandonar el hospital, el ¨²nico momento en que Tom¨¢s improvis¨® fue cuando busc¨® a sus doctores mexicanos para decirles, sin los ojos en el texto que hab¨ªa preparado, "gracias". Gonz¨¢lez Careaga subraya tanto la habilidad del cirujano Alfredo Ruiz, como su determinaci¨®n para impedir que el torero fuera trasladado sin lograr estabilizar sus constantes vitales. "Ese s¨¢bado hab¨ªa demasiadas voces en la enfermer¨ªa, todo mundo queriendo opinar, dec¨ªan: 'Hay que llev¨¢rselo'. Ruiz fue contundente: 'No. No, sin antes estabilizarlo'. Si lo hubi¨¦ramos movido...", el doctor que hered¨® de su padre oficio y afici¨®n se queda callado unos segundos y luego cuestiona: "?Cu¨¢ntos toreros han sobrevivido a cornadas en la femoral? ?sta era mortal".
A¨²n no se ha decidido si la convalecencia de Tom¨¢s, que estar¨¢ seg¨²n los m¨¦dicos "tres o cuatro meses sin torear", ser¨¢ en su domicilio de esta ciudad o en otra parte. Aqu¨ª tiene casa y querencia. Pas¨® por la escuela taurina de Aguascalientes, y hasta hace poco era de lo m¨¢s habitual encontr¨¢rselo por las calles. La noche del percance, cuando se dijo que se requer¨ªa sangre para transfundirle, a las puertas del hospital llegaban ricos y pobres, mariachis y maletillas, famosos y desconocidos a ofrecerse como donantes. Ayer, el matador aprovech¨® para "hacer un llamamiento a que la gente done su sangre", pues revel¨® que en su caso fueron cientos los que se presentaron.
Reacio siempre a encontrarse con la prensa, ayer en cambio Tom¨¢s fue el que pidi¨® la comparecencia. Ten¨ªa ganas de agradecer: a los ciudadanos de M¨¦xico, Espa?a y todo el mundo... "Gracias a todos, gracias a todos, os llevo en el coraz¨®n". Luego, sin mayor esfuerzo, se puso del lado del copiloto de la furgoneta blanca que les esperaba a pocos metros y con una sonrisa se despidi¨®.
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