A la caza del tesoro de la Duquesa Roja
Los hijos de la arist¨®crata y la Fundaci¨®n Casa de Medina-Sidonia se disputan su legado - La Junta de Andaluc¨ªa defiende los seis millones de documentos del archivo
La Duquesa Roja forma parte ya de la leyenda. Su car¨¢cter fue ind¨®mito. Durante su vida defendi¨® la libertad como una divisa. La sangre de sus antepasados, con cuyos nombres se podr¨ªa llenar un ¨¢rbol geneal¨®gico gigantesco, pareci¨® dotarla de ese orgullo que el novelista franc¨¦s Stendhal defin¨ªa como t¨ªpicamente espa?ol. Pero en esta mujer rebelde primaba, sobre todo, el amor a la libertad. La suya era una pasi¨®n que podr¨ªan haber compartido El Cid o El Empecinado. Luisa Isabel ?lvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina-Sidonia (este era el nombre aut¨¦ntico de la Duquesa Roja), muri¨® en 2008 en su domicilio de Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz).
Su fallecimiento llen¨® de pesar a muchas personas, que recordaban su lucha contra la dictadura franquista. Pero la arist¨®crata no se casaba con nadie. Y cuando los espa?oles apostaron por la democracia, la Duquesa Roja continu¨® firme en su defensa de la libertad mientras rechazaba cualquier veleidad totalitaria.
El archivo detalla muchos aspectos de los reinados de Carlos V y Felipe II
"Mi madre estaba mal de la cabeza", afirma uno de los hijos de la noble
Los tres hermanos quieren "un 54% de la fundaci¨®n", seg¨²n Gabriel
Luisa Isabel ?lvarez de Toledo y Maura dej¨® un tesoro formidable tras su muerte: la Fundaci¨®n Casa de Medina-Sidonia, enclavada en el palacio del mismo nombre en Sanl¨²car de Barrameda. El palacio de MedinaSidonia -monumento hist¨®rico-art¨ªstico desde 1978- guarda un archivo privado de una riqueza documental impresionante. El archivo constituye una rica fuente de informaci¨®n sobre la Edad Media y los reinados de Carlos V y Felipe II (el monarca sobre cuyo imperio no se pon¨ªa el sol). El archivo de la fundaci¨®n tiene m¨¢s de seis millones de documentos (el m¨¢s antiguo est¨¢ fechado en 1228).
El legado de la duquesa ha dado origen a un intrincado conflicto jur¨ªdico en el que se enfrentan la Junta de Andaluc¨ªa, la viuda de la arist¨®crata y presidenta de la Fundaci¨®n Casa de Medina-Sidonia, Liliana Dahlmann, y los propios hijos de la Duquesa Roja, entre otros. Luisa Isabel ?lvarez de Toledo eligi¨® como albaceas a Ana y Urquiola de Palacio, que diri-gen el despacho de abogados Palacio & Asociados en Madrid. Este diario intent¨® conversar, sin ¨¦xito, sobre este asunto con Urquiola de Palacio. Con todo, es obvio que las hermanas Palacio forman parte de una historia que, seg¨²n pasan los meses, adquiere tintes novelescos. Un tesoro fundamental para los historiadores y los defensores del patrimonio andaluz est¨¢ en el centro de un con-flicto en torno al cual se mueven millones de euros.
La Fundaci¨®n Casa de Medina-Sidonia, que es propietaria del palacio y sus tesoros documentales, se cre¨® en 1990. En su patronato est¨¢n representados la Junta de Andaluc¨ªa, el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Sanl¨²car de Barrameda y la Diputaci¨®n de C¨¢diz.
Gabriel Gonz¨¢lez de Gregorio, uno de los tres hijos de la duquesa (los otros dos son Leoncio y Pilar), conserva muchos recuerdos de su madre. "Mi madre era muy intensa. Leoncio, Pilar y yo conocimos a nuestra madre m¨¢s que muchos otros hijos que creen que conocen a sus padres. Nos tuvimos que chupar y soportar la c¨¢rcel y el exilio de nuestra madre. Hab¨ªa personas que nos maltrataban por ser hijos de la Duquesa Roja. Pilar era la favorita de nuestro padre y Leoncio, el favorito de nuestra madre", recuerda Gabriel.
El hijo de la arist¨®crata, que es ingeniero de montes, reclama que la fundaci¨®n reconozca sus derechos. "La Fundaci¨®n Casa de Medina-Sidonia deber¨ªa reconocer mi existencia y la de mis hermanos. Tenemos unos derechos que no se est¨¢n reconociendo porque la fundaci¨®n est¨¢ cerrada en banda. Queremos que se establezca qu¨¦ porcentajes de la fundaci¨®n son de cada uno. Lo primero que tiene que hacer la Junta de Andaluc¨ªa es reconocer nuestra existencia y nuestros derechos", dice Gabriel.
?Qu¨¦ es lo que quieren los hijos de la arist¨®crata? "Un 54% de la fundaci¨®n, como m¨ªnimo, ser¨ªa de los tres hermanos. Un 54% ser¨ªa, pues, de Leoncio, Pilar y m¨ªo. Leoncio tendr¨ªa la mayor parte porque es el mejorado", detalla Gabriel. La mejora es la porci¨®n de bienes que, adem¨¢s de la leg¨ªtima, deja el testador a un descendiente. Y la leg¨ªtima es la parte de una herencia asignada por ley y de la cual no puede disponer el testador.
"Mi madre estaba mal de la cabeza. Dej¨® muchas deudas. Liliana es c¨®mplice de un alzamiento de bienes. Los andaluces deben poner a Liliana en su sitio y reconocer la realidad jur¨ªdica. La fundaci¨®n debe reconocer, como m¨ªnimo, los derechos de los tres hermanos", comenta Gabriel. Y este hombre, que venera a una memorable dinast¨ªa pol¨ªtica y familia materna de su madre, los Maura (Antonio Maura fue presidente del Gobierno con Alfonso XIII y Miguel Maura fue uno de los pol¨ªticos que m¨¢s luch¨® por traer la II Rep¨²blica), repite tajante: "Nuestro porcentaje es del 54%".
"Liliana s¨ª que tiene que ser dura. Cuando se li¨® con mi madre, le hizo comprarse una casa en una urbanizaci¨®n en C¨¢diz. Conoc¨ª a Liliana cuando era una ni?a muy mona. Ella es el gran problema que tiene la Junta de Andaluc¨ªa para solventar el asunto de la fundaci¨®n. Ni Pilar ni Leoncio ni yo somos una amenaza para la fundaci¨®n. La amenaza es Liliana. Nos han robado hasta a nuestros padres", asevera Gabriel.
Por su parte, Liliana Dahlmann se niega a hacer ning¨²n comentario sobre el tema. "No tengo nada que decir al respecto. La fundaci¨®n sigue igual a como la dej¨® Isabel ", recalca Liliana, que remite a los abogados de la Junta.
Una fuente pr¨®xima a la fundaci¨®n asegura que la Junta plantar¨¢ batalla para que Andaluc¨ªa no pierda ning¨²n elemento del legado de la duquesa. "La constituci¨®n de la fundaci¨®n no ha sido impugnada. La duquesa hizo testamento en el a?o 2000. Y los bienes de la fundaci¨®n no entraron en el testamento. La duquesa hizo testamento sobre los dem¨¢s bienes. Lo que qued¨® es muy poco porque la duquesa no ten¨ªa dinero", dice esta fuente, que insiste en permanecer en el anonimato.
"Los bienes de la fundaci¨®n est¨¢n declarados Bien de Inter¨¦s Cultural y no pueden salir de ah¨ª. No son venales. Ni un solo documento puede salir del palacio de Medina-Sidonia", afirma esta fuente pr¨®xima a la fundaci¨®n, que insiste en que esta instituci¨®n tiene como objetivo principal "la defensa del inter¨¦s p¨²blico".
"Hay un intento de deshacer la voluntad de la duquesa cuando constituy¨® la fundaci¨®n. De esta forma, los bienes que constituyen la dotaci¨®n de la fundaci¨®n pasar¨ªan al caudal hereditario y se podr¨ªan distribuir entre los herederos", agrega esta fuente. "Si un tasador dijera que los bienes de la fundaci¨®n valen 30 millones de euros, los hijos podr¨ªan llevarse 20 millones por la leg¨ªtima", concluye.
No es de extra?ar que tantos millones en juego hayan despertado el inter¨¦s de varias personas. Las espadas est¨¢n en alto. La Duquesa Roja vivi¨® una vida llena de aventuras. Muchos andaluces la quer¨ªan por todo lo que hizo por la comunidad. Y, como El Cid, ha conseguido que su recuerdo no se pierda en el olvido.
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