Lenta regulaci¨®n
La crisis financiera desencadenada hace casi tres a?os desvel¨® importantes anomal¨ªas en el funcionamiento de los sistemas financieros m¨¢s avanzados del mundo. Desde los supervisores estadounidenses hasta las agencias multilaterales convinieron en que la respuesta necesaria a ese amplio repertorio de fallos de mercado, deficiencias en la gesti¨®n de riesgos y en las tareas de los supervisores, adem¨¢s de no pocas tropel¨ªas e ilegalidades, era el fortalecimiento de la regulaci¨®n financiera. Se entiende que no se trataba de aumentar el n¨²mero de regulaciones, sino de imponer normas m¨¢s acordes con la complejidad operativa de los mercados y, en todo caso, con verdadera proyecci¨®n global.
Que fuera el G-20 la instancia desde la que inicialmente emergieron esas pretensiones reformadoras era un signo de esperanza. En ese grupo concurren las econom¨ªas m¨¢s avanzadas, pero tambi¨¦n aquellas otras consideradas emergentes que se han revelado esenciales en la gesti¨®n de la crisis: China, India, Brasil, entre otras. Los excedentes de divisas de algunos de los emergentes han contribuido a amortiguar los estrangulamientos de liquidez originados por la crisis, adem¨¢s de financiar los d¨¦ficits de ahorro de algunas grandes econom¨ªas. Su papel en las finanzas globales seguir¨¢ siendo de primer orden.
Para la definici¨®n de esos prop¨®sitos reformistas est¨¢ siendo tambi¨¦n esencial la actitud del Fondo Monetario Internacional, de gran flexibilidad pol¨ªtica, capacidad de iniciativa y eficacia sin precedentes. Ha sido la ¨²nica instituci¨®n que en la ¨²ltima reuni¨®n, la pasada semana, de los ministros de finanzas del G-20 ha llevado propuestas concretas que, lamentablemente, los gobiernos de las econom¨ªas avanzadas han vuelto a postergar. La tasa bancaria, destinada a constituir un fondo susceptible de financiar los rescates bancarios en pr¨®ximas crisis, es una de ellas.
Entre las actitudes m¨¢s conservadoras y resistentes a la introducci¨®n de reformas (como la tasa comentada), destaca el BCE. La presidencia espa?ola no supo vencer las resistencias que Trichet expuso durante el ¨²ltimo Ecofin en Madrid. Tratar de evitar que las consecuencias de los errores bancarios los vuelvan a pagar los contribuyentes y, en ¨²ltima instancia, los ciudadanos que sufren las consecuencias de la recesi¨®n, es lo m¨ªnimo que deben hacer las autoridades. Actuar sobre las pol¨ªticas de remuneraciones de los directivos de la banca, en especial cuando se benefician de ayudas p¨²blicas, es una de las condiciones para evitar que esta crisis no acent¨²e la desafecci¨®n que ya existe en no pocos pa¨ªses respecto a las instituciones bancarias y sus supervisores.
En econom¨ªas como la espa?ola, una de las m¨¢s bancarizadas de Europa, esos riesgos son particularmente graves. Las empresas sufren y el paro aumenta porque, entre otras razones, el sistema bancario sigue racionando el cr¨¦dito. Su reestructuraci¨®n, en especial la de las cajas de ahorro, est¨¢ empezando a distanciarse de los criterios de racionalidad t¨¦cnica que deber¨ªa imponer el Banco de Espa?a. La prolongaci¨®n de la interinidad abierta hace ya demasiado tiempo se va a convertir en un factor de agravamiento de la crisis y de erosi¨®n del respeto a instituciones econ¨®micas b¨¢sicas en nuestro sistema. Liderar la regulaci¨®n financiera sin hipotecar los intereses de la mayor¨ªa de los ciudadanos es una obligaci¨®n esencial de las autoridades econ¨®micas espa?olas. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.