Los abogados argentinos contra el franquismo piden m¨¢s presi¨®n social
"Nuestro objetivo es que esta querella termine juzg¨¢ndose en Espa?a", afirman
"Nuestro objetivo al presentar esta querella en Argentina es que el franquismo termine juzg¨¢ndose en Espa?a del mismo modo que Garz¨®n abri¨® el camino a que se juzgara la dictadura argentina en Argentina. Esperamos que en todo el mundo, los espa?oles que sufrieron estos cr¨ªmenes presenten querellas similares en distintos pa¨ªses de forma que se vayan recogiendo pruebas para ese proceso", asegur¨® ayer Carlos Slepoy, abogado de la querella por genocidio interpuesta en Buenos Aires por familiares de v¨ªctimas del franquismo y una docena de asociaciones de defensa de los derechos humanos.
Reunidos en la Casa del Barrio de Carabanchel (Madrid) Slepoy, el abogado de la v¨ªa abierta en Argentina, y Fernando Mag¨¢n, el de la v¨ªa cerrada en Espa?a, hablaron ayer de sus metas el primero, y de sus frustraciones el segundo. Mag¨¢n atribuy¨® la paralizaci¨®n del proceso abierto por Garz¨®n a la vicepresidenta De la Vega, "a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa General del Estado" y al propio Zapatero, que a su juicio, "poco antes de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional anulara las exhumaciones ordenadas por Garz¨®n, lanz¨® un mensaje a los jueces al asegurar que "al franquismo ya lo hab¨ªa juzgado la historia". Slepoy record¨® que ya hay 60 condenados y m¨¢s de 600 procesados por las dictaduras argentina y chilena. "En Argentina ya han sido juzgados todos los torturadores, todos los que apretaron el gatillo, y ahora se empieza a juzgar a los responsables econ¨®micos. En Espa?a a¨²n hay responsables vivos de los cr¨ªmenes del franquismo porque fueron cr¨ªmenes que continuaron hasta las primeras elecciones democr¨¢ticas en 1977".
La querella sufre en Argentina su primer rev¨¦s por la oposici¨®n del fiscal
Silvia Carretero, viuda de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Bravo, uno de los cinco ¨²ltimos fusilados del franquismo, explic¨®: "He acudido a la justicia argentina porque los guardias civiles que me torturaron estando embarazada de dos meses de mi hija y los miembros del pelot¨®n de voluntarios que fusilaron a mi marido siguen vivos. Durante 35 a?os he estado callada, nunca present¨¦ una querella aqu¨ª porque pens¨¦ que no obtendr¨ªa justicia, pero cuando ped¨ª la indemnizaci¨®n de la Ley de Memoria Hist¨®rica por el fusilamiento de mi marido y me la negaron dici¨¦ndome que era un terrorista y cuando despu¨¦s vi lo que le ocurri¨® a Baltasar Garz¨®n, pens¨¦: hasta aqu¨ª. Quiero que un juez interrogue a los que me torturaron y a los que fusilaron a mi marido y si decide que son culpables, los encierre".
La querella en Argentina acaba de sufrir su primer rev¨¦s. El fiscal se opone a que los hechos sean juzgados all¨ª porque "aunque piensa que son imprescriptibles y que no se puede aplicar la Ley de Amnist¨ªa, est¨¢n siendo juzgados en Espa?a", asegur¨® Slepoy. El abogado, pese a todo, cree que la causa puede prosperar. "Este no es un proceso de espa?oles en Argentina, es un juicio de todo el mundo porque si esta querella sale adelante, Argentina estar¨¢ lanzando un mensaje a la humanidad: que los cr¨ªmenes de genocidio tienen castigo".
Tanto Mag¨¢n como Slepoy coincidieron en que en cualquier caso el proceso es imparable por la demanda de la sociedad civil. "En Argentina fueron las abuelas las que buscaban a sus nietos y en Espa?a son los nietos los que buscan a sus abuelos", record¨® el argentino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.