Otro Medem es posible
ELENA Anaya y Natasha Yarovenko no quieren ense?ar carne en las fotos. "Ya la hemos puesto toda en la pel¨ªcula, as¨ª que quien quiera verla, que pague la entrada", bromean. Del total del metraje de Habitaci¨®n en Roma (o, mejor, Room in Rome, ya que ha sido rodada en ingl¨¦s), m¨¢s de la mitad lo pasan desnudas. Es el regreso de Julio Medem tras el fiasco de Ca¨®tica Ana, el que anunci¨® como su proyecto m¨¢s personal y el que peor recibi¨® tanto p¨²blico como cr¨ªtica en toda su filmograf¨ªa. Un fracaso "total, extra?o y triste", tal y como asumi¨® en las p¨¢ginas de este mismo peri¨®dico. Mientras las actrices parlotean en maquillaje, el director pasea por el estudio Blackberry en mano. "Me encanta el momento de informaci¨®n que estamos viviendo. Antes no pod¨ªa pasar sin ver el telediario; ahora, sin consultar las noticias en el m¨®vil".
"Ser¨ªa parad¨®jico que ¨¦ste fuera mi mayor ¨¦xito. Pero ?d¨®nde hay que firmar?" (Julio Medem)
"No creo que esta 'peli' quiera cubrir la visibilidad l¨¦sbica. Es una historia de amor flipante. Punto" (E. Anaya)
"Mucho 'hetero' con morbo dir¨¢: '?Eso es todo?'. Dudo que cubra las expectativas calenturientas" (J. Medem)
Est¨¢ contento, incluso sorprendido, confiesa, porque las noticias que llegan a su tel¨¦fono y que asaltan Internet antes del estreno apuntan a que la respuesta inicial es buena. Y eso que es lo ¨²ltimo que habr¨ªamos esperado de un cineasta autor como Medem. Habitaci¨®n en Roma naci¨® como un encargo, como el remake (lib¨¦rrimo, eso s¨ª) de la cinta chilena En la cama, donde un hombre y una mujer que se acaban de conocer pasan una noche en un hotel. "Cuando ?lvaro Longoria, de Morena Films, me lo propuso, le dije: 'Pero ?qu¨¦ osado eres! Para empezar, no reun¨ªa ninguna de las condiciones que yo necesito: exteriores, paisajes, elipsis narrativas? Pero, respetando la premisa b¨¢sica, me di cuenta de que pod¨ªa darle la vuelta, de que podr¨ªa aportar algo. Aparte, ten¨ªa una necesidad urgente de trabajar, necesitaba el dinero".
Cuando se le present¨® este proyecto, Medem hab¨ªa pagado Ca¨®tica Ana de su bolsillo y andaba preparando su siguiente proyecto, Pericles y Aspasia, un salto mastod¨®ntico en la producci¨®n centrado en la Grecia cl¨¢sica. Actualmente se encuentra absorbido ante la posibilidad de convertir la aventura de Aspasia de Mileto en un proyecto multimedia que va m¨¢s all¨¢ de una mera pel¨ªcula. Habitaci¨®n en Roma es casi lo contrario, un melodrama intimista que nos sit¨²a en la ciudad eterna en la noche m¨¢s corta del a?o. Una espa?ola lesbiana y una rusa heterosexual que se han conocido en un bar viven un encuentro lleno de erotismo y confidencias que podr¨ªa cambiar sus vidas.
Lo que acept¨® titubeante, hoy podr¨ªa convertirse en uno de sus mayores ¨¦xitos. ?Qu¨¦ conclusi¨®n saca de eso? "La vida tiene muchas paradojas, pero, vamos, ?d¨®nde hay que firmar?", sonr¨ªe. "Soy consciente de que en otras pel¨ªculas m¨ªas hay m¨¢s capas, m¨¢s densidades, pero la textura final de ¨¦sta es muy gustosa. Hay que verla como quien se deja tocar: rel¨¢jate y no pienses en nada". A las que les cost¨® relajarse fue a las protagonistas, Elena y Natasha, que se suman a la conversaci¨®n en ¨¦sta, la primera entrevista que conceden los tres juntos. "?Ya era hora!", exclama Natasha.
EP3. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s complicado de rodar una pel¨ªcula donde las dos protagonistas se pasan dos horas desnudas y haciendo el amor?
Julio Medem. Bueno, m¨¢s desnudas que haci¨¦ndolo. Eso hace todo m¨¢s complicado, obviamente, pero en la medida en que ellas asumen que est¨¢n en el personaje, lo hace m¨¢s f¨¢cil. Yo tambi¨¦n se lo dije: "Voy a intentar que el espectador s¨®lo os vea desnudas y disfrute de vuestros cuerpos cuando vosotras os mir¨¢is y disfrut¨¢is la una de la otra. El resto del tiempo yo quiero que casi se le olvide, que os mire a la cara". Pero tampoco quer¨ªa caer en contarlo con pudor.
EP3. Chicas, ?cre¨¦is que ha logrado su prop¨®sito?
Natasha Yarovenko. Yo creo que s¨ª. Para m¨ª lo realmente dif¨ªcil fue el primer d¨ªa, porque soy muy pudorosa.
Elena Anaya. Muy pudorosa y muy valiente. Porque era muy dif¨ªcil lo que ten¨ªamos que hacer. Y no nos quedaba otra.
N. Y. S¨ª, no ten¨ªamos muchas opciones de vestuario [risas]. Adem¨¢s est¨¢ superjustificado. Lo rid¨ªculo ser¨ªa ver a dos personas que hacen el amor y se visten. Al principio me pon¨ªa roja y todo, pero esto me ayudaba con el personaje, porque rodamos la historia cronol¨®gicamente, y mi personaje tambi¨¦n es muy pudoroso y est¨¢ enfrent¨¢ndose a una situaci¨®n a la que no est¨¢ acostumbrada.
E. A. Y es divino que te pongas roja. Yo no pod¨ªa tener ning¨²n tipo de problema con la situaci¨®n. Mi personaje, entre el pedo que lleva, que est¨¢ tan a gusto y que no tiene ning¨²n complejo, lo ve todo con absoluta normalidad. Pero el primer d¨ªa es verdad que te mueres de verg¨¹enza. Aunque conozcas al equipo, como era mi caso, llega el momento en que te dicen: "Bueno, cari?o, qu¨ªtate el albornoz". Imag¨ªnate t¨² haciendo una entrevista en pelotas.
EP3. Pero yo no vivo de mi cuerpo.
E. A. Yo tampoco, mi amor.
EP3. Pero, al ser actriz, tu imagen va a estar siempre inevitablemente expuesta.
N. Y. Para m¨ª la desnudez f¨ªsica al final no tiene tanto protagonismo como la desnudez emocional. Pero, claramente, es m¨¢s dif¨ªcil abrirse emocionalmente si adem¨¢s est¨¢s desnuda [risas].
EP3. ?El cine l¨¦sbico est¨¢ a¨²n peor aceptado que el cine gay masculino?
N. Y. A m¨ª me alegra mucho que por fin haya una pel¨ªcula de un amor entre dos mujeres tan bonito.
E. A. A m¨ª me parece una propuesta muy arriesgada y valiente, y que admiro de Julio. Y, por supuesto, de todos nosotros. Pero no creo que sea un problema de ?c¨®mo has dicho t¨²? ?Prejuicios?
EP3. Pong¨¢moslo as¨ª: ?cre¨¦is que esta pel¨ªcula contribuye a la visibilidad l¨¦sbica?
E. A. Yo no creo que quiera cubrir la visibilidad l¨¦sbica. Yo creo que es una historia de amor flipante. Punto. Y que a Julio le ven¨ªa bien contarla con dos mujeres.
N. Y. Al final, la pel¨ªcula trata sobre la fuerza de la atracci¨®n. Por encima de cualquier orientaci¨®n sexual.
J. M. Ese efecto est¨¢ pensado: el hecho de buscar una identificaci¨®n con cualquier espectador. Lo que ves es a dos personas que han subido a esa habitaci¨®n a jugar un poco con su deseo y con su incertidumbre. Conecta con esa fantas¨ªa que podemos tener todos de que si te cruzas en un momento dado con alguien que te gusta, te subes a la habitaci¨®n de un hotel unas horas. Sea como sea nuestra vida y sin que lo sepa nadie m¨¢s.
EP3. Supongo que ser¨¢s consciente de que con dos t¨ªos una pel¨ªcula como ¨¦sta ser¨ªa casi imposible?
J. M. Habr¨ªa sido complicado, s¨ª. Hay algo espec¨ªfico en la sexualidad y la comunicaci¨®n entre dos mujeres que la hace m¨¢s accesible.
EP3. Y sabr¨¢s tambi¨¦n que mucha gente va a ir al cine por puro morbo.
J. M. Hay mucho hetero con morbo que cuando la vea va a decir: "?Eso es todo? Pues vaya". A lo mejor no cubre sus expectativas m¨¢s calenturientas. Y, sin embargo, ya me estoy encontrando con mucha mujer hetero que a priori no tiene muchas ganas de ver a dos t¨ªas en bolas, toc¨¢ndose o gust¨¢ndose, y que entra luego en la historia de amor entre las protagonistas y le gusta much¨ªsimo.
EP3. ?Os sent¨ªs c¨®modas con la idea de convertiros en iconos l¨¦sbicos?
E. A. Que ocurra lo que tenga que ocurrir. Yo te puedo decir que entre las personas que ya han visto la pel¨ªcula, muchas est¨¢n abiertas a que les pueda suceder esto. En el momento en el que llega esa oportunidad de encontrarse con una persona que les cambie la vida, all¨¢ que van a ir.
EP3. ?Est¨¢is preparadas para las consecuencias que os puede acarrear un papel como ¨¦ste?
E. A. Absolutamente. Los tres estamos bien firmes porque somos conscientes de que es una pel¨ªcula hecha con mucho amor. Es un parto de Julio donde tambi¨¦n nosotras soltamos alguna amarra. Pero ya nos ha dejado de pertenecer, ahora es del p¨²blico. ?se es un momento que yo normalmente tengo muchas ganas de que llegue; esta vez especialmente, porque creo que hemos dado m¨¢s de nosotros que nunca.
EP3. Elena, ?por qu¨¦ dices que ¨¦ste es uno de los papeles m¨¢s duros a los que te has enfrentado?
E. A. Porque es uno de los que m¨¢s ha exigido de m¨ª como actriz. Es un personaje que nace y muere en m¨ª, pero tambi¨¦n me ha aportado mucho como persona, como Elena. He tenido que pegar un salto para estar en otro sitio que era un poco desconocido para m¨ª. Ha sido una experiencia de mucho desgaste, emocional y f¨ªsico.
EP3. Julio, con Elena ya hab¨ªas hecho Luc¨ªa y el sexo. ?C¨®mo apareci¨® Natasha?
J. M. Hab¨ªamos buscado en Mosc¨², Los ?ngeles, Londres, Suecia? Yo quer¨ªa una rusa enorme, de un metro noventa. Di con una que me gustaba much¨ªsimo. Y la noche antes de venirse de Rusia, su marido descubri¨® el gui¨®n en su maleta y le dijo: "T¨² no te vas". Entonces nos hablaron de una chica con poca experiencia que viv¨ªa en Barcelona. Seg¨²n la vimos hacer la prueba, Elena y yo nos miramos y supimos que era ella.
E. A. ?Hasta se llamaba como el personaje!
EP3. ?C¨®mo creasteis esa intimidad que tienen los personajes?
J. M. Les propuse algunos ejercicios. El primero, que escribieran cada una por su cuenta el pasado de su personaje.
N. Y. Imag¨ªnate, era como: "??Que yo escriba algo para ti?!".
J. M. Y para que se conocieran mejor, las cit¨¦ a ambas en un bar. Les ped¨ª que viniera cada una metida en el personaje y recre¨¢ramos de alguna forma la secuencia preliminar, el momento en que ambas se conocen antes de pasar la noche juntas.
N. Y. Yo, como buena rusa [en realidad, Natasha es ucrania], llegu¨¦ y me ped¨ª un chupito. Julio estaba espiando desde lejos. La camarera me empez¨® a hablar y me di cuenta de que me estaba ligando. Por momentos pens¨¦ que hasta formaba parte del teatro. De repente lleg¨® ¨¦sta toda alegre y se pidi¨® una cerveza.
E. A. Y la camarera se mosque¨®, no quer¨ªa ni que me acercara a Natasha. A todo esto se sum¨® Julio a la barra para espiar nuestra conversaci¨®n. Cuando propuso que ya nos fu¨¦ramos nosotros tres, fuera de personajes, a tomar algo a otro bar, la camarera no quer¨ªa dejar marchar a Natasha. Le dijo: "T¨² con estos dos no vayas a ning¨²n lado". No creo ni que pensara que la quisi¨¦ramos para algo sexual, sino para algo mucho peor, rollo tr¨¢fico de ¨®rganos [risas].
EP3. Julio anda enfrascado con Aspasia. Y t¨², Elena, acabas de rodar tambi¨¦n en pelotas por las calles de Par¨ªs, ?no?
E. A. ??En pelotas?! No, cari?o, en camis¨®n, zapatillas de andar por casa y con un barrig¨®n enorme. La peli se llama ? bout portant [A quemarropa], y hago de una embarazada de siete meses con el c¨¦rvix dilatado que se pasa cuatro d¨ªas secuestrada por ah¨ª.
EP3. ?Y t¨², Natasha?
N. Y. Pues yo s¨ª que voy a salir en pelotas. En la serie Pelotas. En mi casa dije: "Mam¨¢, voy a hacer un cap¨ªtulo en Pelotas". Y mi madre me respondi¨®: "Hija, ?otra vez?" [risas].
E. A. Natasha ahora tiene que convertirse en una superstar. Est¨¢ hecha para serlo.
Habitaci¨®n en Roma se estrena hoy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.