Fogwill en su madriguera
El escritor argentino trabaja en tres novelas a poco de publicar sus Cuentos completos
Lo primero es la luz, que entra a baldazos y se derrama sobre el lugar. Lo segundo, el desorden: viejos casetes conviven en el piso de este living con pelusas de meses de gestaci¨®n, un par de zapatillas, cuatro helechos, partituras sobre un atril, un telescopio, un frasco de Nescaf¨¦ ascendido a portal¨¢pices, un par de binoculares, ced¨¦s, libros, caramelos de colores asilados en una copa, una mesa de carpintero miniatura ("regalo de mi madre para mi hijo"), rollos de cable, un sill¨®n de dos cuerpos color verde y, finalmente, un escritorio y una laptop ante los cuales Fogwill (nacido en Buenos Aires como Rodolfo Enrique Fogwill en 1941), junto con C¨¦sar Aira y Ricardo Piglia, uno de los nombres de la Sant¨ªsima Trinidad de la literatura argentina que respira y escribe, completa el inventario: "Alfileres de gancho, horquillas de minas que se van dejando, galletitas, chicle mucho chicle...". Dice que tiene tres novelas entre manos. "A dos las estoy escribiendo, a la otra la tengo terminada pero no me satisface y siempre pienso que si pudiera corregirla y reescribirla como si fuera un idiota, a lo mejor me gano un Premio Herralde", provoca el autor de Cuentos completos (Alfaguara), una selecci¨®n de 21 textos que re¨²ne lo mejor de sus relatos. "Son los cuentos que yo quer¨ªa escribir: dicen algo de mi relaci¨®n con la lengua y con la literatura", afirma. "Cuando yo asum¨ª a Borges como paradigma ya sab¨ªa que no iba a ser Borges. No fui un paso m¨¢s all¨¢. No descubr¨ª nada. Pero explot¨¦ bien la oportunidad", sostiene. "Escrib¨ª el destape 10 a?os antes del destape. Fui el primer tipo de la historia de la literatura que puso un consolador el¨¦ctrico en un texto literario. Y adem¨¢s, el destape filos¨®fico. Yo fui el primer escritor de la reaganomics, o sea, de la ca¨ªda de cualquier anclaje real de las utop¨ªas comunistas. No hubo una literatura m¨¢s militantemente posmoderna que la m¨ªa de 1978". El fot¨®grafo le pide que lo mire ("s¨¢came sin papada"), y el autor de Los pichiciegos (Perif¨¦rica), una novela sobre la guerra de Malvinas, "escrita con doce gramos de coca¨ªna en dos d¨ªas y medio", le ofrece agua mineral una, dos veces, como para subrayar el contraste. Contrastes (en su pasado se mezclan, por ejemplo, 17 a?os enganchado a la droga, una carrera exitosa en publicidad y una temporada en la c¨¢rcel por estafa) de los que tambi¨¦n se alimenta su escritura. "Yo no podr¨ªa escribir como vengo escribiendo desde hace veinte a?os si no tuviera cinco hijos, rencor por las cagadas que hice con mi vida y con las de los dem¨¢s, enemistad con el orden social o un conocimiento ya hastiado de ciencias sociales. Tampoco si tuviera una esposa que te sigue con un trapo, te cocina rico especialmente, te trae regalitos...".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.