O putas o sumisas
Tengo delante dos fotograf¨ªas, ambas relacionadas con la pol¨¦mica generada por el hecho de que una adolescente haya tenido que cambiar de instituto porque en el suyo no pod¨ªa usar el hiyab ya que el reglamento del centro proh¨ªbe el uso de prendas que cubran la cabeza.
En la primera, observo a Najwa, la chica, con dicha prenda, acompa?ada de su padre, cuya cabeza y rostro est¨¢n descubiertos y cuya ropa es absolutamente occidental, y de su madre, con el cabello cubierto por el velo isl¨¢mico, parte del rostro tapado por unas grandes gafas de sol y ataviada con ese caracter¨ªstico abrigo-bata hasta los pies que desdibuja sus formas femeninas.
En la otra foto, un im¨¢n de Valencia adoctrina en una mezquita a sus fieles -todos varones- en lo relativo a la conveniencia de que las mujeres usen el hiyab.
No deja de enojarme la defensa del velo por parte de intelectuales que lo juzgan s¨®lo una se?al de identidad
En ambas im¨¢genes es evidente que el portavoz es siempre un hombre, como si ellas no tuvieran opini¨®n o les estuviera vedado expresarla. Contemplando las fotograf¨ªas e infiriendo esta conclusi¨®n, una se plantea hasta qu¨¦ punto el uso del hiyab refleja un ejercicio de libertad o es, simplemente, una imposici¨®n paterna al m¨¢s puro estilo patriarcal, como el que muchas de nosotras conocimos en un pasado no muy lejano. ?Y del que, obviamente, habr¨ªamos querido poder liberarnos!
Desde luego, el uso del velo -de cualquier tipo- est¨¢ relacionado con la idea del honor masculino, que los varones pueden perder si sus mujeres (esposas, hijas, hermanas, etc¨¦tera) no observan la decencia sexual que marcan los c¨¢nones patriarcales. La primera vez que se legisla sobre el velo es en el c¨®digo de Hammurabi (casi 2000 a?os a. C. y, por supuesto, much¨ªsimo antes de que se escribiera el Cor¨¢n). Este conjunto de leyes, uno de los m¨¢s antiguos, determina la diferencia entre mujeres inviolables e invioladas, esto es, aquellas que est¨¢n bajo la protecci¨®n de un hombre: esposa, concubina casada e hijas v¨ªrgenes, las cuales deben ir veladas; y mujeres sin velo, las que no pertenecen a ning¨²n hombre, est¨¢n desprotegidas y, por tanto, pueden ser usadas libremente. Es decir, que no hay m¨¢s que dos opciones: o someterse a un hombre o ser puta. Por lo menos desde los ojos masculinos, claro.
Casi 4.000 a?os m¨¢s tarde, el peso de esta divisi¨®n arbitraria sigue presente. As¨ª, de forma meridianamente clara, las adolescentes musulmanas entrevistadas hace unos d¨ªas por este peri¨®dico justifican el uso del hiyab con este argumento: "?Sabes? S¨®lo cuando llevas el velo los hombres te respetan". Sin duda, la de ellas y la de Najwa no parece ser una decisi¨®n muy libre, ni siquiera una imposici¨®n de los libros sagrados (el Cor¨¢n no dicta esta norma), sino una regla cultural que controla la sexualidad femenina en beneficio de los varones.
Por otro lado, suspiro aliviada cuando leo que el ministro de educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, sentencia que, a su juicio, tiene que prevalecer el derecho a la escolarizaci¨®n de las menores. Alguien con sentido com¨²n, me digo, esperando que har¨¢ entender a la familia de la chica y, de paso, a la comunidad musulmana que vive en Espa?a, que la escolarizaci¨®n no s¨®lo es un derecho de los y las j¨®venes, sino tambi¨¦n un deber de las familias.
El deber de asistir a clase est¨¢ por encima del derecho a lucir el hiyab y, sin duda, si el ministro s¨®lo se?ala a los centros y no a las familias musulmanas, se pierde la oportunidad de una lecci¨®n fundamental de democracia y para la integraci¨®n en la sociedad espa?ola.
Adem¨¢s, no deja de enojarme la defensa del velo por parte de intelectuales que, como si fuera un invento del siglo XXI, lo juzgan s¨®lo una se?al de identidad. Chandhdortt Djavann, en su libro Abajo el velo, lo deja claro: "Las mujeres han vivido la humillaci¨®n de no ser hombres, de llevar el velo, esa prisi¨®n ambulante, como la estrella amarilla de la condici¨®n femenina".
?Alguien defender¨ªa la estrella amarilla de los jud¨ªos como se?al de identidad? ?No ser¨¢ que las situaciones se ven con distintos ojos si afectan a clases y a etnias que si afectan al sexo femenino?
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