"M¨¢s de dos horas bajo la lluvia y no pudimos votar"
Miles de brit¨¢nicos se quejan del cierre puntual de las urnas a pesar de las colas de ¨²ltimo momento en un d¨ªa laboral
"?ramos centenares los que hicimos cola durante m¨¢s de dos horas bajo la lluvia, pero al final muchos no pudimos votar porque acabaron cerr¨¢ndonos las puertas". Quejas como la de David Wheeler ante un colegio electoral de Sheffield se replicaron a lo largo de una jornada electoral marcada por el caos e incluso por algunos conatos de rebeli¨®n. Un grupo de estudiantes de la misma circunscripci¨®n intent¨® bloquear al traslado de las urnas al ver frustrado su estreno como votantes.
Los responsables de los centros electorales del sur y el este de Londres, de Manchester, Birmingham, Newcastle y tantos otros puntos de las islas cumplieron estrictamente con la ley al interrumpir la afluencia de votantes a las diez en punto de la noche. Sin embargo, una mayor¨ªa de brit¨¢nicos sigue haci¨¦ndose la misma pregunta. ?Por qu¨¦ una de las democracias m¨¢s sofisticadas del mundo se revel¨® incapaz de garantizar a todos sus ciudadanos el derecho de votar? A partir de las seis de la tarde, cuando han cerrado las oficinas y los trabajadores regresan a casa, las aglomeraciones frente a muchos colegios ya auguraban lo peor. Muchos lo intentaron varias veces, pero las colas parec¨ªan no avanzar. La irritaci¨®n de tantas personas que, tras persistir en el empe?o, se vieron con la puerta en las narices al expirar el horario l¨ªmite para entrar en el recinto, provoc¨® en algunos casos la presencia de la polic¨ªa.
El actual sistema "victoriano" no se ajusta al siglo XXI, dice la jefa electoral
En una de las sedes electorales de Liverpool las autoridades ni siquiera esperaron al dictamen del reloj: antes de las diez de la noche ya se hab¨ªan quedado cortos de papeletas. "En mi instituto han venido insistiendo sobre la importancia de que los j¨®venes acudamos a votar, y ahora resulta que no nos dejan", se lamentaba Alice Meakin (18 a?os), miembro de la nutrida colonia estudiantil de Sheffield Hallam.
Varios ciudadanos airados que vivieron la misma situaci¨®n se plantaron a las puertas mismas del domicilio de Nick Clegg, exigiendo respuestas al l¨ªder liberaldem¨®crata y diputado por esa circunscripci¨®n. Las emisiones de los canales televisivos dispensaron a esos tensos episodios tanta cobertura como a los propios resultados electorales que iban saliendo durante la noche.
Pero lo que dej¨® at¨®nitos a muchos televidentes fue la justificaci¨®n esgrimida ante las c¨¢maras por la presidenta de la comisi¨®n electoral, Jenny Watson, de que el actual sistema "victoriano" no se ajusta a los par¨¢metros de una democracia del siglo XXI. La m¨¢xima responsable no supo o no pudo explicar su falta de prevenci¨®n ante un ca¨®tico desenlace que al parecer ya preve¨ªa. Watson garantiz¨® una exhaustiva investigaci¨®n del m¨¢s de millar de denuncias.
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