Licencia para mezclar
Se lleva la combinaci¨®n de estampados - Claves para desmontar el mito de que rayas y cuadros no pegan
Puede que entre el buen gusto y el mal gusto no haya m¨¢s frontera que la establecida por la experiencia individual. Se supone que las elecciones de vestuario son una decisi¨®n personal en la que s¨®lo influye ese lugar com¨²n que reza "sobre gustos no hay nada escrito". Pero todos sabemos que son las modas las que moldean el gusto y no al rev¨¦s. Y que s¨ª se ha escrito, y mucho, sobre la inconveniencia de llevar zapatos negros con calcetines blancos o ch¨¢ndal con tacones. Estos son s¨®lo dos ejemplos de esas reglas de estilo que acatamos sin cuestionar. No es conformismo, pensamos, sino sentido com¨²n. Pues bien, esta temporada se ha roto un tab¨² fundamental del vestir occidental: el de no mezclar estampados.
- ?Qu¨¦? Las rayas y los cuadros, ayer enemigos, hoy est¨¢n condenados a entenderse. Como las flores con el leopardo o el paisley con el tartan. Cuando nada pega entre s¨ª, todo pega.Esa es la idea. El resultado son combinaciones donde parece que el ¨²nico criterio que prima es el azar. Como si la moda se hubiese apropiado de esa funci¨®n que tienen los mp3 que reproduce las canciones de manera aleatoria.
- ?D¨®nde? El despiste que le provoca a la retina el amontonamiento de motivos gr¨¢ficos dej¨® de levantar suspicacias gracias, en parte, al duque de Windsor. Sus trajes confeccionados con distintos tipos de tweed siguen consider¨¢ndose como una de las osad¨ªas est¨¦ticas m¨¢s acertadas de la historia de la moda. La tradici¨®n explotar¨ªa luego en manos de modistas Op Art como Pierre Cardin. Ahora, son los dise?adores Dries Van Noten o Nicolas Ghesqui¨¨re para Balenciaga los que m¨¢s est¨¢n haciendo por la causa. En el caso de Dries Van Noten, estamos hablando de su gran se?a de identidad. Para esta primavera-verano, su universo siempre plagado de estampados ha tomado la ruta ¨¦tnica. Con una colecci¨®n que referencia el sudeste asi¨¢tico, el belga no ha ca¨ªdo, sin embargo, en la trampa del exotismo facil¨®n. Mientras, en la casa francesa cuyo rumbo creativo dirige Ghesqui¨¨re, las propuestas han ido en otra direcci¨®n. Esto es: prendas con motivos que emulan la t¨¦cnica del brochazo. Las geometr¨ªas psicod¨¦licas de Versace y los arabescos vistos en Givenchy suscriben el fen¨®meno.
- ?Por qu¨¦? En esto de que la moda haya decidido violar su credo hay quien ha querido ver no un acto de inconformismo sino un indicador de que el consumidor ha recuperado algo de su confianza pret¨¦rita. "Una de las primeras cosas que evidencian la salida de una crisis es la vuelta de los estampados vibrantes" declaraba en abril a The New York Times Marshal Cohen, analista de mercados. Si nos tomamos las tendencias como un bar¨®metro fiable del estado de ¨¢nimo general, ¨¦stas en concreto no podr¨ªa dar una imagen m¨¢s optimista del panorama.
- ?C¨®mo? Esta opereta visual ha escogido como escenario las prendas despegadas del cuerpo, ya sean blusones, pantalones har¨¦n o vestidos gaseosos. "Si no se quieren correr demasiados riesgos, se deber¨ªa intentar mezclar aquellos estampados que est¨¦n dentro de una misma gama crom¨¢tica. O empezar haciendo peque?as pruebas con complementos como un pa?uelo de flores sobre una camiseta de rayas. Aunque lo ideal es arriesgar y divertirse, si no nunca se gana", aconseja Mireia Oller, una bloguera cuyo gusto celebran las 30.000 visitas diarias que recibe su p¨¢gina (www.mydailystyle.com). Hasta en lo de saltarse las normas hay normas.
- ?Vale la pena? A riesgo de parecer un caleidoscopio andante, sumarse a esta tendencia tiene claras ventajas: los estampados esconden con disimulo las manchas. Por no hablar de capacidades como las que se le atribuyen a las rayas verticales: no pocos conf¨ªan en su efecto adelgazante.
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