La ¨²ltima media hora de Tamudo

Pochettino es duro pero no rencoroso. Ha relegado esta temporada a un ostracismo absoluto a Tamudo, ¨ªdolo sin f¨²tbol, ganas, compromiso ni goles desde hace dos a?os, pero permiti¨® anoche que tuviera sus minutos de gloria, una despedida digna en el nuevo estadio y ante su afici¨®n. El partido era id¨®neo; no hab¨ªa nada en juego, con Osasuna y Espanyol salvados antes del toque de queda. El pulso, sin embargo, se lo cobr¨® el Espanyol, que ense?¨® c¨®mo mantener el tono competitivo sin aliciente alguno, m¨¢s all¨¢ de la victoria deportiva. Osasuna tambi¨¦n pele¨®, pero se perdi¨® en las patadas y en la ausencia de remate.

Como todo el juego ofensivo blanquiazul pasa por Callej¨®n, el rival, pragm¨¢tico, cort¨® por lo sano y le par¨® con malas artes. Una entrada al tobillo de Massoud, una clavada de tacos en el hombro de Azpilicueta, una zancadilla de Calleja, un manotazo de Monreal... y se acab¨® Callej¨®n. Pero no languideci¨® el Espanyol, siempre con la r¨¦plica a punto.

Primero fue Forl¨ªn, que enganch¨® un bal¨®n en el punto de penalti. Y despu¨¦s Osvaldo, que resolvi¨® una jugada personal en el v¨¦rtice del ¨¢rea chica. Dos dianas para contrarrestar el tanto infantil e inicial de Osasuna, que de un saque de banda, una peinada de Dady y un remate de Vad¨®cz, acab¨® por celebrar un gol. Un premio inesperado porque Camacho dej¨® en el banquillo a piezas como Ricardo, Juanfran y Pandiani.

Del banquillo sali¨® Tamudo, jaleado y adorado por el p¨²blico. Tuvo su ¨²ltima media hora como espa?olista, nada desde?able a nivel deportivo. Regal¨® dos pases que bien pudieron ser gol, solt¨® un latigazo cruzado que Roberto desbarat¨® y otro m¨¢s suave con igual destino. Incluso disfrut¨® de un mano a mano, fatal resuelto. Cinco acciones para despedir al 23, al antiguo capit¨¢n, al mejor delantero en la historia periquita (380 partidos; 138 goles). Pero un adi¨®s de lo m¨¢s gris porque Tamudo, enredado en discusiones p¨²blicas con la directiva e internas y malsanas con el vestuario, se marcha del Espanyol con mal sabor de boca, poco arropado por el grupo -aunque le mante¨® a pie de c¨¦sped- pero muy querido por el pueblo. Media hora y muchas l¨¢grimas para el recuerdo.