Laporta y la diva uzbeca
El presidente del Barcelona ha hecho negocios con la hija del presidente del r¨¦gimen del pa¨ªs asi¨¢tico y uno de los peores tiranos del mundo, donde existen la tortura y el esclavismo
A Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, le costaba creer que el se?or sentado a su lado en la mesa iba en serio. Le hab¨ªa hablado de ¨¦l unos d¨ªas antes un conocido suyo turco, Bayram Tutumlu, en el palco del Camp Nou, el estadio del Barcelona. Tutumlu, agente de futbolistas, le hab¨ªa dicho que el se?or, de nacionalidad uzbeca, representaba a una empresa potente que quer¨ªa hacer negocios con el Barcelona. Laporta se interes¨® y Tutumlu organiz¨® una comida en el Via Veneto, un lujoso restaurante en la zona alta de la capital catalana. Seg¨²n Tutumlu, la primera reacci¨®n de Laporta cuando vio al empresario de Asia Central, vestido de manera poco elegante y con colores que desentonaban, fue el escepticismo. "Pero ?es verdad que este t¨ªo tiene pasta?", le murmuraba al o¨ªdo a Tutumlu en espa?ol, idioma que desconoc¨ªa el uzbeco, Miraldil Djalalov.
El Bar?a es el ¨²nico club extranjero que tiene v¨ªnculos comerciales con la entidad deportiva de Gulnara Karimova
Uzbekist¨¢n ingresa mil millones de euros al a?o por vender el algod¨®n que recolecta un ej¨¦rcito de ni?os malnutridos
El ex embajador brit¨¢nico Craig Murray opina: "Estoy horrorizado. Es como haberse asociado con Adolf Hitler"
Cantantes como Julio Iglesias, Rod Stewart y Sting han sido incapaces de resistir las tentaciones econ¨®micas de esa mujer
La grata sorpresa para Laporta fue descubrir m¨¢s tarde que s¨ª ten¨ªa pasta. Djalalov era el hombre de paja de la m¨¢s intrigante, atractiva y rica Gulnara Karimova, hija de Islam Kar¨ªmov, presidente de Uzbekist¨¢n desde 1990, y due?a de un conglomerado uzbeco llamado Zeromax, registrado en Suiza, cuyas empresas operan en casi todas las esferas econ¨®micas de su pa¨ªs, entre ellas la miner¨ªa, el transporte y la agricultura. Zeromax tambi¨¦n controlaba el club de f¨²tbol m¨¢s fuerte de Uzbekist¨¢n, el FC Bunyodkor, conocido por los aficionados uzbecos como "el equipo de la hija del presidente".
La comida en el Via Veneto fue el 16 de mayo de 2008. En la segunda semana de agosto del mismo a?o Laporta hizo su primer viaje a Tashkent, la capital de Uzbekist¨¢n, donde fue recibido con honores de un jefe de Estado. En esta y en visitas posteriores al pa¨ªs asi¨¢tico, su anfitriona fue Gulnara Karimova, autoproclamada "princesa de los uzbecos", una mujer con un curr¨ªculo extraordinariamente amplio. Parte princesa Diana, parte Sarah Palin, parte chica Bond, parte Cruella de Vil, tiene 37 a?os, posee un doctorado en Ciencias Pol¨ªticas y un m¨¢ster de la Universidad de Harvard; dise?a joyer¨ªa para la casa suiza Chopard; tiene su propia marca de moda y de dise?o, llamada Guli; participa en proyectos caritativos para el desarrollo de la mujer y de los j¨®venes; es cantante de pop, papel en el que cambia su nombre por el de GooGoosha (en su p¨¢gina web, www.gulnarakarimova.com, se puede acceder a una versi¨®n suya de B¨¦same mucho con Julio Iglesias), se han publicado historias sobre ella en Vogue, Harper's y Hello!, se ha fotografiado junto a algunas de las personas m¨¢s famosas del mundo (entre ellas Elton John y el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton). A finales del a?o pasado, Karimova, la mujer de negocios (Zeromax es la empresa m¨¢s diversificada y m¨¢s grande de su pa¨ªs), fue nombrada por una revista de Ginebra una de las 10 mujeres m¨¢s ricas de Suiza, pa¨ªs donde ejerce de embajadora de Uzbekist¨¢n ante la ONU, con una fortuna estimada en m¨¢s (algunos dicen que mucho m¨¢s) de quinientos millones de euros. En abril de este a?o present¨® sus credenciales ante el rey de Espa?a como embajadora de su pa¨ªs en Madrid.
Karimova tambi¨¦n ha sido descrita por la revista Foreign Policy, de Estados Unidos, como "una de las peores hijas del mundo". En un art¨ªculo sobre ella publicado en esta revista, un analista de Asia Central explic¨®: "Zeromax es esencialmente una de las fachadas detr¨¢s de la cual Gulnara Karimova contin¨²a consolidando su control sobre todas las fuentes de ingresos de su pa¨ªs por cualquier medio que ella considere necesario".
El r¨¦gimen que preside su padre es considerado por las principales organizaciones internacionales de derechos humanos como uno de los peores del mundo. M¨¢s all¨¢ de la tortura, el asesinato y la intimidaci¨®n como herramientas institucionales de persuasi¨®n, con el fin de perpetuar el poder y la riqueza de la ¨¦lite de Gobierno, lo que distingue a Uzbekist¨¢n es el abuso sistem¨¢tico de los ni?os, millones de los cuales han sido obligados a trabajar como esclavos en la cosecha del algod¨®n, principal fuente de ingresos del "atroz" "mafia estado" uzbeco, seg¨²n la definici¨®n del ¨²ltimo informe sobre el pa¨ªs de Human Rights Watch.
El presidente Laporta, que no ha querido contestar a las preguntas de EL PA?S, aparentemente no tom¨® estas consideraciones en cuenta a la hora de firmar acuerdos millonarios a nombre del FC Barcelona con Gulnara Karimova, que tampoco ha contestado a preguntas de este diario, y su club de f¨²tbol, el Bunyodkor. El club catal¨¢n, patrocinado por la agencia de Naciones Unidas para la defensa de los ni?os (Unicef), sell¨® un acuerdo de hermandad con el Bunyodkor en aquella visita de Laporta a Tashkent en agosto de 2008. Pero el dinero va todo en una direcci¨®n. El Bunyodkor, financiado por las arcas de Zeromax, ha pagado cinco millones de euros al Barcelona a cambio de dos partidos amistosos con los equipos de f¨²tbol de ambos clubes, uno de los cuales se disput¨® en enero de 2009 en Barcelona; el de vuelta, en Tashkent, sigue pendiente. Tres millones de euros m¨¢s se ingresaron al Barcelona tras visitas hechas a Uzbekist¨¢n por tres jugadores del club -Messi, Puyol e Iniesta-, que participaron en campamentos con jugadores j¨®venes del Bunyodkor.
El Barcelona es el ¨²nico club extranjero que tiene v¨ªnculos comerciales con el equipo de Karimova, pero jugadores de otros clubes importantes europeos tambi¨¦n han recibido grandes cantidades de dinero a cambio de bendecir con su presencia al Bunyodkor, entre ellos Cesc F¨¢bregas del Arsenal de Londres y Cristiano Ronaldo (en diciembre del a?o pasado) del Real Madrid. Rivaldo, el jugador brasile?o que jug¨® cinco a?os en el Barcelona, actualmente milita en las filas del Bunyodkor.
Entre otros famosos que han sido incapaces de resistir las tentaciones econ¨®micas de Karimova est¨¢n los cantantes Julio Iglesias, Rod Stewart y Sting. Hubo un revuelo en la prensa brit¨¢nica cuando se supo a finales del a?o pasado que Sting, conocido -como el Barcelona- por sus asociaciones con causas humanitarias, hab¨ªa aceptado entre uno y dos millones de libras para cantar en Tashkent. "?Por qu¨¦ Sting est¨¢ aceptando dinero de un dictador, a trav¨¦s de la hija del dictador?", pregunt¨® The Guardian, perplejo tambi¨¦n porque Sting hab¨ªa sugerido que el recital hab¨ªa sido patrocinado por Unicef, cosa que Unicef niega rotundamente.
?C¨®mo es la dictadura uzbeca? Veronika Szente Goldston, experta en Asia Central de Human Rights Watch, declara: "Clasificamos a Uzbekist¨¢n entre los Gobiernos m¨¢s represivos del mundo. Casi al mismo nivel que Birmania o Corea del Norte. Es un infierno para los derechos humanos". Especialmente notorio fue el caso de la ciudad de Andijan, en 2005, cuando una unidad motorizada de efectivos armados del Estado abri¨® fuego contra una multitud de manifestantes y mat¨® a cientos de hombres, mujeres y ni?os. La comunidad internacional ha clamado por una investigaci¨®n independiente internacional, pero a d¨ªa de hoy el Gobierno se ha negado y no ha hecho nada, que se sepa, para esclarecer los hechos.
Una investigaci¨®n que s¨ª dio fruto, en 2002, fue un an¨¢lisis forense de dos v¨ªctimas del r¨¦gimen solicitado por la Embajada brit¨¢nica. La conclusi¨®n fue que los dos hab¨ªan sido hervidos vivos. M¨¢s sistem¨¢tica es la pr¨¢ctica de la tortura. Surat Ikramov, que encabeza el Initiative Group of Independent Human Rights Defenders de Uzbekist¨¢n, dice que la operatviniki, nombre coloquial para la polic¨ªa del Estado, "ve la tortura como parte normal de su trabajo en un sistema cuyo objetivo es extraer confesiones y crear miedo entre la poblaci¨®n".
Naciones Unidas y Amnesty International condenaron en informes publicados el a?o pasado "el persistente deterioro" de la situaci¨®n de derechos humanos en Uzbekist¨¢n. El propio Departamento de Estado norteamericano, cuyos militares utilizan Uzbekist¨¢n como puente log¨ªstico para sus operaciones en Afganist¨¢n con la cooperaci¨®n de la empresa de Gulnara Karimova, no ha podido evitar unirse al repudio general hacia el r¨¦gimen uzbeco. En su m¨¢s reciente informe sobre derechos humanos, el Departamento de Estado lament¨® la situaci¨®n en Asia Central en general, y en Uzbekist¨¢n muy en particular, se?alando con especial ¨¦nfasis el sistema estatal de trabajo forzado de ni?os en la industria del algod¨®n.
Un informe a fondo (entre muchos) del Environmental Justice Foundation titulado Naci¨®n esclava cuenta que al menos un mill¨®n de ni?os, los m¨¢s peque?os de 10 a?os, son anualmente sacados del colegio en septiembre por la polic¨ªa y obligados a trabajar, como los esclavos del sur de Estados Unidos en el siglo XIX, en la cosecha del algod¨®n. Es un trabajo muy duro y cada ni?o debe cumplir una cuota diaria en kilos. Muchos de ellos viven lejos de sus casas durante la cosecha, instalados en escu¨¢lidos campamentos. Malnutridos, muchos enferman. Las tierras son del Estado, cuyos jefes se llevan ping¨¹es beneficios. Uzbekist¨¢n es el tercer exportador de algod¨®n del mundo e ingresa mil millones de euros anuales de las ventas de este producto, principalmente a Asia. (Varias grandes empresas de Occidente han boicoteado la compra de algod¨®n uzbeco).
Andrew Stroehlein, experto en Uzbekist¨¢n del respetado think tank International Crisis Group, con base en Bruselas, dice que se trata de "un sistema masivo de explotaci¨®n, casi seguro el ejemplo m¨¢s grande de abuso sistem¨¢tico de ni?os, dirigido por un Estado, en el mundo". Zeromax, seg¨²n Stroehlein, es una de las empresas que se enriquece con el algod¨®n, la fuente de m¨¢s ingresos para el r¨¦gimen uzbeco.
Entrevistas con personas en Estados Unidos, Reino Unido y B¨¦lgica que conocen de primera mano las operaciones comerciales del r¨¦gimen uzbeco, entre ellos empleados de Naciones Unidas y exiliados uzbecos que huyeron de su pa¨ªs temiendo por sus vidas, retrataron al presidente Islam Kar¨ªmov como el capo di tutti capi de una mafia compuesta de unas veinte familias cuyo objetivo es robar todo lo que hay para robar a los 28 millones de habitantes de su pa¨ªs.
Craig Murray, el ex embajador brit¨¢nico que orden¨® el examen post m¨®rtem de las dos personas hervidas vivas y autor del libro Asesinato en Samarcanda, se?ala a Karimova como la encargada en el r¨¦gimen de sacar de su pa¨ªs el dinero que "la cruel y rapaz familia Kar¨ªmov exprime de su gente".
Gulnara Karimova es el brazo derecho de su padre. "Su control sobre Zeromax depende totalmente del apoyo del aparato estatal, todas cuyas agencias est¨¢n a sus ¨®rdenes", explic¨® un exiliado uzbeco que conoce de cerca c¨®mo funciona la macroempresa con la que tratan Joan Laporta y el FC Barcelona. "Todos saben, claro, que detr¨¢s est¨¢ siempre su padre, y de esta manera ha construido su imperio. Es lista y astuta".
Tambi¨¦n, seg¨²n una persona uzbeca que la conoce muy bien, es "ca¨®tica, temperamental y caprichosa: una ni?a malcriada que se enfurece si las cosas no salen exactamente como ella quiere". La furia de Karimova tiene su precio. Scott Horton, un abogado estadounidense que ha trabajado para el Banco Mundial en Uzbekist¨¢n, dice que las consecuencias de no sucumbir a los caprichos adquisitivos pueden ser nefastas. "Si te llega a percibir como un enemigo, la consecuencia es que se te criminaliza, te encarcelan, torturan e incluso matan".
En opini¨®n de algunos analistas extranjeros, el objetivo de Karimova es suceder a su padre en la presidencia. Un uzbeco que la conoce muy bien discrepa: "Su plan es sacar todo el dinero que pueda de Uzbekist¨¢n y vivir una vida de glamour en Londres, Hollywood, Ginebra, Madrid y Barcelona".
Parte de la oferta de glamour consiste en asociarse con el club de f¨²tbol m¨¢s glamuroso de la tierra, el FC Barcelona, cuyo presidente no ha querido hablar a EL PA?S de su relaci¨®n con ella, pero, seg¨²n fuentes cercanas a ¨¦l en Barcelona, tienen una conexi¨®n "estrech¨ªsima". Por un lado, se han visto a menudo en, entre otros lugares, Tashkent, Barcelona, Ginebra y Mil¨¢n, donde acudieron juntos a la Semana de la Moda en octubre del a?o pasado. Por otro, est¨¢ el beneficio financiero que ha obtenido el Barcelona y Laporta de su acercamiento a la dudosa empresa que ella controla, Zeromax.
El bufete de abogados Laporta & Arb¨®s actu¨®, como es conocido, a favor de Zeromax el a?o pasado en su intento de comprar el Real Club Deportivo Mallorca a comienzos de 2009. Laporta pretendi¨® cobrar una comisi¨®n que, en caso de que se hubiera llevado a cabo la operaci¨®n, le hubiera reportado unos cuatro millones de euros. La mediaci¨®n de Laporta en este caso fue duramente criticada en los medios, y condujo a la renuncia de varios directivos del Barcelona, debido a la percepci¨®n de que se hab¨ªa aprovechado de su cargo como presidente del Barcelona con ¨¢nimo de lucro personal.
Bayram Tutumlu, que conoce a Laporta hace a?os y hace pocas semanas retir¨® una querella judicial contra ¨¦l por supuesto incumplimiento de pago, dijo del presidente del Barcelona: "Est¨¢ obsesionado por el dinero. Donde lo ve, aunque sea dentro de una piscina llena de tiburones, se tira".
El problema m¨¢s grave que ven varios antiguos directivos del Barcelona, algunos de ellos asociados en su d¨ªa con Laporta, es que ha lanzado el propio club a los tiburones; ha hecho un serio da?o a la imagen del club al asociarlo fraternal y comercialmente con el Bunyodkor, la expresi¨®n futbol¨ªstica del Estado mafioso y abusador de ni?os sobre el que la familia Kar¨ªmov ejerce un control f¨¦rreo. El FC Barcelona es admirado en todo el mundo no s¨®lo por su f¨²tbol, sino tambi¨¦n por haber desde?ado las ofertas de grandes multinacionales y haber optado por lucir en su camiseta el nombre de Unicef, "la agencia de Naciones Unidas que tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de los derechos de la infancia", seg¨²n se define oficialmente.
En la p¨¢gina web del FC Barcelona se expresan sentimientos acordes con los que gu¨ªan a Unicef. "El FC Barcelona es m¨¢s que un club para muchas personas del resto del Estado espa?ol que vieron en el Bar?a un firme defensor de los derechos y las libertades democr¨¢ticas... Hay que globalizar al Bar?a solidario y humanitario".
Gracias a la conexi¨®n entre Laporta y Karimova, la extensi¨®n de la globalizaci¨®n solidaria y humanitaria del Barcelona a un r¨¦gimen que est¨¢ en primera fila de los violadores de derechos humanos del mundo ha provocado la ira de todos aquellos que luchan para que la situaci¨®n de Uzbekist¨¢n sea m¨¢s conocida en el mundo, y que se meta presi¨®n internacional al r¨¦gimen Kar¨ªmov.
Craig Murray, el ex embajador brit¨¢nico en Uzbekist¨¢n, lo expres¨® as¨ª: "Estoy absolutamente horrorizado. Es como haberse asociado con Adolf Hitler para promover un equipo de f¨²tbol en Berl¨ªn durante los a?os treinta. Realmente es asombroso, incluso en el mundo loco por el dinero del f¨²tbol, que se tenga los ojos tan cerrados a la moralidad".
El cantante Sting se arrepinti¨®, despu¨¦s de que la prensa cargara contra ¨¦l, de su conexi¨®n uzbeca y reconoci¨® que el presidente Kar¨ªmov ten¨ªa una reputaci¨®n "horripilante" en el terreno de los derechos humanos, declaraci¨®n que provoc¨® la furia de su amiga Karimova y condujo a la prohibici¨®n de sus canciones en las radios uzbecas.
Joan Laporta guarda silencio sobre su amistad y sus relaciones comerciales con el clan Kar¨ªmov. Lo que sigue teniendo claro es el papel de su club como estandarte de los mejores valores humanos. En una entrevista con El Mundo en enero pasado, 16 meses despu¨¦s de que el r¨¦gimen uzbeco le recibiera por primera vez con mucha pompa y gratitud, Laporta, que tiene aspiraciones pol¨ªticas, declar¨®, sin la m¨¢s m¨ªnima iron¨ªa: "El Bar?a encarna la ¨¦pica que gu¨ªa a la libertad a los pueblos sometidos".
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