UPyD quiere acabar con el rodillo
El partido de Rosa D¨ªez aspira a ser la clave que impida que el PP de Esperanza Aguirre logre la mayor¨ªa absoluta en la Asamblea de MadridEl l¨ªder de UPyD defiende que hay que regenerar la pol¨ªtica madrile?a
Algo ocurre en la Comunidad de Madrid cuando un partido que a¨²n no tiene un proyecto pol¨ªtico definido, cuyos responsables regionales son desconocidos y que casi no tiene ni sede est¨¢ en camino de conseguir un pu?ado de diputados en el Parlamento regional. Y convertirse, de esta forma, en la llave que determinar¨¢ si Esperanza Aguirre consigue la mayor¨ªa absoluta.
Una encuesta de Metroscopia para EL PA?S publicada la semana pasada revelaba que UPyD, la formaci¨®n liderada por Rosa D¨ªez, lograr¨ªa el 6% de los votos si se celebraran las elecciones auton¨®micas ahora mismo. Si as¨ª fuera rascar¨ªa al menos ocho diputados en una Asamblea regional m¨¢s amplia, por el aumento de poblaci¨®n (128 diputados, en lugar de 120). A un a?o de las elecciones auton¨®micas y regionales, el partido puede ser clave en la formaci¨®n de gobiernos en varios Ayuntamientos de la regi¨®n.
Mientras se hace hueco, los partidos tradicionales apenas pesta?ean
Sus proyectos a¨²n son muy generales; podr¨ªan atribuirse a otro partido
"La oposici¨®n es lamentable y Aguirre se est¨¢ desgastando"
"No pactar¨ªamos con Esperanza Aguirre. Hay que evitar las mayor¨ªas absolutas. Una cosa es la estabilidad del Gobierno y otro el rodillo, por no hablar de despotismo", explica Javier Garc¨ªa N¨²?ez, coordinador territorial de UPyD, la imagen del partido en la Comunidad de Madrid. Apenas lleva un par de meses en el cargo, desde principios de marzo, cuando se celebr¨® la primera conferencia regional de un partido en que casi todo es nuevo.
El responsable de la formaci¨®n en Madrid insiste en que prefieren lograr acuerdos puntuales a amplios pactos de legislatura. "Hay que buscar consensos", sostiene mientras juega nervioso con el cable del ordenador de su despacho en la sede del partido en la calle de Orense. Antes esa oficina era el cuartel general de Rosa D¨ªez, pero la jefa se ha trasladado a otro m¨¢s cercano al Congreso de los Diputados. El local de la calle de Orense es caro y poco funcional. Por eso est¨¢n de mudanza. "Tenemos muy pocos recursos y buscamos una cosa m¨¢s econ¨®mica", desliza.
Mientras UPyD se hace un hueco en la pol¨ªtica regional, los partidos tradicionales apenas pesta?ean. Desde el PP aseguran que no tienen ninguna estrategia para frenar la ascensi¨®n del partido de Rosa D¨ªez. El secretario general de los populares en Madrid, Francisco Granados, asegura que sus encuestas reflejan una tendencia a la baja. "Est¨¢n rozando el 5% [el porcentaje de sufragios m¨ªnimo que permite obtener representaci¨®n en la Asamblea de Madrid]", dijo la semana pasada durante la recepci¨®n oficial del Dos de Mayo. La tesis del PP es que cuando se vayan aproximando las elecciones el electorado se polarizar¨¢ y UPyD no lograr¨¢ superar esa barrera. Aunque reconocen casi en voz baja que pueden tener la ¨²ltima palabra en algunos municipios. "En Tres Cantos nos pueden hacer mucho da?o", reconoce un dirigente popular.Los socialistas tampoco parecen preocupados por la presencia de la nueva formaci¨®n. Consideran que la mayor¨ªa de los votantes de UPyD provienen de votantes populares descontentos. Y se sorprenden de que logren apoyo sin que se conozca qu¨¦ defienden para Madrid. "Parece incoherente que se valore a un partido sin conocer su proyecto", desliz¨® Maru Men¨¦ndez, portavoz del PSOE en la C¨¢mara regional. La misma opini¨®n arroja Gregorio Gordo, coordinador general de IU.
Pero en UPyD son m¨¢s optimistas. "Tenemos unos 1.500 afiliados y creemos que podemos alcanzar los 12 diputados", subraya Garc¨ªa N¨²?ez, quien asegura que el resto de partidos comienza a ponerles la zancadilla. El nuevo responsable del partido en Madrid defiende la necesidad de regenerar la pol¨ªtica madrile?a. "Hay que democratizar las instituciones. Nuestra presencia en la Asamblea ser¨ªa una bocanada de aire fresco". Y prosigue: "En el momento en que no haya mayor¨ªas absolutas la C¨¢mara navegar¨ªa con el viento de popa".
No es un novato. Fue diputado regional por el CDS en la segunda legislatura. Desde entonces, conserva el gusanillo de la pol¨ªtica. Ahora, jubilado tras a?os trabajando en IBM, ha recuperado su afici¨®n.
No se cansa de contar su id¨ªlica visi¨®n sobre c¨®mo debe ser la pol¨ªtica. "En pol¨ªtica hay mucho teatro. Es algo habitual. Pero no hay que estar todo el d¨ªa actuando. Hay que quitarle dramatismo". Pero le cuesta desgranar sus propuestas para Madrid. "Tenemos las ideas fuerza, las l¨ªneas maestras", desliza. Pero son propuestas generales, que bien podr¨ªan atribuirse a cualquier otro partido: apuesta por el medio ambiente, fomentar la actividad econ¨®mica, potenciar el transporte urbano...
Cuando se le insiste sobre el asunto se escabulle y recurre a los episodios de corrupci¨®n en la regi¨®n (caso G¨¹rtel o espionaje). "Creemos que el que la hace la paga. Hay responsabilidad de los responsables pol¨ªticos al m¨¢s alto nivel", comenta. No duda al lanzar: "La oposici¨®n es lamentable". Lo que s¨ª detalla es que creen que hay que limitar los mandatos a dos legislaturas para todos los altos cargos. "Se evitar¨ªan muchos casos de corrupci¨®n", asegura.
Su antecesor al frente del partido en la regi¨®n, Ram¨®n Marcos, revela que abandon¨® el cargo por la incompatibilidad de conjugarlo con otro puesto en la direcci¨®n nacional. "Tenemos pocas normas, pero est¨¢n muy claras", desliza. Y a?ade: "Hemos dedicado los dos ¨²ltimos a?os a organizarnos. A consolidarnos, y Madrid ha sido clave".
Garc¨ªa N¨²?ez se?ala que su objetivo es lograr una organizaci¨®n muy din¨¢mica. "Funcionamos much¨ªsimo por Internet", lanza. "Nuestros afiliados son de clase media procedentes de los dos partidos. Desde obreros, a gente de la universidad... Pero buscamos atraer a votantes de la abstenci¨®n", agrega. Y rechaza los t¨¦rminos de derecha e izquierda. "Es un concepto superado", dice mientras lee en voz alta el manifiesto del partido en el que se definen como progresistas liberales. "Pero progresistas", precisa.
Cuando se le pregunta sobre qui¨¦n ser¨¢ el candidato que se mida con Aguirre en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas dentro de un a?o, el responsable de UPyD lanza un dardo a sus rivales: "No tenemos las prisas que tiene el PSM para elegirlo". Defiende que antes tienen que preparar los programas electorales y despu¨¦s se elegir¨¢n a las personas que los defiendan.
En las ¨²ltimas semanas, el nombre del ex secretario general de CC OO Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo ha sonado como posible candidato del partido de Rosa D¨ªez en Madrid. "Es un personaje medi¨¢tico y muy interesante para nosotros y depender¨¢, en primer lugar, de ¨¦l, y de la voluntad de los afiliados", desliza Garc¨ªa N¨²?ez sin ocultar que su presencia ser¨ªa bien recibida. "Es muy amigo de Rosa, pero ser¨¢ ¨¦l quien decida". Sin embargo, en el sindicato CC OO no se ver¨ªa con buenos ojos su inclusi¨®n en las listas.
Garc¨ªa N¨²?ez dice que trabaja por el partido para cambiar las cosas; pero si le preguntan si querr¨ªa ser candidato, dice: "No quiero hablar de candidaturas, pero si la organizaci¨®n quiere que sea yo...".
"Notaba c¨®mo me miraban raro"
UPyD es un partido donde casi todo huele a nuevo. O a primera vez. El coordinador regional de la formaci¨®n, Javier Garc¨ªa N¨²?ez, cuenta c¨®mo fue su primera aparici¨®n en un acto p¨²blico como representante del partido.
La semana pasada, la Comunidad de Madrid celebraba el Dos de Mayo. Como cada a?o lo hac¨ªa con una recepci¨®n en la Real Casa de Correos, en Sol, la sede del Gobierno regional. Esperanza Aguirre presid¨ªa el acto en el que se entregaban las medallas de Madrid a personalidades insignes de la regi¨®n. Los responsables de UPyD esperaron durante d¨ªas la invitaci¨®n oficial para poder asistir a la fiesta. Cada ma?ana miraban el buz¨®n de la oficina situada en la calle de Orense, pero nada. "Acabo de ser nombrado coordinador general y cre¨ªa que ten¨ªa que estar all¨ª, sobre todo viendo los buenos datos que muestran las encuestas", cuenta.
Como no ten¨ªa invitaci¨®n no pudo acceder por la puerta principal. Entr¨® por atr¨¢s y se present¨® al servicio de protocolo de la Comunidad de Madrid. No estaba prevista su presencia y tuvo que esperar a que se sentara todo el mundo para ver los huecos que quedaban libres. Lo sentaron detr¨¢s de los consejeros de la Comunidad de Madrid, en un lateral junto al escenario.
Luego tras el acto se qued¨® al c¨®ctel. "Me sent¨ªa raro. Notaba c¨®mo la gente me miraba. Ese d¨ªa las encuestas nos daban un buen resultado. Sent¨ªa como si la gente dijera: 'Mira ese es el que nos quita la mayor¨ªa absoluta", recuerda Garc¨ªa N¨²?ez. ?l mismo relata c¨®mo estuvo saludando a algunos conocidos de su anterior paso por la pol¨ªtica madrile?a, cuando fue diputado por el CDS. "Hace ya mucho tiempo", dice.
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