Como en un concierto de la Gran V¨ªa

A las ocho de la tarde en punto se abri¨® el balc¨®n central de la antigua sede del Ayuntamiento de Madrid, en la plaza de la Villa, y la muchedumbre que llenaba la zona estall¨® en aplausos. Rafael Martos, mejor dicho, Raphael, en el hueco de la gira con la que est¨¢ celebrando los 50 a?os que lleva pisando teatros y salas de todo el mundo, se hizo el due?o de la escena. A su lado, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y la concejal del ¨¢rea de Las Artes, Alicia Moreno. En un lado de la balconada, en un discreto segundo plano, Natalia Figueroa, esposa del cantante.

Bajo todos ellos, a pie de tierra, los gigantes y cabezudos que poco antes hab¨ªan recorrido el centro de Madrid, custodiaban el acto. "Mi mujer hizo el preg¨®n en 1971", record¨® el cantante jienense. "Fue la primera mujer en hacerlo. Yo estaba en Rusia cantando, como siempre. Espero no hacerlo peor que ella", coment¨® con cierta sorna.

"Espero no hacer el preg¨®n peor que mi mujer, que lo hizo en 1971", dijo el cantante

Raphael cont¨® a los presentes su llegada a Madrid en brazos de su madre siendo un beb¨¦ de nueves meses desde su Linares natal y c¨®mo la ciudad se convirti¨® en la suya. C¨®mo viaj¨® por todo el mundo y residi¨® largas temporadas fuera de Espa?a, pero c¨®mo siempre regresaba a Madrid, "y siempre a los alrededores de la Gran V¨ªa". Hizo su peque?o homenaje a esta calle, que celebra su centenario, y presumi¨® con modestia de haber cantado en todos sus teatros. "Madrid no es donde nac¨ª, pero Madrid sin duda es mi casa", afirm¨® ante un p¨²blico entregado que no ces¨® de jalearle, aplaudir y corear su discurso.

Hizo gala de madrile?ismo hasta el punto de reclamar, tras sacudir amistosamente la solapa del alcalde, ser abanderado de la ense?a ol¨ªmpica "en Madrid dos mil... lo que sea". "O, si no, d¨¦jame cantar el himno", inquiri¨® a un Ruiz-Gallard¨®n a quien, como al resto de los asistentes, no se le borr¨® ni un momento la sonrisa mientras escuchaba a su pregonero. Tan a pecho se tom¨® Raphael su encargo que cerr¨® su alocuci¨®n con la ancestral letan¨ªa de los pregoneros de anta?o: "De parteee del se?or alcalde, se hace sabeeer, que ojal¨¢ sea el d¨ªa de la victoria del Atl¨¦tico de Madrid en Hamburgo ante el Fulham y que pasen unas fiestas de San Isidro maravillooosas". Salido de la garganta de Raphael, son¨® casi como una canci¨®n.