Guzzanti, ?la pesadilla de Berlusconi?
A Michael Moore se le puede reprochar su afici¨®n a la demagogia, su exhibicionismo y el recurso de hacer trampas para potenciar su discurso. Pero resulta transparente que su forma de abordar el documental contiene vitriolo y que en medio de exageraciones y caricaturas retrata inaplazables e inc¨®modas verdades sobre el lamentable estado de las cosas en su pa¨ªs. Im¨¢genes como la reacci¨®n de Bush en Fahrenheit 911 cuando le comunican el ataque a las Torres Gemelas mientras est¨¢ dando una meliflua charla a los cr¨ªos de una escuela alcanzan mayor poder de corrosi¨®n que mil palabras condenatorias.
El estilo expresivo de Moore tiene una disc¨ªpula aventajada en Italia. Se llama Sabina Guzzanti y se ha propuesto darle frecuentes sustos a Silvio Berlusconi cada vez que reconstruye las impunes barbaries de un empresario que utiliza la pol¨ªtica para apropiarse del poder absoluto. Con su sat¨ªrico documental ?Viva Zapatero! logr¨® poner nervioso a Berlusconi, aunque eso no afectara a su permanencia invulnerable en la jefatura del Estado. En Draquila insiste en el ataque. Como m¨ªnimo, ha logrado que antes de que se presentara en el Festival de Cannes, el ministro de Cultura italiano hiciera escandalizada protesta de lo que ¨¦l califica como calumniosa descripci¨®n de la personalidad y la metodolog¨ªa de Berlusconi.
Draquila muestra la utilizaci¨®n electoralista y la corrupci¨®n pol¨ªtica a la que se presta el due?o de la patria en la reconstrucci¨®n de la ciudad de L'Aquila despu¨¦s de haber sido devastada por el terremoto. Guzzanti maneja el bistur¨ª a trav¨¦s de entrevistas con sus habitantes y de los discursos y la actuaci¨®n de Berlusconi para llegar a un c¨¢ncer con peligro de met¨¢stasis en la democracia italiana, la complicidad de Berlusconi con los constructores para hacer negocio con esta tragedia, la implantaci¨®n de leyes que no permitan juzgar sus delitos, las conexiones de su entorno con la Mafia, el control de la opini¨®n a trav¨¦s de su dominio en unos medios de comunicaci¨®n que le sirven de desvergonzada plataforma publicitaria, la ausencia de una oposici¨®n pol¨ªtica que frene sus perpetuos desmanes, la adoraci¨®n que siente una parte considerable del pueblo llano hacia Berlusconi, al que consideran su benefactor y le r¨ªen las gracias. Es probable que este documental no sirva para cambiar nada sustancial en el universo que denuncia, pero resulta muy higi¨¦nico que las moscas cojoneras al menos le provoquen ligeras molestias al drag¨®n populista.
Mathieu Amalric es un prol¨ªfico actor con apariencia entre inquietante y enfermiza al que se lo rifa el cine franc¨¦s actual. Reconozco que es muy s¨®lido interpretando a personajes tortuosos. Lo que ignoraba es que tambi¨¦n se ha propuesto contar sus propias historias detr¨¢s de la c¨¢mara. No s¨¦ si Tourn¨¦e es su primer trabajo como director, pero en cualquier caso me invita en el futuro a huir de cualquier pel¨ªcula que lleve su firma. Amalric, defensor de la est¨¦tica del fe¨ªsmo, retrata de forma agotadora las s¨®rdidas vivencias de un grupo de strippers estadounidenses, todas ellas oto?ales, ajadas y en posesi¨®n de anatom¨ªas lamentables, que est¨¢n haciendo una gira con su impresentable espect¨¢culo a trav¨¦s de Francia y en compa?¨ªa de un promotor cuya existencia profesional, sentimental y familiar est¨¢ en la ruina. Todo es voluntariamente desagradable, pero tambi¨¦n inane. Eso s¨ª, con voluntad de estilo. Estilo pl¨²mbeo, tan irritante como la ausencia de contenido.
La china Rizhao Chongging posee un ritmo excesivamente parsimonioso, pero a cambio tiene algo interesante que narrar. Es la investigaci¨®n que hace un hombre que abandon¨® a su familia sobre la muerte de su hijo a manos de la polic¨ªa. Habla con sentido de la observaci¨®n y sentimiento de la vida cotidiana en un pa¨ªs en el que todo cambia muy deprisa.
Babelia
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