El t¨¦cnico conciliador

Quique Flores aterriz¨® en el Atl¨¦tico con fecha de caducidad. Lo que parec¨ªa una sentencia prematura ¨¦l la entendi¨® como una oportunidad de renovar su carrera en Espa?a. Que el club s¨®lo le concediera de plazo hasta el 30 de junio, tras suplir a Abel a finales de octubre, no le amilan¨®. Tampoco que fuera el elegido despu¨¦s de los descartes de Michael Laudrup, Luciano Spalletti e incluso Milinko Pantic. Ni siquiera le ech¨® atr¨¢s que no le garantizasen la renovaci¨®n autom¨¢tica en caso de cumplir con los objetivos de la casa, clasificarse para la Liga de Campeones y hacer un buen papel en la Copa del Rey. "Ya habr¨¢ tiempo para pensar en esas cosas, pero mi futuro no es prioritario. Lo prioritario es el club", razonaba el t¨¦cnico, con un sueldo de un mill¨®n de euros.

La consecuci¨®n de la Liga Europa no ha variado una coma del mensaje aglutinador del entrenador. En el viaje de vuelta de Hamburgo, el t¨¦cnico mostr¨® mucha ilusi¨®n por la disputa de la Supercopa de Europa en Montecarlo, el pr¨®ximo verano, pero no dio por seguro que ¨¦l seguir¨¢ entonces. "Es otra final copera, otro t¨ªtulo prestigioso, pero no s¨¦ d¨®nde estar¨¦. Pero lo que s¨ª hay, muy cerca del casino, es un restaurante japon¨¦s muy recomendable", comentaba dichoso pero sin pretensiones. Como en sus comienzos en el Atl¨¦tico, cuando dijo no requerir m¨¢s refuerzos para compensar una plantilla desequilibrada. "A veces un equipo deja de funcionar, pero eso no dice que lo que tenemos no est¨¦ bien. Es suficiente. No hacen falta fichajes". La respuesta la encontr¨® en la cantera, levantada de sus cenizas por Jos¨¦ Mar¨ªa Amorrortu y que ya da los primeros frutos. "De Gea y Dom¨ªnguez se merec¨ªan nuestra confianza, y tambi¨¦n vienen Joel, Rub¨¦n P¨¦rez...", afirma Quique Flores.

La parada de ayer desde el Calder¨®n a la plaza de Neptuno no le sac¨® de su gui¨®n conciliador, muy valorado en la grada y en las altas esferas, acostumbradas a las turbulencias. "No entiendo por qu¨¦ la gente me da las gracias. Yo no he hecho nada, son los jugadores... El que debe estar agradecido a la afici¨®n soy yo y no al rev¨¦s", fue una de las pocas declaraciones que ayer se permiti¨® Quique Flores. Al contrario que el director deportivo, Jes¨²s Garc¨ªa Pitarch, desatado en los festejos de principio a fin, el entrenador que resucit¨® a un equipo moribundo y en siete meses lo convirti¨® en campe¨®n se mantuvo en un discreto segundo plano. Como su segundo, Fran Escrib¨¢, y los dem¨¢s componentes del cuerpo t¨¦cnico, eludi¨® el protagonismo. Incluso, por superstici¨®n, no quiso tocar el trofeo. En vez de aprovechar la coyuntura, no realiz¨® ninguna declaraci¨®n altisonante. "Mi situaci¨®n se solucionar¨¢ cuando corresponda, ahora no es el momento", insiste Quique, que cuando acabe la temporada piensa alejarse del ruido en un lugar apartado del mundo: "He perdido la voz, tuve la gripe A, me duelen el h¨ªgado, los pulmones, estoy fatigado... El Atl¨¦tico es una maravilla".