Garz¨®n, un hombre decente
Querido Baltasar: Por estas fechas, en tu tierra se canta: "Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va". Pues eso, tengo tristeza en el alma por la suerte transitoria que rencores y manos sucias te desean. No te soportan.
Hoy, me han pedido unas letras sobre ti en EL PA?S. He decidido, m¨¢s que regalarle al peri¨®dico un art¨ªculo, recordar en p¨²blico la historia de nuestra relaci¨®n personal y mandarte esta carta.
Era el a?o 1992. Fui, como todas las Navidades, a pasar un d¨ªa con los guardias civiles que prestaban servicio en Herrera de la Mancha. All¨ª manifest¨¦ que los ¨¦xitos de los guardias eran, a veces, vampirizados por los jueces. Te enfadaste. No nos conoc¨ªamos. Ventura nos llev¨® a comer al Asador Donostiarra y all¨ª dijiste algo que no me pas¨® por alto: "Soy un progresista sin partido... que quiere ayudar a los que m¨¢s necesitan". Al acabar llam¨¦ a Felipe Gonz¨¢lez y le cont¨¦ la cena. Me impuls¨® a que te tantease: "?Vendr¨ªa a las elecciones con nosotros?" Acabamos en los Quintos de Mora y a los pocos d¨ªas el Comit¨¦ Federal del PSOE -por unanimidad, que algunos olvidan- te propusieron como n¨²mero dos de nuestras candidaturas por Madrid, justo detr¨¢s de Felipe. Asumimos que la llegada de un juez prestigioso a nuestras filas obrar¨ªa el milagro. As¨ª fue. Ganamos las elecciones y algo debiste influir en ello. ?Recuerdas en Lugo, cuando te quejabas de que los mismos que te vitoreaban anteayer te odiaban hoy por ir con nosotros?
Eres de esas personas que sabe que la esperanza de vida al nacer es suficientemente corta como para entregarse a la rutina, la mediocridad, la inacci¨®n o la sopa boba. Nunca soportaste el estruendoso silencio de quienes se encojen de hombros. Es m¨¢s, en materia de lucha antiterrorista hiciste un favor a Espa?a que nunca te pagaremos: por los muchos asesinos que encerraste y porque ayudaste a que los t¨¦rminos indiferencia y complicidad fueran sin¨®nimos.
Luego te incomodaste. Razones ten¨ªas, pero la verdad es que eres un poco enfadica. Recuerdo las llamadas a deshora de Felipe: "?Ve a ver a Garz¨®n!". Ya no hab¨ªa remedio: tu personalidad ind¨®mita hab¨ªa chocado con un modo de hacer pol¨ªtica muy de Felipe. Nos peleamos bien peleados y, desde luego, yo me qued¨¦ con Felipe y con PSOE. T¨² te fuiste con un sonoro portazo que hizo felices a bastantes de los que hoy te quieren meter preso. Lo que hiciste con nosotros fue muy duro.
Te fuiste al Juzgado y empezaste a darnos cera. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto el cambio de escenario pudo perjudicarte. Tu fugaz paso por la pol¨ªtica sin duda te ha marcado. Despu¨¦s vendr¨ªa el Gal... y el PSOE en la diana.
Casi dejamos de hablarnos. Pero de nuevo una decisi¨®n audaz me reconcili¨® contigo: la causa contra Pinochet. Conectaste con todo el mundo decente y trataste de meter preso a un asesino que adem¨¢s, pudiste demostrar, era un cobarde y un ladr¨®n.
De nuevo la causa de la dignidad en tus manos. Devolviste a muchos chilenos y a millones de ciudadanos sin fronteras la confianza en que hay m¨¢s Justicia que la divina. Tu actuaci¨®n avergonz¨® a todos aquellos que para huir de la justicia terrenal cometen la impostura de poner a Dios como pantalla de sus desmanes. Demostraste que por muchas flores que los liberticidas corten no pueden acabar con la primavera.
Tu esp¨ªritu combativo, y ese sentido com¨²n de justicia universal que te anima, me hace sentirme muy orgulloso de ti. Dicen que eres vanidoso. ?S¨®lo t¨²? ?M¨¢s que ellos? La verdad es que no eres "divino", pero somos muchos los que te queremos por eso, porque eres humano.
Ahora te quieren condenar. Sabes lo mucho que lo siento por ti, por tus hijos, por tu madre, por Torres... y por Espa?a. S¨ª, ya sabes que yo hablo de Espa?a con frecuencia y lamento lo que dir¨¢n de nosotros por ah¨ª fuera cuando sepan que al juez m¨¢s eficaz contra ETA y contra los narcotraficantes lo han echado del juzgado. Estoy seguro de que los que te quieren mal tendr¨¢n abogados y c¨®mplices para pedir tu condena, pero yo no tengo ninguna raz¨®n para callar ni para evitarme una pregunta: ?Tu suerte hubiera sido la misma si tu empe?o hubiera caminado ideol¨®gicamente en sentido contrario? ?Te habr¨ªan denunciado si hubieras abierto diligencias contra Aza?a, o contra Besteiro?
Quiero y deseo que te salves. Que te crezcas moralmente ante quien te odia. Algunos de tus enemigos disfrutaron de la ausencia de libertad durante d¨¦cadas y ahora a?oran aquel pasado que muchos cre¨ªmos que pertenec¨ªa a la noche de los tiempos. Baltasar ?¨¢nimo! Porque los espa?oles prefieren a la gente decente -aunque pueda cometer errores, somos humanos- que a los desalmados que encuentran f¨®rmulas para impostar la decencia de la que carecen.
Me despido con tristeza. Esta semana nos reuniremos algunos abogados defensores en el Tribunal de Orden P¨²blico. Alguna vez me puse la toga en el TOP. Iba con rabia, pero no con tristeza. Sab¨ªa que pronto llegar¨ªa el final. Hoy estoy triste porque han ganado tus denunciantes, los que viven en el odio. En fin, Baltasar... a tus amigos s¨®lo nos han dejado una opci¨®n: mostrarte nuestro afecto. Y yo lo hago con gusto y con orgullo. ?Ah! y que Dios que ayude porque el diablo trabaja duro contra ti.
Jos¨¦ Bono es presidente del Congreso de los Diputados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.