"Hay venganzas, luchas de poder que al final se lo llevan todo por delante"
Lleg¨® a la Audiencia Nacional cuatro a?os despu¨¦s que Baltasar Garz¨®n, en 1990, desde un juzgado de instrucci¨®n de Bilbao. Jos¨¦ Ricardo de Prada (Madrid, 1957) estuvo en los plenos de 1998 de Argentina y Chile y en el caso Pinochet. Llev¨® la ponencia del caso Scilingo. Y entre 2005 y 2007 fue magistrado para los cr¨ªmenes de guerra de la Corte de Bosnia Herzegovina. Ahora participa en un proyecto de la UE para asesorar a jueces y fiscales en Colombia como experto en Derecho Penal Internacional.
El viernes sali¨® a despedir a Baltasar Garz¨®n a las escalerillas de la Audiencia y ma?ana, asegura, ser¨¢ el lunes m¨¢s cuesta arriba de su carrera profesional. Vot¨® a favor de la competencia de Garz¨®n para investigar los cr¨ªmenes del franquismo, la causa por la que su colega ha sido acusado de prevaricaci¨®n. Acepta esta entrevista porque est¨¢ preocupado "como juez y como ciudadano" por lo que resume como "la profunda capacidad de causar injusticia que tiene la justicia".
"Es la segunda vez que despido a colegas echados de mala manera"
"No s¨¦ c¨®mo voy a vestir la toga el lunes como si no hubiera pasado nada"
"Actuar por miedo, pleg¨¢ndose a las presiones del poder, eso es prevaricar"
"Quiero pensar que los jueces seguir¨¢n actuando sin el 's¨ªndrome Garz¨®n"
"Sin duda, Garz¨®n es un buen juez y un magn¨ªfico compa?ero"
"La Ley de Amnist¨ªa no es aplicable de ninguna manera al delito de genocidio"
Pregunta. ?C¨®mo se siente?
Respuesta. Del enfado del viernes he pasado a la desolaci¨®n. Me encuentro profundamente desmoralizado, no por m¨ª, sino por mi profesi¨®n, que ha sido pr¨¢cticamente toda mi vida en los ¨²ltimos 25 a?os. Es por mucho m¨¢s que Garz¨®n. Todos sabemos que asumimos riesgos en nuestra profesi¨®n, pero esto va mucho m¨¢s all¨¢. Hay venganzas, luchas de poder por medio, que al final son las que se llevan todo por delante. Es la segunda vez que despido a compa?eros queridos que son echados de mala manera de la Audiencia Nacional por razones semejantes y no creo que pueda resistir una tercera. No s¨¦ c¨®mo me voy a vestir la toga el lunes, como si nada hubiera pasado, cuando lo que se siente en estos casos es la profunda capacidad de causar injusticia que tiene la justicia.
P. Como los jueces Clara Bayarri y Ram¨®n S¨¢ez Valc¨¢rcel, usted vot¨® a favor de la competencia del juez Baltasar Garz¨®n para investigar las atrocidades del franquismo. Si Garz¨®n prevaric¨®, ?usted tambi¨¦n?
R. Vot¨¦ en favor de la competencia de la Audiencia Nacional porque estoy totalmente convencido de que es as¨ª. Lo explicamos en un voto particular, creo que muy s¨®lido, que me temo que muy poca gente se ha le¨ªdo. Baltasar Garz¨®n aplica un derecho que compartimos no s¨®lo los tres magistrados que votamos en favor de su tesis, sino much¨ªsimos otros magistrados y juristas de otros pa¨ªses, incluido nuestro Tribunal Constitucional, que est¨¢n de acuerdo con ese valor del Derecho Internacional en la protecci¨®n de los derechos humanos contra los ataques m¨¢s graves. En una palabra, es un derecho contra la barbarie. Sorprendentemente, en los programas de formaci¨®n para los jueces espa?oles no se ense?a nada sobre ese derecho, de forma muy diferente a lo que ocurre en otros pa¨ªses de nuestro alrededor. Por ejemplo, en la escuela de la magistratura francesa forma parte de los programas de formaci¨®n de jueces y en ocasiones invitan a jueces espa?oles y de otros pa¨ªses. En septiembre pr¨®ximo habr¨¢ en Par¨ªs un curso sobre el Derecho contra la barbarie. Se trata de simplemente de una confrontaci¨®n de opiniones, de formas de ver y entender el derecho y eso, lo diga quien lo diga, no es prevaricar. Es simplemente ejercer la libertad de interpretaci¨®n de las normas jur¨ªdicas, y eso est¨¢ en la esencia de la independencia de los jueces y es consustancial con nuestro modelo constitucional de Estado de derecho.
P. ?Qu¨¦ pierde la Audiencia Nacional sin Baltasar Garz¨®n?
R. Sin duda a un buen juez, y los que estamos all¨ª, a un magn¨ªfico compa?ero. Baltasar Garz¨®n es una buena persona. La justicia espa?ola, en general, probablemente pierda mucho m¨¢s. Se puede discrepar con ¨¦l, pero tambi¨¦n se le deben reconocer todos sus m¨¦ritos, que son much¨ªsimos. Ha protagonizado episodios ¨²nicos en la historia, no solo de la jurisdicci¨®n espa?ola, sino del mundo, en los que otros jueces y fiscales hemos tenido la suerte de acompa?arle. Tuve la fortuna profesional de participar en el Tribunal que juzg¨® el caso Scilingo, referido a la dictadura Argentina, y de redactar la sentencia. Sin la instrucci¨®n llevada por este juez no hubiera sido posible. Espero sinceramente que el Tribunal Supremo termine sabiendo calibrar la situaci¨®n y volver las cosas a su sitio.
P. Como juez, ?ha detectado irregularidades en este proceso? ?En la celeridad, en los procedimientos llevados a cabo para la suspensi¨®n de Garz¨®n?
R. Se pueden tener opiniones. Las situaciones lo permiten, pero sinceramente no creo que las m¨ªas vayan a ning¨²n lado. Respeto siempre el trabajo de los otros jueces y tribunales cuando aplican legal y ¨¦ticamente el derecho.
P. ?Cree que esta situaci¨®n podr¨ªa repetirse? ?Que le puede pasar a otro juez? ?Que la suspensi¨®n de Garz¨®n afecta a la independencia judicial?
R. Se entiende mal lo que ha pasado. Lo que est¨¢ pasando y s¨ª, lo debo reconocer con sinceridad, que causa preocupaci¨®n y desasosiego. No obstante, quiero pensar que los jueces espa?oles seguir¨¢n dictando sus resoluciones, no bajo el s¨ªndrome del miedo, ll¨¢mese s¨ªndrome Garz¨®n o Secci¨®n Cuarta, sino por aplicaci¨®n estricta del derecho, aunque en un mundo como el actual, que evoluciona y se supone que se civiliza cada d¨ªa m¨¢s y donde por ello la protecci¨®n de los derechos humanos deber¨ªa tener cada vez m¨¢s sentido, la interpretaci¨®n del derecho nos exija m¨¢s y m¨¢s a los jueces y eso tenga sus riesgos. Actuar por miedo, pleg¨¢ndose a las presiones del poder, por comodidad o pensando en las ventajas que ello puede reportar, eso s¨ª que es prevaricar.
P. ?Considera que se pueden investigar unos cr¨ªmenes incluso ante la posibilidad de que no existan culpables?
R. Se investigan delitos de los que se tienen constancia, se aseguran las pruebas y se busca a los culpables. Que se encuentren o no, no es lo esencial, es una mera circunstancia. En el 95% de los delitos que se denuncian no se encuentra a los culpables, y en ese caso es necesario sobreseer y por supuesto no se deja de investigar, porque eso s¨ª que podr¨ªa llegar a ser delictivo.
P. ?Cree que las v¨ªctimas tienen alguna v¨ªa judicial abierta todav¨ªa para conseguir lo que piden?
R. El tema de las fosas, aunque es muy f¨¢cil de explicar -en el sentido de que resulta incre¨ªble que a estas alturas Espa?a sea pr¨¢cticamente el ¨²nico pa¨ªs del mundo en donde no se hayan acometido pol¨ªticas p¨²blicas eficaces para solventar el tema de los desaparecidos y no se haya hecho frente al pasado de una vez por todas con valent¨ªa y arrojo, aunque sin ¨¢nimo de venganza ni de crispaci¨®n-, desde la perspectiva judicial es tema es m¨¢s complejo, en el sentido de que es necesario determinar de qu¨¦ forma se hace, qui¨¦n es el competente, qu¨¦ ley se aplica, c¨®mo opera la ley de amnist¨ªa, etc¨¦tera.
P. El principal argumento esgrimido contra la decisi¨®n de Garz¨®n de abrir una causa contra el franquismo ha sido la Ley de Amnist¨ªa. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre el alcance de esta ley?
R. Desde luego, mi opini¨®n a este respecto es que la Ley de Amnist¨ªa tuvo su valor y su importancia en su momento. He tenido ocasi¨®n de analizar recientemente algunos casos y su aplicaci¨®n o no aplicaci¨®n entonces a ciertas situaciones causa cierta perplejidad en el momento actual. Su aplicabilidad en este momento a ciertas situaciones requiere un an¨¢lisis muy cuidadoso. De todos modos, de ninguna manera se le puede dar el valor que algunos pretenden, de ley de punto final que blindar¨ªa e impedir¨ªa cualquier investigaci¨®n sobre los cr¨ªmenes del pasado. Eso ser¨ªa cuando menos inconstitucional. Mi opini¨®n es que de ninguna manera es aplicable a determinados delitos. Me refiero especialmente al delito de genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad, cr¨ªmenes de guerra, que van mucho m¨¢s all¨¢ de los meros delitos pol¨ªticos que eran los previstos en la Ley de Amnist¨ªa. Pronunciarse jurisdiccionalmente en ese sentido creo que es perfectamente defendible y, de verdad, no creo que tenga nada que ver con prevaricar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.