Pasaban logra el sue?o, no la meta
La alpinista guipuzcoana se convierte en la segunda mujer en el mundo que logra los 14 ochomiles, tras la surcoreana Miss Oh
No fue la primera mujer en hollar los 14 ochomiles del planeta, dudas y sobresaltos aparte respecto a Miss Oh, su competidora y ganadora en la carrera virtual de la monta?a. Pero ayer Edurne Pasaban consigui¨® culminar su reto personal y convertirse en la segunda mujer que lo consigue y en la primera espa?ola que lo alcanza. No viven los ochomiles su mejor momento moral en la valoraci¨®n de la monta?a, pero Edurne Pasaban lo ten¨ªa metido entre ceja y ceja y ha culminado su aventura, quiz¨¢s sin saber muy bien para qu¨¦ sirve, quiz¨¢s sin saber que le espera despu¨¦s.
El Shisha Pangma era su monta?a maldita. No era la m¨¢s dif¨ªcil, pero s¨ª la m¨¢s resistente. La que m¨¢s dificultades le pon¨ªa, quiz¨¢s la que m¨¢s le intrigaba. Hasta que a las 7.52 h (hora espa?ola) la holl¨®. La expedici¨®n de "Al filo de lo imposible" con Asier Izargirre, Alex Chic¨®n y Nacho Orviz (c¨¢mara de altura de TVE), llegaron sin contratiempos a la cima del Shisha Pangma, junto a Edurne Pasaban lo que le convert¨ªa en la segunda mujer del mundo que sube los 14 ochomiles, despu¨¦s de que el 27 de abril lo hiciera la coreana Oh Eun-Sun.
El Shisha Pangma era su monta?a maldita. Se le hab¨ªa resistido cuatro veces.
En la cumbre, Edurne tuvo un recuerdo para "los que se quedaron en el camino"
Una vez en la cumbre, la monta?era guipuzcoana se mostraba emocionada y agradecida y, en comunicaci¨®n con el campo base, recordaba a "los que se quedaron en el camino". "Gracias a todos, a todo el mundo que ha estado all¨ª, a mi familia, a mis amigos, a todos los que hab¨¦is hecho posible que ascendiera los 14 ochomiles", agreg¨® con la voz entrecortada.
La expedici¨®n parti¨® desde el campo 3 a las 5.00 horas de la madrugada (hora local) aprovechando el buen tiempo para hacer cima tras una ascensi¨®n que se prolong¨® durante siete horas. Despu¨¦s, los monta?eros descendieron hasta el campo 3, a 7.300 metros, recogieron los enseres y continuaron el descenso, con la idea inicial de llegar ayer mismo hasta el campo base, aunque finalmente decidieron descansar en el campo 2, a 7.000 metros, y culminar hoy el descenso sin contratiempos, seg¨²n informa la p¨¢gina web de la alpinista. En este momento hace buen tiempo en el Shisha Pangma, por lo que la tarea de montar el campo 2 no ha sido especialmente pesada.
La carrera de Edurne Pasaban hacia los 14 ochomiles arranc¨® en 1998, cuando no consigui¨® llegar a la cima del Dhaulagiri, y comenz¨® a tomar forma el 23 de mayo de 2001 en el Everest, el primero que logr¨®. Ese mismo a?o hizo cumbre en el Makalu y el Cho Oyu; el Lhotse, el Gasherbrum I y el Hidden Peak, le siguieron en 2003, y el K-2, en 2004, su s¨¦ptimo ochomil y uno de los m¨¢s duros, al costarle tanto a ella como a su compa?ero Juanito Oiarzabal graves congelaciones que acabaron en la amputaci¨®n de las falanges del segundo dedo de ambos pies.
Las ascensiones a Nanga Parbat (2005), Broad Peak (2007), Manaslu y Dhaulagiri (2008), y Kangchenjunga (2009) le dejaron a s¨®lo dos monta?as de convertirse en la primera mujer en coronar los 14 ochomiles, aunque la acelerada carrera de su rival coreana le arrebat¨® esta posibilidad hace s¨®lo 20 d¨ªas en el Annapurna.
La carrera acab¨® antes de tiempo, entre acusaciones y malentendidos que contribuyeron a amargar la absurda carrera de las monta?as. Pasaban acus¨® a la coreana de no haber ascendido el Kangchenjunga, ampar¨¢ndose en el testimonio de dos de sus sherpas, que sin embargo, semanas despu¨¦s, se desdijeron de aquellas manifestaciones. Pasaban, entregada a la carrera de los ochomiles, no midi¨® el valor de sus palabras, que en definitiva eran un escupitajo al cielo: cualquier duda sobre Miss Oh pod¨ªa repercutir en dudas sobre el resto de alpinistas. Las autoridades de Nepal han decidido incrementar las pruebas que deben aportar los alpinistas para demostrar su ascensi¨®n a las cumbres, una cuesti¨®n est¨¦tica que trata de impedir el efecto aluvi¨®n y de resultados ingobernables
Para Pasaban, la gesta iba m¨¢s all¨¢ de la aventura de los ochomiles. Ten¨ªa un reto personal con el Shisha Pangma, que se le hab¨ªa resistido cuatro veces, generalmente por la meteorolog¨ªa. No es una monta?a inaccesible, ni tiene la mitolog¨ªa tr¨¢gica del Annapurna o del K2. Pero a Edurne se le hab¨ªa atragantado, tanto que retras¨® sus planes dos semanas, impidi¨¦ndole participar en la carrera con Miss Oh y finalmente en acceder a la meta de los ochomiles del planeta. Era un debate entre el reto personal y al reto comercial
Al final venci¨® a la monta?a en una ascensi¨®n acad¨¦mica por la ruta tradicional con una doble recompensa: la personal, por vencer la adversidad, y la comercial, por ser la primera espa?ola en conseguirlo. En su mano, est¨¢ ahora evaluar las consecuencias para el futuro y redefinir su futuro. La gesta de la alpinista tolosarra ha merecido la felicitaci¨®n del lehendakari, Patxi L¨®pez, quien ha destacado que cumplir su reto significa "un formidable ¨¦xito deportivo" del que se enorgullece con ella "todo Euskadi". El presidente vasco hizo hincapi¨¦ en el hecho de que sea una vasca "la segunda mujer que consigue ese reto" y ha recordado que "en la vida y en el deporte, tan importante como el haber lograr un triunfo es la forma en que se obtiene".
La huella de I?aki
I?aki Ochoa de Olza se qued¨® en el Annapurna en 2006 tras resistir como un tit¨¢n cuatro noches y cinco d¨ªas. No pudo m¨¢s. I?aki era un innovador, un alpinista de los de antes, comprometido con la aventura, con los nuevos, no con los viejos retos. Por eso, ahora all¨ª por donde pasan otros alpinistas, rastrean la huella de aquel rom¨¢ntico que duerme en las laderas del Annapurna.
Por su huella ha rastreado Edurne Pasaban para acceder a la cumbre del Sisha Pangma, utilizando su v¨ªa on algunas peque?as diferencias. Sigue siendo la cara noroeste, la que holl¨® Ochoa de Olza, eso s¨ª, en solitario, quiz¨¢s con un atrevimiento desmedido cuando lo consigui¨®, sin cuerdas fijas, a su bola, en 2006.
Por all¨ª pas¨® ayer Edurne Pasaban con cinco sherpas y las cuerdas colgantes para emprender una aventura encomiable en cualquier caso pero incomparable a la que vivi¨® Ochoa de Olza antes de su muerte. En la monta?a hay muertos que salvan vidas y muertos que te indican el camino. Edurne revivi¨® ayer la huella de I?aki. En cierto modo resucit¨® de su letargo.
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