Rajoy dio cr¨¦dito a los partes y pregunt¨® qui¨¦n orden¨® espiar

Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, siempre dio credibilidad a los partes que recog¨ªan el supuesto espionaje al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo; y al ex vicepresidente regional y hoy miembro de la direcci¨®n nacional del PP, Alfredo Prada.

De hecho, s¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s de que aparecieran publicados los partes en EL PA?S, Rajoy declar¨®: "Una cosa es que se publiquen rumores y otra cosa es que, como ha sucedido, se publiquen muchos documentos. Esos documentos existen, lo que no sabemos es qui¨¦n los ha confeccionado y qui¨¦n los ha ordenado. Yo quiero transparencia y claridad, es bueno que se sepa la verdad". Lo dijo el 4 de febrero de 2009, cuando su partido hab¨ªa abierto una investigaci¨®n interna al Gobierno de Aguirre por supuesto espionaje pol¨ªtico.

"No son rumores, esos documentos existen, no sabemos qui¨¦n lo orden¨®"

Aguirre intent¨® echar tierra sobre el asunto mediante amenazas a la direcci¨®n nacional del PP de destapar asuntos turbios del tesorero Luis B¨¢rcenas. Bast¨® un aviso para que la comisi¨®n de investigaci¨®n abierta en el PP por "unos hechos grav¨ªsimos y unas actuaciones inadmisibles en su naturaleza" se clausurase de manera provisional.

El Gobierno de Aguirre, aplicando el rodillo de su mayor¨ªa absoluta en la Asamblea de Madrid, tambi¨¦n cerr¨® en falso otra comisi¨®n de investigaci¨®n que acept¨® abrir para calmar a Rajoy. Los dirigentes del PP acusaron entonces a EL PA?S de fabricar los partes de espionaje en la redacci¨®n y descalificaron al periodista encargado de la investigaci¨®n.

Durante m¨¢s de un a?o, la investigaci¨®n judicial fue aclarando algunas inc¨®gnitas del caso. Los informes de los posicionamientos telef¨®nicos de los agentes sospechosos de espiar a Cobo y Prada aclararon que los culpables eran al menos cuatro personas: tres ex guardias civiles a los que fich¨® el consejero de Interior, Francisco Granados, por su afinidad familiar con uno de ellos; y un ex polic¨ªa nacional fichado por Sergio Gam¨®n, ex director general de Seguridad al que se destituy¨® tras el supuesto robo de un ordenador a un ex alto cargo vinculado a Prada. Con el informe pericial caligr¨¢fico, al que daba mucha importancia el consejero de Interior, Francisco Granados, aparece un nuevo agente culpable, al menos de transcribir lo que los supuestos esp¨ªas le dec¨ªan. El agente Jos¨¦ Manuel Pinto fue identificado en un doble informe pericial encargado por EL PA?S. Pero Granados encarg¨® otro informe a un perito cal¨ªgrafo, ex concejal socialista, que neg¨® que Pinto fuera el autor de esa letra. Ese perito cal¨ªgrafo, una de las coartadas de Granados para negar que el Gobierno regional encargara los espionajes, recibi¨® meses despu¨¦s un contrato de la Consejer¨ªa de Interior de casi un mill¨®n de euros para aportar traductores a los juzgados, pese a que nunca antes hab¨ªa hecho ese trabajo.

Rajoy espera las conclusiones de la investigaci¨®n judicial para actuar. Las distintas pruebas acreditan el espionaje. Ahora, como dijo Rajoy, s¨®lo hace falta saber qui¨¦n lo orden¨®: Aguirre, Granados o, por su cuenta, el ex director general de Seguridad Sergio Gam¨®n. Eran los jefes de los esp¨ªas.