Enterrado el ni?o al que mat¨® un perro pitbull

El peque?o de 23 meses de edad que perdi¨® la vida el pasado s¨¢bado al ser atacado por un perro pitbull en Mosteiro-Pazos de Borb¨¦n, recibi¨® ayer sepultura en la parroquia de Xunqueiras, en el mismo t¨¦rmino municipal, en medio de una gran conmoci¨®n familiar y vecinal. La investigaci¨®n que mantiene abierta un juzgado de Redondela espera concretar las causas de la tragedia, as¨ª como determinar las circunstancias de la tenencia del perro, que portaba el chip reglamentario.

El animal, que al parecer era propiedad de los padres de la v¨ªctima, se encontraba en la finca familiar cuando atac¨® al peque?o. Estaba supuestamente encerrado en un espacio cercado por bloques de hormig¨®n y una puerta de madera. Despu¨¦s de haber acudido al auxilio de la abuela, quien en el momento del accidente tambi¨¦n estaba al cargo de otros dos nietos de corta edad, algunos testigos apuntan la posibilidad de que, en un descuido de la mujer, el ni?o se acercase al perro de manera que ¨¦ste pudiese apresarlo contra la valla y herirlo de muerte. Al conocer lo sucedido, el abuelo del menor sacrific¨® el animal.

Si sus due?os disponen de la licencia administrativa oportuna y si el can estaba inscrito en el registro de perros potencialmente peligrosos son extremos que todav¨ªa no han sido constatados. Incluso el alcalde de Pazos de Borb¨¦n, Andr¨¦s Iglesias, no pudo asegurar ayer, tras el sepelio, si el perro hab¨ªa sido inscrito en el registro del municipio o si lo estaba en el de Vigo, donde residen los padres del ni?o.

"Sobrecogido"

Iglesias manifest¨® sentirse "sobrecogido" por lo sucedido y evit¨® demonizar al perro: "En estos casos, todas las precauciones son pocas, ya que, por muy adiestrados que est¨¦n, los animales son animales y a veces reaccionan por instinto; ahora lo que tenemos que hacer es apoyar a la familia en estos momentos, porque est¨¢n destrozados", dijo. La Guardia Civil a¨²n no ha tomado declaraci¨®n a los familiares del ni?o, por respetar el duro trago que est¨¢n pasando.

Para los vecinos de Mosteiro, la sorpresa ha sido may¨²scula, adem¨¢s de desagradable. Incluso los habitantes m¨¢s pr¨®ximos a la casa en cuesti¨®n desconoc¨ªan la presencia de un pitbull en la finca. "O¨ªamos ladrar perros, pero los que ve¨ªamos pasear con ellos eran totalmente inofensivos", recuerdan.