"El f¨²tbol es m¨¢s que un juego"
"Muchas veces olvidamos que detr¨¢s de un gol, de una victoria, hay una masa social para la que representa mucho m¨¢s", comentan Antic y Pantic, art¨ªfices del doblete rojiblanco en 1996
Hablar del Atl¨¦tico es hablar del doblete, y hablar del doblete es hablar de Radomir Antic y Milinko Pantic. El t¨¦cnico serbio (Zitiste, 61 a?os), que ahora dirige a la selecci¨®n de su pa¨ªs, y su jugador fetiche (Loznica, 43 a?os), que encamina los primeros pasos de los chiquillos que llegan a la cantera, recuerdan las mieles de la temporada 1995-96, que signific¨® la novena Liga y la novena Copa rojiblancas y, durante 14 a?os, la ¨²nica alegr¨ªa que ilumin¨® a una instituci¨®n en el filo de la navaja. "As¨ª fue hasta que Forl¨¢n decidi¨® la Liga Europa en Hamburgo. Es en momentos as¨ª en los que te das cuenta de que el f¨²tbol es m¨¢s que un juego. Muchas veces olvidamos que detr¨¢s de un gol, de una victoria, hay una masa social para lo que representa mucho m¨¢s. Es una manera de justificar su dependencia sentimental del club", abre el di¨¢logo Antic.
Pantic: "No ¨¦ramos mercenarios. Aquella generaci¨®n sinti¨® el club como su casa"
Antic: "La filosof¨ªa era marcar un gol m¨¢s que el rival. Ahora es recibir uno menos"
Pantic. Tienes toda la raz¨®n, mister. Se ha celebrado con una grand¨ªsima alegr¨ªa la Liga Europa, hab¨ªa pasado tanto tiempo desde lo nuestro... C¨®mo pasa el tiempo. La ¨¦poca es diferente. Todo es diferente. Los t¨ªtulos tambi¨¦n. Que una Liga es una Liga, ?eh?
A. ?A cu¨¢ntos puntos se ha quedado este Atl¨¦tico del campe¨®n? ?A 52! Eso es una barbaridad, el Barcelona casi le dobla. Nuestro Atl¨¦tico ten¨ªa autoridad en todo: comportamiento, juego, hasta arrogancia en su apuesta futbol¨ªstica. Nunca especul¨® con nada, siempre sali¨® al campo con la idea de ganar cada partido. Para m¨ª, esa fue la mayor victoria. Enganchamos a la gente con un f¨²tbol agradable.
P. Me quedo con nuestra temporada porque es en la que particip¨¦. Pero claro, cada uno tiene que valorar lo suyo. Nosotros entonces ganamos la Copa, pero enseguida ten¨ªamos el siguiente partido y nos tuvimos que contener. No tuvimos tiempo de celebrarlo porque aspir¨¢bamos a la Liga; empatamos con el Betis en casa (1-1, jornada 36 de 42). Con el t¨ªtulo de Hamburgo el Atl¨¦tico se quit¨® la presi¨®n de qu¨¦ hacer el s¨¢bado con el Getafe. La victoria y la fiesta posterior permitieron las rotaciones con naturalidad, porque el equipo ya no se jugaba nada en la Liga. Una desventaja que se ha convertido en una ventaja tremenda de cara a la final con el Sevilla.
A. La Liga Europa, y vamos a ver si la Copa, tendr¨¢n m¨¢s importancia para el futuro del Atl¨¦tico que nuestro doblete. Todo lo que ocurre ¨²ltimamente alrededor del club sobre el Calder¨®n, la Peineta, que si la venta, que si no se qu¨¦... El Atl¨¦tico, entendido como sociedad, necesita un empuje. Y nada mejor que estos dos t¨ªtulos si se consiguen. La entidad lo necesita m¨¢s que agua de mayo para justificar su futuro inmediato.
EL PA?S. Tampoco estaba muy all¨¢ cuando llegaron al club. La temporada anterior a su llegada el equipo coquete¨® con el descenso y termin¨® 14?.
A. Se salv¨® empatando en Sevilla en la pen¨²ltima jornada. Comparar no vamos a comparar, pero ten¨ªamos 35 jugadores y sentamos a 15 de frente para decirles que no iban a continuar. Para reforzarnos hasta dije que pagaba de mi bolsillo el fichaje de Pantic, que estaba en el Panionios [cost¨® 360.000 euros]. Hab¨ªa dudas de si tra¨ªa a un amiguete en vez de a un futbolista. Tambi¨¦n llegaron Penev, despu¨¦s de estar inactivo por problemas de salud, Santi, Molina y Roberto Fresnedoso. Y nada m¨¢s.
P. Cuando me llam¨® Radomir fue una jugada complicada, no fue f¨¢cil. Ten¨ªa un a?o m¨¢s de contrato y cost¨® salir de all¨ª. Mi mujer dec¨ªa que por favor nos qued¨¢semos en Grecia, que estaba tranquila all¨ª. Yo le dec¨ªa que era una oportunidad que s¨®lo pasaba una vez en la vida, pero me cost¨® mucho convencerla. De hecho, el mister tuvo sus movidas con el presidente [Jes¨²s Gil], que descanse en paz. Pero acept¨¦. Sin duda que acept¨¦. Me siento muy orgulloso y afortunado de haber jugado en el Atl¨¦tico tres hermosos a?os.
A. Su decisi¨®n tuvo m¨¢s valor porque el Atl¨¦tico era sin¨®nimo de inestabilidad. Le trajimos porque arriba ten¨ªa a dos jugadores que participan en corte y creaci¨®n como Penev y Kiko, y sab¨ªa de antemano que cada 45 minutos tendr¨ªamos seis-siete situaciones de libre directo, de zona de tiro. Esa era la especialidad de Milinko desde que le vi por primera vez, con 17 o 18 a?os. Por eso le fichamos para el Partiz¨¢n, por esta capacidad. Su llegada al Atl¨¦tico fue premeditada. No fue por casualidad ni tras soltar una moneda al aire.
P. Pues mira que vine con muchas dudas. En el primer entrenamiento, en los primeros siete d¨ªas, me sent¨ªa como un indio. Todo el mundo me miraba como diciendo '?Y qui¨¦n es este? ?De d¨®nde ha salido?'. Recuerdo el primer partido, contra el Talavera...
A. ?Claro, para no hacerlo! Eso es entrar con el pie derecho.
P. Demostr¨¦ que era alguien serio, que no era ni el primo de Antic ni un amigo. Era una apuesta futbol¨ªstica que coincid¨ªa con la filosof¨ªa del mister. A partir de ese partido me qued¨¦ mucho m¨¢s tranquilo. Que te fiche todo un Atl¨¦tico, siendo jugador del Panionios, que un a?o est¨¢ en Primera y el otro en Segunda... Parec¨ªa casi imposible, pero hay que saber moverse, mirar en otras Ligas y saber lo que quieres en la vida. Eso lo ten¨ªa muy claro. Lo he dicho muchas veces. Mientras siga vivo estar¨¦ eternamente agradecido al club por su apuesta.
EL PAIS. Para sentirse tan fuera de lugar marc¨® diez goles, la mayor¨ªa a bal¨®n parado. La afici¨®n hasta le jaleaba cuando sacaba los c¨®rners, como si en vez de la Liga fuera la Premier.
P. Bueno, bueno, eso era para presionar al contrario, macho.
A. La sensaci¨®n era esa, pero en este caso tuvimos que convencer a Kiko, que pese a medir 1,89 metros antes nunca pisaba el ¨¢rea, de que ten¨ªa la cabeza gorda y que Milinko le pod¨ªa encontrar el segundo palo. Fomentamos esa virtud de acuerdo con sus posibilidades.
P. El primero lo marc¨® contra el Athletic, en San Mam¨¦s, pero creo que fue al primer palo.
A. Hasta entonces Kiko jugaba siempre fuera del ¨¢rea. Era arte puro de Jerez, pero le costaba entrar, cruzar la frontera. Pero oye, el propio Cholo Simeone marc¨® 14 goles. Ni antes ni despu¨¦s repiti¨® esa cifra. Era un equipo muy ofensivo, todos marcaban.
P. Menos Molina, pero porque el mister no le puso m¨¢s adelante. Si llega a subir, coloca el bal¨®n. Seguro (risas).
A. El estilo de juego ahora est¨¢ bastante normalizado, pero en aquella ¨¦poca supuso una corriente de modernidad. Fue complicado. Colocar la defensa a 40 metros de la porter¨ªa fue revolucionario. ?T¨² sabes lo que es traer a un portero que recibi¨® seis goles en el partido que supuso el descenso del Albacete? Pero le vimos unas grand¨ªsimas condiciones.
P. ?Y c¨®mo jugaba con los pies! Es que era buen¨ªsimo. Era m¨¢s que un portero. Transmit¨ªa una confianza como nunca he visto. Siempre estaba atento, nunca le pillabas en un renuncio por m¨¢s lejos que estuviese de los defensas. Mira que Santi no era Ben Johnson, pero hab¨ªa un grupo que se mov¨ªa juntito. Dentro del campo y fuera.
A. Todos los viernes hac¨ªamos convivencia. Tom¨¢bamos cervezas para estar m¨¢s unidos. Aquella generaci¨®n siempre sinti¨® el club como en su propia casa. No ¨¦ramos unos mercenarios a los que s¨®lo interesaba cobrar a final de mes y dedicar 30 minutos a un entrenamiento de una hora. Cuando llegamos el Calder¨®n ten¨ªa aluminosis, se le ca¨ªan trozos cada dos por tres, y ahora es un estadio cinco estrellas. Algo tenemos que ver en eso, porque era nuestra casa. Logramos una serie de victorias que van m¨¢s all¨¢ del doblete.
P. Lo que pasa es que en los tiempos que corren el pasado no existe. Se vive el d¨ªa a d¨ªa, est¨¢ montado as¨ª. ?Pero qu¨¦ manera de sentir los colores! No digo que ahora no sea as¨ª, ni mucho menos, pero era un vestuario muy especial... Es una de las cosas que intento transmitir a los ni?os que entran en el f¨²tbol base. Hay de todo, pero sobre todo en los campamentos igual les pongo un v¨ªdeo m¨ªo en los primeros d¨ªas. Porque hay muchos cr¨ªos que no tienen ni idea de qui¨¦n soy. '?Qu¨¦ eres este?'. Y te los ganas.
A. ?C¨®mo no te van a conocer? ?Si empezamos ganamos todos los torneos de la pretemporada y se hizo lo que se hizo! Era un equipo que necesitaba autoridad, confianza, y qu¨¦ mejor que los resultados positivos. Fuimos a m¨¢s, no deca¨ªmos salvo alg¨²n baj¨®n normal, pero est¨¢bamos convencidos de que hac¨ªamos lo que necesit¨¢bamos. Aunque tambi¨¦n hab¨ªa periodistas que no cre¨ªan en ello.
P. Hubo gente que no ve¨ªa bien que gan¨¢semos, que entend¨ªa que la Liga s¨®lo era un asunto entre el Madrid y el Bar?a. Empezamos muy en serio, desde el principio se ve¨ªa que pod¨ªamos ganar la Liga. S¨ª, est¨¢n bien, pero s¨®lo llevan cinco partidos. S¨ª, est¨¢n bien, pero s¨®lo van diez. Y luego 20... Si algunos se confiaron, all¨¢ ellos. Pensaban que ¨ªbamos a caer, porque la temporada es larga. Pero no.
A. No fuimos irregulares y, ante todo, habl¨¢bamos de nosotros, no de los rivales. Quiz¨¢s fue una novedad. No cambiamos el discurso ni cuando ganamos la Copa al Bar?a. El gol lleg¨® tras un centro de Geli que Milinko cruz¨® con intuici¨®n de cabeza. Tambi¨¦n tuvimos un mano a mano de Caminero delante de Busquets que no se concret¨®. Pero a lo largo del partido fuimos superiores.
P. No habr¨ªa sido tan bonito si hubi¨¦ramos perdido. Fue la primera vez que jugaba una pr¨®rroga en mi vida. Es algo muy doloroso, muy dif¨ªcil de jugar, aunque menos mal que estaba muy fuerte f¨ªsicamente. Aquel Barcelona era el heredero del Dream Team... ?Si ten¨ªa a Guardiola!
A. Con el valor personal a?adido de que fue en La Romareda, el sitio donde yo jugu¨¦, donde entren¨¦. Fue especial. El paseo anterior por la ma?ana, las muestras de cari?o... Es como vivir la ilusi¨®n de tu vida. Pero retrasamos la celebraci¨®n porque nos jug¨¢bamos la Liga, el premio a la regularidad.
P. Culminamos un gran a?o, aunque es verdad que el Valencia dio un apret¨®n en el tramo final. Pero ante el Albacete, en la ¨²ltima jornada, no fallamos. Parec¨ªa que hab¨ªa 500.000 personas en el campo. Nunca vi el Calder¨®n tan lleno. Fue indescriptible. Cambiar¨¢n los equipos, la forma de entender el f¨²tbol, pero lo que siempre perdurar¨¢ es la afici¨®n del Atl¨¦tico. Es lo mejor que hay. Tiramos al jacuzzi a Miguel ?ngel [Gil Mar¨ªn], a Jes¨²s no. ?A ver qui¨¦n era capaz! Por mucho que se dijera, yo s¨®lo conoc¨ª al Jes¨²s Gil bueno. Siempre fue bueno con nosotros, a las mil maravillas. Me trat¨® como a un hijo. Cuando se muri¨®, me afect¨® much¨ªsimo.
A. El ambiente con nosotros no era sufridor. La gente disfrutaba porque lleg¨¢bamos al ¨¢rea muchas veces. La filosof¨ªa era marcar un gol m¨¢s que el rival, ahora es recibir un gol menos. Son dos cosas distintas. Lo not¨¦ en la final de Hamburgo. Me desplac¨¦ en mi calidad de seleccionador de Serbia, no invitado por nadie. No tuve ni una llamadita ni nada [el Atl¨¦tico invit¨® a la plantilla del doblete]. La grada fue fundamental, el Atl¨¦tico se levant¨® y persever¨® porque encontr¨® el calor del p¨²blico. Aunque tambi¨¦n hay que reconocer que su rival tuvo sus dificultades. Cuando Bobby Zamora sali¨® del campo lesionado sus opciones cayeron. Lo mismo pas¨® con Duff. Al final decidi¨® una jugadita. La diferencia entre lo dos Atl¨¦ticos es que este no domina. Tiene sus virtudes, el contraataque, y sobre todo que forma una sociedad a la hora de defender.
P. Yo no fui a la final de esta UEFA, me qued¨¦ en casa porque me preocupaba la nube de ceniza, pero al menos aparentemente el Atl¨¦tico est¨¢ m¨¢s descansado que el Sevilla. Quiz¨¢s el Atl¨¦tico tiene un pel¨ªn m¨¢s de ventaja al no haber jugado con los titulares el s¨¢bado. El Sevilla casi se dej¨® la vida en Almer¨ªa. Perdieron a Negredo por una roja directa, tambi¨¦n a Luis Fabiano...
A. Los ¨²ltimos acontecimientos han valido a los dos equipos para quitarse algo de presi¨®n de encima. El gol en el minuto 93 en Almer¨ªa le ha servido al Sevilla para justificar una temporada que ha valido la clasificaci¨®n para la Liga de Campeones. El t¨ªtulo de Hamburgo tambi¨¦n ha aliviado al Atl¨¦tico. Si algo tienen en com¨²n ambos equipos es que buscar¨¢n pegarse con espacios y al contraataque. La final se decidir¨¢ as¨ª, porque el Sevilla tiene por la banda a dos jugadores muy vers¨¢tiles, a Navas y Capel, y el Atl¨¦tico al Kun y Forl¨¢n, porque los extremos, Sim?o y Reyes, se sacrifican m¨¢s en las tareas defensivas.
P. Ante todo destacar¨ªa a Forl¨¢n. Es el gol del Atl¨¦tico. Ag¨¹ero trabaja mucho para el equipo, pero el que marca es el otro. Se le critic¨® hace un par de meses sin ninguna raz¨®n, pero siempre est¨¢ ah¨ª y siempre marca. Es el que resuelve las jugadas, y encima coincide que es su cumplea?os... Que se prepare el Sevilla.
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