El Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales, para los guerreros de Xian
Los arque¨®logos de los soldados de terracota ganan el de Ciencias Sociales
La gran aventura arqueol¨®gica de los guerreros chinos de terracota ha logrado premio. Los hombres y mujeres que desde hace casi cuarenta a?os se dedican a devolver a la vida al dos veces milenario ej¨¦rcito de ultratumba del primer emperador de China est¨¢n de enhorabuena. El jurado del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales ha decidido galardonar la labor del esforzado equipo arqueol¨®gico que desde 1974, cuando se produjo el hallazgo fortuito de guerreros, no han dejado de extraerlos a millares, estudiarlos, restaurarlos y dar a conocer al mundo sus maravillas. Es especialmente por esta tarea de divulgaci¨®n de uno de los grandes tesoros del esplendor de la cultura de la antigua China por la que el colectivo de investigadores de los soldados de Xian, que dirige el arque¨®logo Liu Zhancheng, ha merecido el premio. Tambi¨¦n por lo que les espera: en el horizonte del equipo est¨¢ la excavaci¨®n del que quiz¨¢ sea el yacimiento m¨¢s espectacular de la historia, el inmenso t¨²mulo funerario del propio Emperador Negro (el color de la dinast¨ªa Qin).
Desde 1974, cuando aparecieron los primeros, se han encontrado millares
Recientemente se han descubierto reclutas sin barba y 114 con colores
El hallazgo de los guerreros de terracota es uno de los grandes descubrimientos de la arqueolog¨ªa, comparable al de la tumba de Tutankam¨®n. Durante a?os se han ido sucediendo otras fabulosas aventuras, Atapuerca, Bahariya, Dos Cabezas, la bah¨ªa de Alejandr¨ªa o KV63, pero entretanto los soldados de terracota han continuado surgiendo de la tierra como los de Cadmo, engrosando las filas del gigantesco ej¨¦rcito y liberando sus secretos.
El lugar de la ¨²ltima parada de los soldados artificiales que proteg¨ªan el mausoleo del primer emperador de China, Qin Shihuang, obsesionado con la inmortalidad, fue descubierto por campesinos en la primavera de 1974 durante unas obras de regad¨ªo a unos 30 kil¨®metros de la ciudad de Xian. Los guerreros, miles de ellos (se calcula que hay m¨¢s de 8.000), estaban enterrados en un gran foso y agrupados en orden de batalla: arqueros, ballesteros, infanter¨ªa, caballer¨ªa y carros.
En 1976 se descubri¨® una segunda fosa con un contingente de ¨¦lite, y luego una tercera con el Estado Mayor. En 1980 apareci¨® otra fosa con carros de bronce. En 1979 se abri¨® un museo en el yacimiento que permite ver en su emplazamiento a los soldados, parte de los cuales, en peque?os destacamentos viajeros, han sido exhibidos en distintas exposiciones por todo el mundo que han atra¨ªdo millones de visitantes. Algunos de esos soldados itinerantes han despertado ocasionalmente dudas sobre su autenticidad. Los guerreros de Xian figuran desde 1987 en la lista de la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad.
El t¨²mulo sepulcral del emperador, una colina artificial, aunque claramente identificado, no ha sido excavado todav¨ªa por el respeto que provoca la magnitud de la tarea y a la espera del desarrollo de la tecnolog¨ªa adecuada. Qin Shihuang quiso que su tumba reprodujera el universo y encerrara todas las maravillas del mundo, un programa constructivo, como se ve, de a¨²pa.
Si el hallazgo de los guerreros es un hito de la arqueolog¨ªa, su excavaci¨®n, estudio y conservaci¨®n es una de las tareas m¨¢s colosales que haya acometido jam¨¢s la ciencia. Queda un trabajo ingente por realizar, abrumador. El material es tan abundante que las autoridades y los arque¨®logos han sido muy prudentes a la hora de extraer m¨¢s tesoros.
De hecho, las excavaciones en la zona de los guerreros estuvieron 24 a?os detenidas hasta 2009. Entre los objetivos al reanudarlas se contaba encontrar la figura del comandante en jefe. Una de las sorpresas fue el hallazgo de soldados sin barba: reclutas jovenc¨ªsimos. Este mismo a?o, el equipo ha descubierto 114 nuevos guerreros que conservan su pigmentaci¨®n en colores vivos.
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