Son la monda
Do?a Teresa Fern¨¢ndez de la Vega abri¨® su armario ropero por en¨¦sima vez y prorrumpi¨® en uno de sus temibles aullidos de hiena bolchevique, aterrando al indefenso vecindario. Acto seguido se dirigi¨® al espejo de cuerpo entero, en actitud interrogativa:
-Dime, espejo m¨¢gico. ?Qui¨¦n, en el reino de Valencia y en el otro, tiene m¨¢s trajes que yo?
-?Francisco Camps! -replic¨® el azogue. Y a?adi¨®, mal¨¦fico:- Adem¨¢s, a ¨¦l le salen gratis.
La hiena, ataviada con un dos piezas de seda color palo de rosa que hac¨ªa juego con el carm¨ªn de sus labios, reprimi¨® un quejido y, humillada, se arranc¨® con las garras el collar de perlas de tres vueltas. Tras zamparse un par de gaviotas putrefactas que guardaba en la nevera, jur¨® vengarse. Tres noches despu¨¦s, con luna terciada, se reuni¨® con las hienas hembras de su manada para celebrar un aquelarre en torno a una paella. Invocaron las fieras los conjuros oportunos y, fiel como un amiguito del alma, compareci¨® el Mago Fairy. Despu¨¦s de acceder a sus deseos de llevar el asunto al Tribunal Supremo, que ¨²ltimamente aceptaba cualquier cosa, y viendo que, locas de alegr¨ªa, se revolcaban por los suelos, Fairy les advirti¨®:
-Pero tened cuidado y no os beb¨¢is el entendimiento, en cuyo caso os puede ocurrir lo que a la ¨²ltima lideresa pol¨ªtica que me pidi¨® algo, do?a Mar¨ªa Dolores de Cospedal.
-?Y qu¨¦ fue ello? -preguntaron las hienas bolcheviques a coro.
-Me cit¨® en un claro de la Casa de Campo para que le resolviera el catering de una fiesta que ten¨ªa que dar para sus compa?eros del PP, con motivo de su candidatura por Toledo. Insensible a mis consejos en contra, decidi¨® incluir los c¨®ctel molotov en la lista de bebidas, y ahora cree que trabaja como portavoz en el Partido de los Trabajadores, que es republicano y est¨¢ a favor de las v¨ªctimas del franquismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.