Peligrosos coches de Google
Las tecnolog¨ªas nos facilitan la vida, pero tambi¨¦n son llamativamente fr¨¢giles en la salvaguarda de lo privado. Y eso los ciudadanos lo aprenden a base de disgustos. Una empresa francesa ha despedido a tres empleados porque en una conversaci¨®n privada en Facebook bromearon sobre el "nefasto club" de sus jefes. Y ocurri¨® que un amigo que pod¨ªa entrar en sus perfiles contempl¨® la escena, sac¨® copia de la charla y la ense?¨® a sus superiores.
Una dama casquivana de Canad¨¢ ha denunciado a su operadora telef¨®nica porque, en contra de sus indicaciones, envi¨® la factura a su marido y le ha arruinado el matrimonio. En la misma se detallaban, con un peligroso escr¨²pulo por el detalle, una serie de persistentes llamadas que intrigaron al esposo. Tras unas simples indagaciones result¨® que era el tel¨¦fono de un amante ocasional. Este descubrimiento termin¨® con un divorcio cuyo coste, emocional y dinerario, ahora reclama la dama.
Pero mientras estos casos, en parte, se deben al descuido de los clientes, lo de Street View resulta m¨¢s preocupante porque la culpa no es de un internauta desprevenido. Detr¨¢s est¨¢n los intereses de una multinacional para almacenar el m¨¢ximo de datos sobre la poblaci¨®n, para mercadear servicios y publicidad personalizada. La alarma se desat¨® en Alemania y, hoy, la mayor¨ªa de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea est¨¢n pidiendo explicaciones a Google. Resulta que los coches que circulan por las ciudades para realizar mapas fotogr¨¢ficos de sus calles tambi¨¦n almacenan los datos de las redes wifi particulares que captan durante su rastreo.
Cuando Alemania denunci¨® esta pr¨¢ctica, Google aleg¨® que los coches no recog¨ªan datos personales. Pero, tras una investigaci¨®n interna, "descubri¨®" que sus antenas tambi¨¦n recolectaban datos de navegaci¨®n de las redes wifi desprotegidas. Google ha propuesto destruir ante testigos estos datos, pero Alemania, antes de que lo hagan, quiere ver qu¨¦ tipo de datos ha acumulado. No es el ¨²nico problema que genera Street View. Sus c¨¢maras se sit¨²an a una altura que les permite fotografiar detr¨¢s de muros y setos. Sin permiso de nadie. Pero esto es posible que se haya terminado. Afortunadamente.
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