Paradojas de la econom¨ªa israel¨ª
Israel cuenta con una econom¨ªa din¨¢mica. Es el segundo pa¨ªs con m¨¢s empresas en el ¨ªndice Nasdaq, por detr¨¢s de EE UU; es uno de los l¨ªderes mundiales en patentes de tecnolog¨ªa, y este mes ha sido aceptado como miembro de la OCDE, que incluye a las principales potencias capitalistas con r¨¦gimen democr¨¢tico. No est¨¢ mal, trat¨¢ndose de un pa¨ªs con s¨®lo 7,5 millones de habitantes que mantiene bajo ocupaci¨®n militar los territorios palestinos y que, por ello, no suscita unas simpat¨ªas universales.
Una econom¨ªa din¨¢mica no equivale, sin embargo, a una econom¨ªa abierta a la competencia. Una veintena de familias (los Weisman, los Dankner, los Tshuva, los Hamburger, los Azrieli, etc¨¦tera) gozan de unas rentas anuales pr¨®ximas a los 60.000 millones de d¨®lares; eso equivale, m¨¢s o menos, a todo el presupuesto nacional de 2010.
Una econom¨ªa din¨¢mica no equivale a una econom¨ªa abierta
Veinte familias tienen el equivalente al presupuesto nacional
Los ejecutivos israel¨ªes est¨¢n entre los mejor pagados del mundo
Y los altos ejecutivos ocupan, seg¨²n un estudio de la revista Harvard Magazine, el segundo lugar en la clasificaci¨®n de los mejor pagados del mundo, por detr¨¢s de los estadounidenses. El consejero delegado de una de las grandes compa?¨ªas israel¨ªes viene a ganar unos 300.000 d¨®lares mensuales. Hablamos de salarios, no de otras retribuciones.
Dos diputados, uno del Partido Laborista y otro del Likud, han presentado en la Knesset (Parlamento) un proyecto de ley para que se limiten los sueldos de los ejecutivos. Proponen que el empleado mejor pagado en una empresa reciba como m¨¢ximo cincuenta veces m¨¢s que el empleado peor pagado. En la pr¨¢ctica, eso supondr¨ªa que los altos ejecutivos no podr¨ªan percibir m¨¢s de 45.000 d¨®lares mensuales.
La idea ha levantado una enorme pol¨¦mica. El primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, que sol¨ªa simular indignaci¨®n por las alt¨ªsimas retribuciones de los ejecutivos, ha declarado que la implantaci¨®n de un tope supondr¨ªa una devastadora fuga de talento empresarial y que, por tanto, no conviene.
Evidentemente, las grandes empresas se oponen tambi¨¦n con toda rotundidad a la medida. Dicen que constituir¨ªa una escandalosa interferencia estatal en el sector privado. Lo cual tiene su iron¨ªa oculta, dado el nivel de compadreo entre lo p¨²blico y lo privado: transferencias de capital y tecnolog¨ªa en materia de defensa, altos aranceles, barreras a la entrada de competidores extranjeros en el mercado israel¨ª (en sectores cruciales como la banca, el mercado est¨¢ pr¨¢cticamente cerrado), constante transferencia de directivos entre la Administraci¨®n estatal y las empresas...
El mejor argumento, sin embargo, es el que esgrime Nora Keinan, directora general del Foro Israel¨ª de Directores Financieros. Por primera vez, esta representante de los altos ejecutivos reconoce como problem¨¢tico que un pu?ado de familias copen la propiedad empresarial. Y admite que eso hay que resolverlo. ?C¨®mo? Pues pagando sueldos multimillonarios a los ejecutivos. De esta manera, dice, los ejecutivos ir¨¢n acumulando riqueza y llegar¨¢n a hacerse riqu¨ªsimos. As¨ª se ampliar¨¢ la "c¨²spide de la pir¨¢mide econ¨®mica" y ya no ser¨¢n unas veinte familias, sino unas cuantas m¨¢s, las propietarias de Israel.
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