Para que la econom¨ªa vuelva a funcionar
De qu¨¦ depende el ¨¦xito de una pol¨ªtica de austeridad como la que ha anunciado el presidente del Gobierno? Fundamentalmente, de tres factores. Dos son responsabilidad del propio pa¨ªs, y un tercero, de la UE y en particular de Alemania. Pero antes de entrar en esos factores pregunt¨¦monos cu¨¢l es el sentido de la austeridad.
Tengo la impresi¨®n de que algunas personas piensan que la austeridad hay que valorarla por el simple hecho de que se formule. La ven como si fuese un cilicio necesario para disciplinar las pasiones consumistas de los m¨¢s d¨¦biles. En esta visi¨®n, la austeridad funcionar¨ªa como se?al de la "valent¨ªa" de un l¨ªder pol¨ªtico para someter a sus ciudadanos a "sangre, sudor y l¨¢grimas", al margen de su mayor o menor eficacia econ¨®mica.
Nadie puede atribuir desde la honestidad a funcionarios y pensionistas ser causa del d¨¦ficit. Son los damnificados
Me parece un planteamiento moralista y seudoreligioso, no econ¨®mico. La austeridad por la austeridad es aberrante, moral y econ¨®micamente. Debe ser juzgada en funci¨®n de su eficacia para corregir a corto plazo el desequilibrio fiscal y para sentar las bases de una nueva etapa de crecimiento. Es decir, para lograr que la econom¨ªa vuelva a funcionar.
Desde esta perspectiva, veamos cu¨¢les son los tres factores que determinan el ¨¦xito de las medidas de austeridad.
El primero es el grado de comprensi¨®n que la poblaci¨®n tenga de la necesidad de esas medidas, as¨ª como su percepci¨®n acerca de la justicia en el reparto de la factura de la crisis. La teor¨ªa de la pol¨ªtica econ¨®mica democr¨¢tica es concluyente: medidas percibidas como injustas acaban no teniendo eficacia econ¨®mica y, por el contrario, agudizan los problemas sociales y pol¨ªticos.
Las medidas anunciadas hasta ahora por el presidente del Gobierno no gozan a¨²n de comprensi¨®n por el conjunto de la sociedad, ni muchos menos se benefician de una percepci¨®n de equidad. Como se?al¨¦ en otra ocasi¨®n (Zapatero, el lobo y la factura de la crisis, EL PA?S, 14 de mayo), reparten mal la factura de la crisis. Adem¨¢s, por as¨ª decir, "criminalizan" a algunos segmentos de trabajadores (no s¨®lo a los funcionarios, puestos a los pies de los caballos como "privilegiados", sino a los empleados del sector p¨²blico en general, much¨ªsimos de ellos con empleos temporales, mal pagados y sin derecho a indemnizaci¨®n en caso de despido). Pero nadie con un m¨ªnimo sentido de la honestidad intelectual puede atribuir a los funcionarios o a los pensionistas ser causa del d¨¦ficit. Son los damnificados.
Nadie discute, sin embargo, que hay que pagar la factura. Se trata de evitar que la mala soluci¨®n que la UE dio al caso griego -en el que s¨ª hay un problema de deuda p¨²blica de dif¨ªcil pago- acabe contamin¨¢ndonos, haciendo que los que nos dejan dinero para financiar el d¨¦ficit, las empresas y la banca, dejen de hacerlo.
Pero ?qu¨¦ lleva a los inversores a castigar a la deuda p¨²blica espa?ola? No es tanto su monto, que es relativamente baja, como las malas expectativas de crecimiento. Una econom¨ªa que no crece no puede pagar sus deudas, ni la p¨²blica ni la privada. Pero sin crecimiento, la austeridad es como pan para hoy y hambre para ma?ana. De ah¨ª que el segundo factor para el ¨¦xito de una pol¨ªtica de austeridad sea venir acompa?ada de una perspectiva cierta de crecimiento y de empleo. Aqu¨ª el Gobierno a¨²n ha de explicar qu¨¦ propone hacer para lograrlo.
?Cu¨¢l es el mecanismo usualmente empleado en las pol¨ªticas de ajuste para promover el crecimiento a corto plazo? La devaluaci¨®n. As¨ª ha sido en Espa?a en 1992-1994, en 1983-1985 o en 1977-1978. Y as¨ª ha sido tambi¨¦n en otros pa¨ªses de nuestro entorno.
Ahora bien, la devaluaci¨®n no es posible dentro del euro. ?C¨®mo estimular, entonces, el crecimiento? Fortaleciendo un modelo productivo orientado a la exportaci¨®n. O exportamos, o malvivimos. Por dos motivos. Porque la demanda interna permanecer¨¢ deprimida como consecuencia de la propia austeridad y de que familias y empresas y bancos tendr¨¢n que reducir su sobreendeudamiento. Porque aumentar las exportaciones es la forma de corregir el otro desequilibrio de la econom¨ªa: el d¨¦ficit comercial. El crecimiento basado en las exportaciones soluciona el d¨¦ficit p¨²blico y el d¨¦ficit comercial. Se matan dos p¨¢jaros con la misma pol¨ªtica.
Pero los esfuerzos por exportar m¨¢s ser¨¢n muy magros si no aparece el tercer factor: una pol¨ªtica de expansi¨®n de la demanda desde la UE, en particular desde Alemania. De lo contrario, el sistema del euro acabar¨ªa funcionando como una camisa de fuerza, tal como hizo el sistema patr¨®n oro en los a?os posteriores a la I Guerra Mundial, que llev¨® a Europa a la ruina econ¨®mica, social y pol¨ªtica. Ahora, la austeridad sin crecimiento llevar¨ªa a la miseria, al malestar social y al desorden pol¨ªtico.
Por tanto, para que la econom¨ªa espa?ola vuelva a funcionar necesita de s¨ª misma, pero tambi¨¦n de la UE. Ahora bien, suponiendo que la UE acabe haciendo sus deberes, ?tiene la econom¨ªa espa?ola mimbres para basar su crecimiento en las exportaciones? Los tiene.
Una buena noticia. Aun bajo el yugo del euro y la presi¨®n exportadora asi¨¢tica, Espa?a ha sido el pa¨ªs de la OCDE que, a excepci¨®n de Alemania, mejor ha sabido mantener su cuota en los mercados mundiales, incluido el a?o 2009. Esta es una buena noticia que hay que rescatar de ese sentimiento creciente de fracasoman¨ªa que parece invadirnos.
No se trata, por tanto, de crear ex novo un nuevo motor para la econom¨ªa espa?ola, sino de mejorar sus prestaciones. Pero para ello, el Gobierno debe dejar de fomentar una econom¨ªa insostenible, basada en el est¨ªmulo indiscriminado a las inversiones en obra p¨²blica y en la subvenci¨®n especulativa a las energ¨ªas renovables. Se trata de desplegar una nueva pol¨ªtica industrial estrat¨¦gica, colaborativa, productivista y favorable a la exportaci¨®n. De esto hablar¨¦ en siguientes art¨ªculos. -
Ant¨®n Costas Comesa?a es catedr¨¢tico de pol¨ªtica econ¨®mica de la UB.
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