Bondy viaja a la Viena de Schnitzler

El mejor Arthur Schnitzler, donde encontramos esa destilaci¨®n de la gran herencia vienesa de entreguerras, esa majestuosidad en tratar temas como la muerte, el amor, siempre el amor, o la historia, se subir¨¢ ma?ana al escenario madrile?o de los Teatros del Canal de la mano de Luc Bondy (Z¨²rich, 1948), director teatral suizo, cuyo prestigio internacional se cimienta en cualidades como la sensibilidad y precisi¨®n, pero sobre todo por su cuidadosa direcci¨®n de actores y su sentido magistral de la mec¨¢nica teatral.

Bondy, que transita con igual fluidez por la ¨®pera que por el teatro, acude con una versi¨®n inglesa de Liebelei (Amor¨ªos), una de las grandes obras dram¨¢ticas de Schnitzler. Dicha versi¨®n, titulada Sweet nothings, poco tiene que ver con la que Viena acogi¨® con fervor en su estreno en 1895.

El texto ha sido actualizado porque estaba "cargado de giros de su tiempo"

Al dramaturgo le gustar¨ªa trabajar m¨¢s en Espa?a, con obras como 'Yerma'

Bondy, y sobre todo el responsable de la versi¨®n David Harrower, ganador de un premio Olivier, se sintieron obligados a actualizar un texto "cargado de onomatopeyas y giros caracter¨ªsticos de la Viena de ese tiempo", seg¨²n explicaba el director recientemente en la capital austriaca, donde vive. Acababa de presentar esta obra en la misma ciudad cuya sociedad conoc¨ªa a Schnitzler como "el psiquiatra".

"He cambiado el car¨¢cter del personaje de la vecina, que representa la curiosidad austriaca, pero le he dado un toque l¨¦sbico y de descontento", dice Bondy. "He querido tambi¨¦n que los dos protagonistas masculinos hablen de la posibilidad real del duelo a muerte como consecuencia de sus amor¨ªos y que esto no flote solo en el ambiente", se?ala de este montaje ya visto en Inglaterra, Alemania y Austria, y que ha sido coproducido por el Young Vic, Wiener Festwochen y Ruhrfestspiele Recklinhausen.

Las novedades que aporta Bondy van m¨¢s all¨¢ de la pura dramaturgia. El escenario se coloca en una plataforma en alto en el centro de la sala que se mueve durante la obra a una velocidad imperceptible "para que los espectadores puedan verla desde otra constelaci¨®n". Un lugar privilegiado para asistir a una historia que empieza y termina con la contundencia de dos disparos, el ¨²ltimo de los cuales anticipaba la I Guerra Mundial.

En Madrid, explica Bondy con orgullo, se representar¨¢ "en una sala espl¨¦ndida", en referencia a la sala verde de los Teatros del Canal. El director, afable y accesible, de ideas claras y escaso af¨¢n de divo, pese a su enorme reconocimiento internacional es, sorpresa, un enamorado de las corridas de toros, a las que acude durante sus regulares vacaciones en Catalu?a, y su esposa "habla espa?ol casi como su lengua materna".

"Me gustar¨ªa trabajar m¨¢s en Espa?a", asegura. ?En qu¨¦ t¨¦rminos? Yerma, de Federico Garc¨ªa Lorca, y Luces de Bohemia, el inmortal esperpento de Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n. Por lo pronto ya gust¨® mucho La seconde surprise de l'amour, de Marivaux, y su versi¨®n de Las criadas, de Jean Genet, montajes presentados en el Festival de Oto?o de 2008.