La Xunta prohibir¨¢ los furanchos en la Lei de Turismo

La Xunta quiere erradicar los furanchos. Los cambios en la Lei de Turismo de Galicia que present¨® ayer el Gobierno aut¨®nomo retiran la cobertura legal a este tipo de establecimientos, caracter¨ªsticos de las R¨ªas Baixas, en los que tradicionalmente se vend¨ªan los excedentes del vino tras las cosechas. El bipartito quiso regular estas tabernas para evitar que actuasen en la pr¨¢ctica como restaurantes sin licencia, pero a la Conseller¨ªa de Cultura e Turismo ya no le llega. Si no se dan de alta en alguna categor¨ªa hostelera, la Inspecci¨®n de Turismo estar¨¢ pendiente para sancionarlos por competencia desleal.

La proscripci¨®n de los furancho es s¨®lo uno de los aspectos que aborda la modificaci¨®n de la Ley de Turismo de 2008. En el acto de presentaci¨®n, al que asistieron el conselleiro, Roberto Varela, y la secretaria general de Turismo, Carmen Pardo, trascendieron otras novedades, resultado en varios casos de la trasposici¨®n de la directiva europea de servicios de 2006, m¨¢s conocida como directiva Bolkestein. As¨ª, los empresarios hoteleros ya no tendr¨¢n que pedir autorizaci¨®n para montar un negocio -salvo en el caso de los campings-; bastar¨¢ con que den parte a trav¨¦s de un formulario tipo. Tampoco estar¨¢n obligados a sellar ante la Administraci¨®n las tarifas de alojamiento antes de aplicarlas. Este cambio supone, seg¨²n Pardo, "una libertad y una responsabilidad" para el empresariado, que podr¨¢ ahora alterar los precios de un d¨ªa para otro, lo que, a juicio de la secretaria general, fomentar¨¢ la competitividad.

Los hoteleros ya no deber¨¢n comunicar sus tarifas a la Administraci¨®n

Para Varela, el cambio normativo se basa "en la necesidad de eliminar las imprecisiones conceptuales de la norma derogada para evitar lagunas y disfunciones en un sector clave de la econom¨ªa gallega". El nuevo texto recupera una disposici¨®n legal de los tiempos de Fraga, que permitir¨¢ a la Xunta dispensar a algunos establecimientos de la obligaci¨®n someterse a las reglas generales que determinen las respectivas categor¨ªas. La Administraci¨®n se reserva este instrumento, "imprescindible" seg¨²n Pardo, "para compensar el esfuerzo de aquellos emprendedores que tienen iniciativas para mejorar nuestra est¨¦tica urbana y rural con su important¨ªsima labor de recuperaci¨®n patrimonial".

El proyecto tambi¨¦n suprime las marcas tur¨ªsticas espec¨ªficamente gallegas que introdujo la ley de 2008. "Las marcas deben ser las que ya est¨¢n implantadas y reconocidas en el ¨¢mbito nacional e internacional", sostuvo Pardo. "De nada servir¨ªa crear una marca ¨²nica gallega desde el punto de vista de la atracci¨®n de turistas", sostuvo.

El cambio fija asimismo el car¨¢cter consultivo -hasta ahora era regulador- del Consello Galego de Turismo, que aumenta su n¨²mero de vocales de 12 a 25. Adem¨¢s, se permite que los empresarios hoteleros subcontraten servicios, aunque seguir¨¢n siendo responsables ante los clientes. Del mismo modo, se destierra la figura de las residencias tur¨ªsticas que introdujo el bipartito en sustituci¨®n de las pensiones, que ahora se retoman.

Para el BNG, los cambios legalen responden ¨²nicamente al "af¨¢n revisionista y revanchista" del Gobierno del PP, seg¨²n su portavoz de Turismo, Carme Ad¨¢n. "Derogan la ley anterior, aprobada con el consenso del sector hace tan solo dos a?os, por ser aprobada por el bipartito". Respecto a los cambios en s¨ª, Ad¨¢n censura que se elimine la marca propia gallega, que "significaba un plus de diferenciaci¨®n y permit¨ªa relacionar el destino Galicia con calidad tur¨ªstica y con algo diferente". Sobre la ilegalizaci¨®n de los furanchos, aseguran que supone "una vuelta al pasado en que estos establecimientos estaban en una situaci¨®n de ilegalidad".

La ley entra ahora en un nuevo periodo de alegaciones que durar¨¢ un mes.