Respuesta a Urd¨¢noz
Contesto con preocupaci¨®n y algo de pereza al art¨ªculo del se?or Urd¨¢noz (Nada justifica la desigualdad de voto) que critica uno anterior m¨ªo sobre el sistema electoral. Preocupaci¨®n porque su cr¨ªtica reposa en un malentendido sobre mis argumentos que indica que no me he explicado bien. Y pereza porque, incluso a pesar del malentendido, sus supuestos argumentos resisten mal cualquier prueba emp¨ªrica.
1. Me atribuye Urd¨¢noz ni m¨¢s ni menos que la condici¨®n de defensor "oficial" del sistema. Honor que le agradezco, pero que no responde a la realidad: mis ideas al respecto son exclusivamente m¨ªas y nadie me lleva la mano. Para desgracia m¨ªa el "Wert y los suyos" (?mis seguidores?) de Urd¨¢noz es un constructo de realidad virtual.
2. Hablo de equidad (del lat¨ªn aequitas, dar a cada uno lo que le corresponde) no exactamente como sin¨®nimo de igualdad, que ser¨ªa en este contexto la pura igualdad aritm¨¦tica, pero, en lo sustancial, mis argumentos no se perjudican por sustituir un concepto por el otro. Si, como sostiene Urd¨¢noz, la igualdad de "poder" del voto, entendida como precio exactamente igual de cada mandato representativo, es un requisito sine qua non para que una ley electoral sea calificada de democr¨¢tica, entonces la conclusi¨®n est¨¢ clara: ninguna ley electoral realmente existente es democr¨¢tica. Algo de inequidad (o algo de desigualdad) existe en el mundo real. Sosten¨ªa, sigo sosteniendo, y nada de lo que dice Urd¨¢noz me corrige en esto, que la ley espa?ola se inscribe entre las m¨¢s equitativas. Mencionaba entonces los casos de Francia y Reino Unido como ejemplos. ?Qu¨¦ decir despu¨¦s de que los Lib Dem con un 23% del voto tengan un 9% de los esca?os? ?No hay democracia en el Reino Unido?
3. En ning¨²n caso niego en mi art¨ªculo que hay damnificados por el sistema electoral. Lo que he debido explicar mal es el porqu¨¦ de los da?os. El principal, porque la Constituci¨®n se?ala que la circunscripci¨®n electoral es la provincia. Pero, dentro de ello, el sistema no es per se damnificador de las opciones con cierto respaldo. O sea, lo que m¨¢s penaliza es la irrelevancia. Un ejemplo: IU con el 3,8% de los votos tuvo el 0,6% de los esca?os en 2008, un "castigo" duro. Pero en 1996 con el 10,5% del voto consigui¨® el 6% de los esca?os, es decir, un "castigo" relativo mucho menor. Un tercer partido que en Espa?a se acercara al 23% del voto que han obtenido los Lib Dem en el Reino Unido no estar¨ªa lejos de una representaci¨®n parlamentaria muy semejante a su voto popular.
4. Desde un punto de vista emp¨ªrico, nuestro sistema electoral puede que no sea perfectamente equitativo (o igualitario) pero es m¨¢s equitativo (o m¨¢s igualitario) que la mayor¨ªa de aquellos con los que se compara.
5. Del resto de juicios del se?or Urd¨¢noz, que atribuye car¨¢cter "grotesco" (sic) a alguno de mis argumentos, me reservo mi opini¨®n. No me gusta descalificar a nadie, porque generalmente la gente sabe descalificarse sola.
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