Encontrados

Para el guionista de Hollywood William Goldman, que ha escrito los libros m¨¢s amenos desde el coraz¨®n de la creaci¨®n cinematogr¨¢fica, lo m¨¢s importante de un gui¨®n son sus primeras 10 p¨¢ginas. En ellas se decide si el tipo que est¨¢ leyendo el proyecto ser¨¢ seducido o arrojar¨¢ la futura pel¨ªcula al pozo de lo imposible. En cambio, a pel¨ªcula terminada, considera que lo fundamental son los 10 minutos finales. Ellos dejar¨¢n el poso definitivo en el recuerdo del espectador.

Cuando se es fiel a una serie, como lo son los incondicionales de Lost, su final tiene el sabor del entierro de un familiar. Los inconvenientes de la sincronizaci¨®n con la emisi¨®n norteamericana, los errores de subtitulado y emisi¨®n en Cuatro, pusieron una gota de sabor casero a este entierro universal. Los que crecimos con seriales memorables, cuando la tele no era chic, conocemos el sabor amargo de la despedida. Hace 20 a?os, la conclusi¨®n de Twin Peaks, serie pionera, nos dej¨® con tanta hambre, que en algunas pel¨ªculas de David Lynch a¨²n seguimos buscando rastros del final so?ado.

Las series son un segundo acto prolongado en el tiempo, detenido como un trapecista que nunca aterriza sobre los brazos del compa?ero. Nos regalan la suspensi¨®n temporal, entre tanto miedo a morir. El final de Hill Street o de Lou Grant o de Enredo o de Arriba y abajo, se ha borrado de nuestra memoria. Las pel¨ªculas y las novelas generan un absoluto, un mundo completo de nacimiento a muerte, arriesgan la vida en una conclusi¨®n que muchas veces es frustrante. Me gust¨® todo menos el final, o¨ªmos decir. Pero el final es la esencia del cuento. Las series exitosas se benefician de no enfrentarse a la meta, de eludir el cierre, de atrasar el trance m¨¢s atrevido de cualquier ficci¨®n: su conclusi¨®n.

Pese a titular el episodio 'The End', y jugar pues con la eminencia cinematogr¨¢fica, los creadores de Lost chocaron con el hambre de sus seguidores. Los dardos del New York Times acus¨¢ndolo de vago, vaporoso y hasta empalagoso, recuerdan al decepcionante fundido a negro del desenlace de Los Soprano. Quiz¨¢ Lost tuvo el ¨²nico final posible: cuando la monta?a rusa toca el suelo, tu pelo est¨¢ revuelto, pero no tu alma.