Gaarder ante un nuevo mundo

Enfundado en un traje negro sacerdotal, el escritor noruego Jostein Gaarder convirti¨® ayer el pabell¨®n del C¨ªrculo de Lectores de la Feria del Libro en un aula magna. El sofocante ambiente no impidi¨® al p¨²blico volver sobre las mismas preocupaciones que desvelaban a Plat¨®n. ?Cu¨¢l es la naturaleza de este universo?, le preguntaron al autor de El mundo de Sof¨ªa (Siruela).

Gaarder demostr¨® que fundamentalmente sigue siendo el mismo maestro de filosof¨ªa que abandon¨® la escuela de su natal Bergen hace 19 a?os. La clave, dijo, sigue estando en conservar intacto el asombro por el mundo que nos rodea. "F¨ªjense en los beb¨¦s, lo quieren tocar todo, lo quieren probar todo. ?C¨®mo no van a estar impresionados, si hace s¨®lo semanas estaban dentro del cuerpo de una mujer?".

"El cerebro est¨¢ hecho para historias m¨¢s que para enciclopedias"

Para Gaarder renunciar a preguntarse sobre la vida no es una opci¨®n. Sabiendo de antemano que no hay respuestas para la mayor¨ªa de ellas y que se trata nada m¨¢s que de un paso fugaz por la tierra al que llamamos existencia.

Su consigna es hacer un esfuerzo por tratar de comprender. "Imaginen cu¨¢nto sabemos hoy m¨¢s que hace 100 a?os, la teor¨ªa de la relatividad de Einstein de 1905, el hallazgo de Hubble, que el universo se expande, el descubrimiento de la h¨¦lice de ADN por Watson y Crick, la descripci¨®n completa del genoma humano, y podemos decir que el universo tiene 137.000 millones de a?os". Por eso, se?al¨®, en los ¨²ltimos tiempos se ha dedicado a la lectura de textos cient¨ªficos, donde halla los mismos planteamientos que en los pilares de la filosof¨ªa. "Me gustar¨ªa discutir sobre el Big Bang con astrof¨ªsicos, y sobre la conciencia humana con neur¨®logos".

Para Gaarder lo m¨¢s sorprendente de los avances tecnol¨®gicos es la capacidad para almacenar informaci¨®n. Su m¨®vil tiene tanta memoria como para almacenar 20.000 novelas. "La tecnolog¨ªa es una buena herramienta para hacer el seguimiento de especies en peligro de extinci¨®n o los fen¨®menos meteorol¨®gicos... El problema m¨¢s importante es el consumismo, y el consumismo de informaci¨®n, de Internet y de la televisi¨®n. Antes estaba vaciando la botella, ahora la botella me vac¨ªa a m¨ª. Creo que uno puede ser vaciado por Internet y la televisi¨®n".

Sobre los nuevos soportes de lectura, como el libro electr¨®nico, afirm¨® que no le causan preocupaci¨®n. "Lo importante es que se sigan contando historias, el cerebro humano est¨¢ hecho para historias m¨¢s que para enciclopedias o informaci¨®n digital". La preservaci¨®n del medio ambiente le desvela m¨¢s. Por eso dedica su tiempo desde hace unos a?os a la fundaci¨®n que cre¨® para la protecci¨®n del medio ambiente.

El autor de La joven de las naranjas afirm¨® que el auge de sus novelas abri¨® las puertas para que el mundo literario se fijara m¨¢s en la literatura n¨®rdica. "Leemos mucho en los pa¨ªses n¨®rdicos, tambi¨¦n escribimos mucho m¨¢s, quiz¨¢s por los largos inviernos. En el norte, en invierno, alguna gente esqu¨ªa, pero la mayor¨ªa est¨¢ leyendo, haciendo ni?os o viajando a Espa?a", concluy¨® Gaarder, quien ayer se encarg¨®, adem¨¢s de conversar con los lectores de la edici¨®n digital de EL PA?S.