Aleteo de mariposas
Descuidar el aleteo de una sencilla mariposa al otro lado del planeta puede provocar el caos a decenas de miles de kil¨®metros. Esto, que se conoce como efecto mariposa o teor¨ªa del caos, fue descubierto por el meteor¨®logo Edmund Lorenz, en los a?os sesenta del pasado siglo, cuando combinaba una serie de ecuaciones para lograr una predicci¨®n exacta del comportamiento de la atm¨®sfera. Se trata de la amplificaci¨®n de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo si algo no sucede como debe suceder. En el laboratorio mundial globalizado de las relaciones internacionales asistimos a un batir de alas de mariposas con extraordinarios efectos no previstos capaces de trastocar realidades que d¨¢bamos por fijas. Algunos de estos aleteos afectan estos d¨ªas a Europa y especialmente a Espa?a, pero se han producido tambi¨¦n en la pen¨ªnsula de Corea, en China, en Ir¨¢n, Brasil o Turqu¨ªa. Sus efectos ya han sido registrados en Washington. La alerta temprana en alg¨²n caso ha evitado su propagaci¨®n. Comencemos por los sucesos m¨¢s pr¨®ximos.
Obama cree que mantener el liderazgo depende de aceptar el ascenso de muchos competidores
Las mariposas volando sobre la periferia sur de Europa, las primeras en Grecia, trasladaron pronto su efecto de caos sobre el euro y la debilidad de la Uni¨®n Europea hasta el otro lado del Atl¨¢ntico, poniendo en peligro la salida de la gran recesi¨®n y a la banca norteamericana. El jueves, afortunadamente, una acci¨®n preventiva lograda in extremis en el parlamento espa?ol con la aprobaci¨®n del plan de ajuste de gasto, evit¨® el batir de alas de la mariposa espa?ola. S¨®lo la convicci¨®n de que la derrota del decreto del gobierno hubiera sumido en el desastre a nuestra econom¨ªa y, por rebote de sus ondas, a la moneda ¨²nica y a Europa, abort¨® el efecto mariposa. En la misma jornada se vivieron momentos de p¨¢nico en las bolsas mundiales con un confuso anuncio, luego desmentido, de que China, ante la debilidad de la eurozona, decid¨ªa deshacerse de parte de sus 630.000 millones de reservas en euros. Las autoridades de Pek¨ªn, que controlan un fondo de activos extranjeros de 2,5 billones de d¨®lares, aseguraron que todav¨ªa conf¨ªan en el euro. La mariposa china plegaba sus alas y los mercados suspiraban aliviados. Otro s¨ªntoma m¨¢s del peso creciente del Imperio del Medio solo horas despu¨¦s de celebrarse en Pek¨ªn un nuevo G-2, con los representantes del Tesoro y de la diplomacia norteamericana. Hillary Clinton acudi¨® a un programa popular de la televisi¨®n china donde le preguntaron c¨®mo se sent¨ªa EE UU al ser la primera naci¨®n deudora de China.
La aislada Corea del Norte, dictadura familiar comunista con armas nucleares, resucitaba un conflicto de la guerra fr¨ªa mal cerrado en los a?os 50, hundiendo a una corbeta de la armada de Corea del Sur. Todav¨ªa 28.000 soldados norteamericanos patrullan en la frontera entre las dos Coreas. La inexplicada provocaci¨®n de Kim Jong-il, otra mariposa, convulsion¨® las bolsas mundiales. Y como principal rebote reactiv¨® la importancia de China y puso de manifiesto la impotencia de Estados Unidos que no logr¨® doblegar a las autoridades de Pek¨ªn, que se negaron condenar la acci¨®n de Pyongyang. Estados Unidos, envuelto en dos guerras en Irak y Afganist¨¢n, no podr¨ªa eventualmente librar una tercera en la regi¨®n. El historiador Paul Kennedy ya se?alaba el excesivo estiramiento de los compromisos militares y la consecuente debilidad econ¨®mica como causa de la ca¨ªda de los imperios.
Y una tercera mariposa, esta vez sobre el Golfo P¨¦rsico. Brasil y Turqu¨ªa llegan a un acuerdo nuclear con Ir¨¢n para salvar la cara a los ayatol¨¢s. Estados Unidos reacciona acelerando la imposici¨®n de sanciones al r¨¦gimen teocr¨¢tico. Obama ve mal la entrada en juego de otras potencias emergentes en un asunto que, seg¨²n el pensamiento convencional, le corresponder¨ªa a Occidente. Nos encontramos ante el inevitable ascenso de los otros que zapa la hegemon¨ªa de Estados Unidos, descrito por Fareed Zakaria en El mundo despu¨¦s de USA (Espasa). Si Occidente quiere un orden global tiene que acostumbrarse a que los otros tengan algo que decir en la construcci¨®n de las reglas, en palabras de Philip Stephens en el Financial Times. Obama ya ha procesado el aleteo de esta ¨²ltima mariposa. En su primera doctrina de Seguridad Nacional, que conocimos ayer, el presidente norteamericano admite que mantener el liderazgo depende de que Estados Unidos aprenda a aceptar y gestionar el ascenso de muchos competidores. Reconoce los l¨ªmites: "A nuestros adversarios les gustar¨ªa ver como Am¨¦rica agota su fuerza tratando de extender exageradamente su poder". Prestemos atenci¨®n al vuelo inesperado de las mariposas y a sus efectos.
fgbasterra@gmail.com
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